"Abuelo, ¿qué son los rayos y los truenos?"

Paseando por la montaña con mi nieta nos sorprendió una tormenta, el “sentido del tiempo” nos ayudó a protegernos de los rayos. ¡Vengan con nosotros de excursión para averiguar qué pasó!

La observación de los signos atmosféricos nos ayudan a prevenir los peligros de las tormentas en las montañas.
La observación de los signos atmosféricos nos ayudan a prevenir los peligros de las tormentas en las montañas.

Reconozco que mi nieta Nahara es una niña muy curiosa y le gusta preguntar de todo (ya hablamos sobre qué era la lluvia). Como ya dijimos, tiene 8 años y cuando termina el curso escolar solemos andar por el campo y me gusta ir hablando de “cosas del tiempo”, porque su observación es muy importante y más cuando vamos a la montaña, donde las variaciones atmosféricas pueden ser bruscas y peligrosas.

Precisamente en la última excursión a la cima de Camalotal íbamos hablando del “sentido del tiempo”, algo que los seres humanos habíamos desarrollado durante muchas generaciones, algo casi instintivo y que nos podía avisar de las condiciones atmosféricas, pero que poco a poco lo estamos perdiendo.

Indicios de los cambios

Mira abuelo, esa nube parece de algodón, como el que comemos en la feria.

Sí, es verdad Nahara, se llama cúmulo. Y, ¿te has fijado que cuando salimos temprano el cielo estaba azul y ahora cada vez hay más nubes?

¡Tienes razón! Además, hacia la montaña que queremos subir hay algunas más grandes. ¡Mira esa!, es casi como una coliflor.

Muy bien, esa es una nube de tormenta, un cumulonimbo; tenemos que estar muy atentos, porque estas nubes nos pueden avisar de la formación de una tormenta, ¿has traído el chubasquero?

Sí, abuelo, lo dejé todo preparado ayer antes de dormir, junto con mi almuerzo y mi botella de agua.

La naturaleza también nos estaba avisando de la posible evolución atmosférica.

Abuelo, ¿por qué Thor está nervioso y no se separa de nosotros?

Los animales tienen mucho más desarrollado que nosotros el “sentido del tiempo”. Sus sentidos son más agudos que los nuestros y pueden sentir la aproximación de la tormenta, ya que esta emite una especie de onda sonora, como una alarma, pero que nuestro oído no puede percibir pero sí el suyo. Mira también como las ovejas de esa ladera empiezan a descender y ¿te has fijado que apenas hay abejas o que las aves están volando más bajas que al principio de la mañana? ¡Están presintiendo la tormenta!

Primero el relámpago y luego el trueno

Ya las nubes cubrían prácticamente todo el cielo y su color era muy oscuro, fue el momento de acelerar el paso e ir a resguardarse al refugio. Enseguida se escuchó un sonido bronco que asustó a Nahara.

Los lugares altos, rocosos y los árboles aislados atraen a los rayos.
Si sufrimos una tormenta en la montaña debemos evitar los riscos y los árboles aislados porque pueden atraer los rayos.
Yayo, ¿qué es ese ruido?

Tranquila, es el sonido que suele acompañar a las tormentas, es el trueno. Cuando estemos protegidos dentro del refugio te contaré más cosas de este meteoro. Justo cuando entramos empezó a llover, los truenos resonaban continuamente por el eco en las montañas, el cielo estaba totalmente cubierto con nubes muy oscuras, Nahara estaba muy inquieta, con Thor acurrucado a sus pies. Aquí estamos seguros. De todas maneras comprobemos que todas las ventanas y puertas estén bien cerradas para que no haya corrientes de aire.

¿Por qué salen esas grandes luces de las nubes y por qué hacen tanto ruido? Mi nieta me preguntó mientras miraba por la ventana.

Eso son los rayos, son electricidad, como la que tenemos en la casa. Si aún con la electricidad “domesticada” de nuestro hogar hay que tener cuidado imagínate con esta que es mucho más potente porque no está controlada, por eso es muy importante buscar refugio si vemos que se aproxima una tormenta.

Abuelo, ¿por qué primero vemos la luz y luego oímos el sonido?

La luz es el relámpago, que es la manifestación visible del rayo, como el trueno es su sonido. Te pongo un ejemplo para que te des cuenta porqué vemos antes que oímos. Cuando tú y tu hermanita estáis jugando en el patio y la abuela os llama a comer, ¿quién llega antes? Tú y después Mariana, porque ella va más despacio. La velocidad de la luz, el relámpago, es mucho mayor que la del sonido, el trueno, y por eso llega primero.

Ahora vamos hacer un juego que nos sirve para saber si la tormenta se acerca o se aleja de nosotros. Cuando veas un relámpago tienes que contar los segundos que pasan hasta que escuches el trueno. Más o menos, cada tres segundos es un kilómetro.

Recomendaciones en caso de tormenta

Mientras fuera del refugio la tormenta estaba en pleno desarrollo, Nahara seguía mirando por la ventana y contando segundos para intentar saber si la tormenta tardaría mucho en pasar.

En una tormenta con gran precipitación NUNCA buscar refugio en el cauce de un arroyo porque puede producirse una avenida.
En una tormenta con gran precipitación NUNCA buscar refugio en el cauce de un arroyo porque puede producirse una avenida.
Abuelo, ¿los rayos pueden caer en cualquier sitio?

Sí, aunque tienen preferencias, como los sitios altos, por eso hemos bajado de la montaña. Los árboles son altos y tampoco tienes que ponerte debajo de uno aislado, porque va a llamar la atención del rayo y puede caer en él. Además, con la tormenta suele venir un fuerte viento, por lo que también hay que tener cuidado con las ramas que se rompan, y mucha lluvia, por lo que tampoco puedes buscar refugio en el cauce de los arroyos porque de repente pueden arrastrar gran cantidad de agua. Tampoco te tienes que quedar en la entrada de una cueva, las corrientes de aire pueden dirigir el rayo hacia ahí, por eso lo primero que hemos hecho al entrar en el refugio es comprobar que todas las ventanas estuvieran cerradas.

Por cierto abuelo Fer, en mis últimas cuentas cada vez pasa más tiempo entre el relámpago y el trueno. ¡Eso significa que ya se va!

Muy bien Nahara, además mira afuera, la lluvia es muy poca, ya hay algo de azul en el cielo y un poco de Sol. Thor ya está en la puerta queriendo salir. Es el momento de regresar a casa, abrígate que la temperatura será menor y, quizás, con suerte, aún veamos un arco iris. Y esta historia la dejamos para otro día.