El pueblo medieval de Aragón rodeado de piscinas naturales y cascadas que son un oasis contra el calor en Teruel
Lejos del bullicio se encuentra este pueblo turolense, donde, con suerte, uno puede bañarse en pozas naturales casi sólo y de manera gratuita. Acompáñanos a descubrir dónde está situado.

Teruel es conocido por joyas que figuran en todas las guías turísticas: el parque paleontológico Dinópolis, que fascina a familias enteras, y Albarracín, considerado uno de los pueblos más bonitos de España.
Sin embargo, mientras las rutas más transitadas se llenan de turistas en verano, hay un rincón del sur de Aragón desconocido y fascinante a partes iguales. Este lugar, que parece sacado de un cuento medieval, se levanta sobre un peñasco de piedra, custodiado por un castillo gótico y rodeado de un paraíso de cascadas y pozas naturales que lo convierten en un refugio ideal contra el calor de estos días.
Una belleza medieval en el corazón del Matarraña
Estamos hablando de Valderrobres, capital administrativa y alma de la comarca del Matarraña, localidad que se encuentra al este de la provincia de Teruel, muy cerca del límite con Tarragona.
Las callejuelas empedradas, las casas señoriales de piedra y el perfil del castillo-palacio del siglo XIV que corona la colina, hacen de este pueblo una estampa de otro tiempo.
Pero, sin duda, lo que lo diferencia de otros destinos históricos es su entorno natural privilegiado: en los alrededores de Valderrobres, el río ha esculpido durante milenios un paisaje de piscinas naturales y cascadas cristalinas que invitan a sumergirse y olvidar los rigores del verano.
El rincón más refrescante de Teruel: las pozas y piscinas naturales
El río Matarraña, que da nombre a toda la comarca, es el gran protagonista del entorno natural de Valderrobres. Sus aguas limpias, alimentadas por afluentes que nacen en los Puertos de Beceite, han modelado durante siglos pequeñas gargantas, pozas profundas y saltos de agua que hoy son auténticos oasis naturales.
Font de la Rabosa (Beceite) pic.twitter.com/1aKvrD0g6A
— Teruel Memes (@TeruelMemes) June 6, 2021
Uno de los lugares más emblemáticos es la Font de la Rabosa, una poza de agua verde esmeralda enmarcada por frondosos árboles, ideal para el baño y la desconexión. Otro imprescindible es El Salt, una cascada de unos 20 metros de altura, situada a pocos kilómetros en coche del pueblo, donde el agua se precipita en una gran balsa natural rodeada de rocas planas que hacen de solárium improvisado.
Un buen lugar para comenzar el 2020 Salt de la Portellada, Valderrobres, Beceite y el Parrizal. Comarca del #Matarranya, #TeruelExiste. pic.twitter.com/nxHetb7RFM
— Eduardo Puértolas (@EduardoSuchus) January 3, 2020
Estos espacios no son simples accidentes geográficos, sino formaciones naturales que han acompañado a los habitantes del Matarraña desde tiempos antiguos. Muchas de las pozas y fuentes eran utilizadas antaño como lavaderos o lugares de reunión, y aún hoy conservan ese halo de vida comunitaria.
Cómo llegar y disfrutar del paraíso
Acceder a estos espacios naturales desde Valderrobres es sencillo. La mayoría están señalizados y cuentan con pequeños aparcamientos en las inmediaciones. Los más aventureros pueden optar por rutas de senderismo o bicicleta, como la Vía Verde Val de Zafán, que pasa cerca del pueblo y ofrece vistas espectaculares de los alrededores.
Aunque se trata de espacios naturales, muchos de ellos cuentan con servicios básicos como merenderos, zonas de sombra e incluso chiringuitos en temporada alta. Eso sí, se recomienda llevar calzado adecuado, agua y respetar siempre el entorno, ya que se trata de ecosistemas muy frágiles.