¿Nos estamos quedando sin alimentos por el cambio climático?

El informe "Lancet Countdown" es una bofetada de realidad. De una realidad demasiado próxima que no queremos escuchar. Hablamos del trabajo de 99 expertos de 51 instituciones, en el que se recogen 43 indicadores que valoran el impacto de las temperaturas extremas en diferentes temas. Las previsiones son escalofriantes.

supermercado vacio
Tanto la seguridad alimentaria como la inocuidad de alimentos están en riesgo

El informe recoge, entre otras muchas materias, las consecuencias para la seguridad e inocuidad alimentaria. No todo el mundo habla de lo mismo cuando nos referimos a seguridad alimentaria. Para medio mundo, el que pasa hambre, la seguridad alimentaria se refiere al acceso a alimentos. En este caso, el calor extremo se ha asociado con la inseguridad alimentaria de 98 millones de personas de forma grave en 103 países.

En el otro medio mundo, cuando hablamos de seguridad alimentaria, nos referimos a inocuidad alimentaria, es decir, que los alimentos que tenemos a nuestra disposición sean inocuos.

Bien, pues ambas, tanto la seguridad alimentaria como la inocuidad, se ven comprometidas por los efectos del cambio climático en todo el mundo. Sus consecuencias no van a distinguir entre unos y otros como queremos pensar, sino que todos las vamos a sufrir, aunque, obviamente, quienes tengan menos recursos (y no me refiero sólo a países), tendrán peores opciones.

¿Cómo afecta el cambio climático a la seguridad alimentaria?

Esta pregunta ya no se hace en futuro sino en presente. El aumento de las temperaturas, las sequías (un 29% más de la superficie mundial se ha visto afectado por sequía extrema), el cambio de pauta de precipitaciones y los fenómenos meteorológicos extremos ponen en un riesgo real el rendimiento de las cosechas acortándose el tiempo de temporada de los cultivos, es decir, la producción de alimentos se ve disminuida y su calidad nutritiva puede ser menor.

Maíz estropeado
Tanto la producción como la calidad nutricional se ven disminuidas por el cambio climático

Además, debemos tener en cuenta que las especies exóticas invasoras introducidas por la actividad humana pueden crear problemas en los terrenos de agricultura, así como plagas en vegetales o enfermedades en ganadería debido al aumento de vectores de transmisión en zonas donde antes no se daban.

Todo ello puede provocar una disminución en la disponibilidad de alimentos en un momento en que la población humana crece a un ritmo vertiginoso.

¿Y qué sucede con la inocuidad alimentaria?

En este caso se trata de disponer de alimentos inocuos, pero el cambio climático no lo pone fácil: los microorganismos productores de toxinas, hongos o las plagas, por ejemplo, pueden aumentar la aparición de enfermedades transmitidas por alimentos.

El aumento de la temperatura del agua marina en superficie, además de la eutrofización de las aguas, facilita que aumenten las algas productoras de toxinas que provocan la contaminación en alimentos marinos.

bacterias
La inocuidad alimentaria está comprometida por los efectos del cambio climático

La transmisión de enfermedades entre animales y humanos (enfermedades zoonóticas) también supone un riesgo para la inocuidad. El aumento de temperatura y humedad podría explicar que bacterias como Salmonella, Listeria o Campylobacter o virus como Norovirus aumenten la supervivencia contribuyendo al aumento de intoxicaciones. Del mismo modo, estos factores también influyen en el crecimiento de hongos en los cultivos que aumentan la posibilidad de micotoxinas.

De hecho, la EFSA (Autoridad Europea en Seguridad Alimentaria) dirige un equipo de científicos que han desarrollado una metodología para identificar los riesgos emergentes en seguridad alimentaria relacionados con el cambio climático. El enfoque se llama CLEFSA ("El cambio climático como factor impulsor de los riesgos emergentes para la seguridad de los alimentos y los piensos, las plantas, la salud animal y la calidad nutricional") en el que se incluyen hojas de puntuación que caracterizan los efectos del cambio climático en estas cuestiones.

¿Qué podemos hacer?

Frente a esto, sólo queda el compromiso real de los gobernantes con políticas realmente eficaces, tanto como implorar que escuchen a los científicos.

Como bien indican en el estudio, “nos encontramos en una coyuntura crítica. El cambio climático está provocando graves impactos en la salud de todo el mundo”.

Y poner nuestro granito de arena día a día intentando contribuir desde nuestra pequeña parcela a la sostenibilidad. No sé si es tarde, pero que nadie diga que no lo intentamos con todas nuestras fuerzas.