Este es el primer país que deberá ser evacuado por el cambio climático

Situados en medio del océano Pacífico, los atolones que componen el archipiélago de Kiribati corren el riesgo de desaparecer debido al aumento del nivel del mar asociado al cambio climático. Aquí te contamos más.

Kiribati calentamiento global
Kiribati podría convertirse en el primer país del mundo en sufrir las consecuencias más graves del cambio climático.

Kiribati es un archipiélago que se encuentra en el corazón del Pacífico, entre Hawái y Australia. Sus playas con palafitas y sus pescadores ocupados capturando mariscos, hacen que este lugar parezca un paraíso de postal. Pero detrás de su belleza natural, se encuentra una triste realidad: Kiribati es el primer país que el Pacífico reclamará como consecuencia del cambio climático.

Este pequeño territorio, compuesto por 33 atolones (islas oceánicas en forma de anillo), se extiende en un área de más de 2 millones de km² lo que lo convierte en una de las naciones más grandes del mundo en términos de territorio marítimo. Pero también una de las más pequeñas en términos de superficie terrestre, con solo 811 km² de tierra firme.

La mayoría de su población, que ronda los 120 000 habitantes según el Banco Mundial, se concentra en los estrechos promontorios que conforman Tarawa, su capital.

Pero no todo es color de rosa. En este archipiélago aislado no hay ninguna zona que se eleve más de tres metros sobre el Pacífico, lo que lo convierte en uno de los lugares más vulnerables del mundo al aumento del nivel del mar causado por el calentamiento global. Varias de las pequeñas islas de Kiribati ya han sido engullidas por el agua, mientras que otras sufren una gran regresión de sus playas.

Las pruebas de que las islas se están encogiendo debido a la erosión son claras y visibles en todas partes. En algunas zonas, árboles desarraigados yacen donde antes había playas deslumbrantes. Las casas son abandonadas a medida que el agua del mar se acerca y se alinean sacos de arena en la costa como barreras de protección. En las mareas altas de luna llena, las olas llegan a los caminos principales e inundan las casas.

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Este es un país extremadamente vulnerable, ya que tiene pocos recursos naturales y depende fuertemente de las importaciones de otros estados. Es una de las naciones más pobres del mundo, con un PIB de poco más de 207 millones de dólares (según el Banco Mundial).

Debido a la precariedad de su economía, así como a las condiciones climáticas y ambientales, este pequeño país comparte los mismos problemas que muchos países en desarrollo, como la dificultad para proporcionar agua, alimentos y servicios a su población.

En Tarawa, la población ha pasado de poco más de 1600 habitantes en 1947 a más de 50000 en la actualidad. La migración a la ciudad se debe principalmente al hecho de que otras islas del país se han vuelto inhabitables debido al aumento del nivel del mar.

¿Por qué es un lugar tan vulnerable al cambio climático?

Además de ser uno de los países más pequeños y aislados del mundo, el archipiélago también es uno de los lugares más vulnerables al aumento de la temperatura del planeta.

Junto con la erosión de su costa, también está aumentando la salinización del suelo y de los acuíferos. La invasión de agua salada amenaza la capacidad de cultivo y pone en riesgo el agua dulce subterránea que se encuentra sobre los arrecifes porosos que forman la base de las islas.

La salinización del suelo y de los acuíferos de Kiribati está avanzando a pasos agigantados, poniendo en riesgo las reservas de agua dulce subterráneas, un recurso vitas para las islas.

Otro problema resultante de la mengua de este territorio es la amenaza que representa para la agricultura. La mayoría de los habitantes de Kiribati se dedica a la agricultura de subsistencia, especialmente en las islas más distantes, pero esta actividad ha disminuido en los últimos años.

Erosión y salinización
Además de la erosión costera, la salinización del suelo y de los acuíferos también está aumentando.

Del mismo modo, la pesca también ha sido afectada. Con los impactos de la sobrepoblación y el clima en la pesca, estas actividades dejarán, muy pronto, de ser suficientes para satisfacer las necesidades alimentarias de la población.

La inseguridad alimentaria no se debe exclusivamente al clima extremo, los estilos de vida están cambiando, la dieta alimentaria tradicional ha sido abandonada gradualmente, lo que se refleja en la salud de esta población.

La ONG Médicos Sin Fronteras estima que el 38% de los hombres y el 54% de las mujeres sufren de obesidad, y que el 25% de los niños menores de cinco años tienen un peso inferior al normal. En cuanto a los riesgos de enfermedades no transmisibles, el 70% de los adultos de 18 a 69 años tienen tres o más enfermedades.

Las migraciones climáticas van a más

Aproximadamente el 80% de las personas que se ven obligadas a desplazarse en todo el mundo tienen como origen países que se encuentran entre los que más sufren las consecuencias del cambio climático.

Según las Naciones Unidas, más de 30,7 millones de desplazados fueron registrados en 2020 y en 2021 fueron 22,3 millones, debido a catástrofes relacionadas con el clima.

Las catástrofes de origen ambiental ya han provocado tres veces más desplazamientos que los conflictos armados.

Además, millones de personas refugiadas viven en áreas vulnerables al cambio climático, como inundaciones y tormentas, y no disponen de los recursos necesarios para adaptarse a entornos cada vez más hostiles.

El Banco Mundial estima que en los próximos 20 años, 216 millones de personas serán forzadas a desplazarse internamente, dentro de sus propios países, por culpa del cambio climático.

Globalmente, la crisis de los migrantes climáticos está contribuyendo a una serie de problemas humanitarios. Está empeorando las condiciones en regiones ya vulnerables y alimentando la inestabilidad política, las limpiezas étnicas y los brotes de violencia, todos los cuales están volviéndose más frecuentes.

Los efectos del cambio climático son cada vez más graves. Incendios, inundaciones, terremotos y huracanes se suceden a un ritmo cada vez mayor y causan mayor destrucción. Se espera que estas catástrofes aumenten en frecuencia y en sus consecuencias. En ningún lugar del mundo esto es más evidente que en Kiribati.