¿Qué hacemos con la comida de la nevera y el congelador tras un apagón? Las recomendaciones de la experta Gemma del Caño
España vivió este lunes un apagón de los que se recordarán. Algunas comunidades han estado hasta 20 horas sin electricidad, y eso nos deja algunas preguntas concretas en estos casos, entre ellas: ¿qué hacemos con la comida de la nevera?

Porque sí, la seguridad alimentaria también se activa cuando se va la luz. Y en situaciones como la del pasado lunes, saber cómo se comportan los alimentos sin frío puede marcar la diferencia entre una comida segura o una intoxicación en diferido. Spoiler: si algo “parece que está bien” pero ha pasado medio día a temperatura ambiente, mejor no jugar a la ruleta rusa del frigorífico.
Esta es la primera regla
Vamos a repasar qué puedes conservar, qué es mejor desechar y cómo estar preparado para la próxima vez que el interruptor decida tomarse vacaciones. Lo primero es no abrir la nevera más de lo necesario. Cada vez que lo haces, se escapa el frío como si huyera de una factura de la luz.
- La nevera (entre 0-5 °C) puede aguantar unas 4 horas sin electricidad si no se abre.
- El congelador, si está lleno y no lo abrimos, puede mantener los alimentos a una temperatura segura entre 24 y 48 horas. Si está medio vacío, menos.
La regla de oro: cuanto más lleno esté el congelador, más tiempo conservará el frío. El helado puede que sufra, pero el pollo probablemente sobreviva si no has estado haciendo inspección cada 10 minutos.
Qué hacer con los alimentos del frigorífico ante un apagón de luz.
— AESAN (@AESAN_gob_es) April 29, 2025
️ Es posible que algunos alimentos se puedan estropear.
Te dejamos algunas recomendaciones pic.twitter.com/mWueYUQ1h8
¿Qué alimentos son seguros tras un apagón?
Ahora vamos a lo que importa: ¿qué se salva y qué va directo a la basura? Te lo contamos a continuación.
Se pueden conservar (si no han pasado más de 4 horas en la nevera sin electricidad)
Estos alimentos aún se pueden salvar si el apagón no ha sido excesivamente largo.
- Lácteos cerrados y pasteurizados: leche UHT, quesos curados (el parmesano no va a llorar por unas horas sin frío).
- Huevos: si no estaban en la nevera, ni te preocupes. Si estaban, aguantarán si no ha subido mucho la temperatura.
- Frutas y verduras frescas: fuera de la nevera viven estupendamente (aunque quizá se acelere su maduración).
- Salsas industriales: kétchup, mostaza, mayonesa de bote. No pasa nada por unas horas fuera del frío si estaban cerradas.
- Bebidas: zumos pasteurizados, refrescos, agua… ni caso al apagón.

¡Cuidado! Los alimentos que no se deben consumir si la cadena de frío se ha roto
Si tienes estos alimentos, es importante recordar que no hay que consumirlos si se ha roto la cadena de frío.
- Carnes, pescados y mariscos crudos o cocinados: si han estado más de 2 horas a más de 8 °C, mejor no arriesgar.
- Comida preparada y sobras: esa lasaña del domingo ya tenía sus días contados, y el apagón ha sido la puntilla.
- Productos con huevo o leche fresca sin tratar: adiós, tortilla jugosa.
- Helados y congelados que se han descongelado por completo: no los vuelvas a congelar, aunque te duela el alma (y la cartera).
¿Y qué podemos tener en la despensa para estas emergencias?
Aquí viene lo bueno: una despensa preparada es tu mejor seguro. Y no, no hace falta vivir en un búnker ni ser fan de programas apocalípticos.
Los básicos imprescindibles
Con un poco de sentido común y organización, puedes comer perfectamente bien durante un apagón si cuentas con estos alimentos básicos.
- Conservas de pescado: atún, sardinas, mejillones. Aportan proteínas y grasas saludables. Y duran siglos.
- Legumbres cocidas en bote: garbanzos, lentejas, alubias. Solo necesitas un abrelatas y un poco de aliño.
- Verduras en conserva o tarro: espárragos, alcachofas, pimientos asados. Son comodines que salvan platos.
- Frutas en almíbar o jugo: piña, melocotón… Vale, tienen azúcar, pero en emergencias se perdona.
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— Colegio Enfermería (@EnfermeriaJaen) April 29, 2025
- Pan tostado, galletas saladas o crackers: no requieren frío ni preparación.
- Frutos secos y semillas: aportan energía, sacian y aguantan sin problema.
- Leche UHT o bebidas vegetales: duran meses cerradas.
- Comidas listas para tomar: sopas deshidratadas, purés instantáneos, platos preparados en conserva (como fabada en lata, por ejemplo).
- Chocolate y barritas energéticas: que no falten los mimos. Sobre todo si el apagón va para largo.
Y por supuesto: agua embotellada. No se enfría ni se estropea, pero es imprescindible para cocinar, beber o lavarse si el apagón viene con corte de agua incluido.
¿Qué hacer cuando vuelva la luz?
Primero, revisar todo con ojo crítico (y nariz afilada). Si algo huele raro, cambia de color o textura, ni lo pruebes. Las bacterias no avisan.

Después, limpia la nevera y el congelador si ha habido fugas, goteos o malos olores. Y anota mentalmente: tener una pequeña reserva de alimentos no perecederos es una muy buena idea.
Consejo final: no te fíes de la pinta
Que algo “parezca” que está bien no significa que lo esté. Muchas bacterias no cambian el sabor, el olor ni el aspecto de la comida. Así que, ante la duda, mejor tirar que lamentar. Ya sabemos que tirar comida duele, pero una intoxicación alimentaria duele más (y cuesta más, si acabas en Urgencias).
Y recuerda: la seguridad alimentaria también es saber qué hacer cuando se va la luz. Porque la nevera puede apagarse, pero tu sentido común tiene que estar más encendido que nunca.