Gemma del Caño, farmacéutica: "un medicamento caducado, al día siguiente no se convierte en veneno pero..."

Antes de irte de vacaciones abres el botiquín que tenías el año pasado y te encuentras el ibuprofeno caducado, que estaba en el coche al sol, ¿es un riesgo? Tu salud empieza por ordenarlos.

Botiquín
Antes de irte de vacaciones, es imprescindible revisar el botiquín. Allí te vas a encontrar sorpresas seguro.

Crema solar, las tiritas y el botiquín. Ahí está, con una caja de ibuprofeno medio vacía, un jarabe infantil que ya nadie usa y unas gotas para los ojos que ni recuerdas cuándo abriste. No cierres el botiquín y salgas corriendo aún. Vamos a poner orden.

Los medicamentos caducan

Desde 1982, la Organización Mundial de la Salud estableció que la fecha de caducidad estándar de los medicamentos no puede ser superior a cinco años. A partir de ahí, cada laboratorio estudia la vida útil de su producto y decide hasta cuándo garantiza al 100 % la estabilidad y eficacia.

Para un laboratorio, un medicamento que haya perdido aunque sea un 1 % de sus propiedades ya está caducado. Por eso, en el cartonaje encontrarás la fecha de caducidad expresada como mes y año, y corresponde al último día de ese mes. Además, suele ir acompañado de un símbolo parecido a un reloj de arena.

medicamento
Un medicamento caducado puede perder eficacia, que no es poco en caso de tratamientos continuados o antibióticos.

¿Qué pasa si la fecha ya pasó? No es que al día siguiente se convierta en veneno, pero:

  • Puede perder potencia.
  • Puede degradarse el principio activo.
  • El fabricante deja de garantizar su seguridad.

En dolencias menores, quizá solo notes que no te hace tanto efecto. Pero en tratamientos críticos, puede ser un riesgo serio.

¿Qué pasa si me tomo un medicamento caducado?

La realidad es que lo más frecuente es que no ocurra nada. El verdadero problema es que quizá no haga efecto. Y eso tampoco es poca cosa.

  • Un analgésico caducado puede no quitarte el dolor.
  • Un antibiótico caducado puede no eliminar una infección y eso sí complica el cuadro.
  • Un medicamento para el corazón, sin eficacia garantizada, puede ser peligroso.

Además, no es lo mismo pasarte unos días que varios meses. En casos urgentes, los farmacéuticos recomiendan que, si no tienes alternativa, es mejor tomarlo que suspender un tratamiento vital, pero solo mientras consigues otro.

Hay una serie de medicamentos que nunca deberían permanecer olvidados en tu botiquín:

  • Antibióticos: aquí no hay discusión. Nunca debería haber una caja de antibiótico olvidada en casa. Los tratamientos antibióticos están diseñados para terminarse, y sobrar no debería sobrar ni uno.
  • Jarabes: algunos se reconstituyen con agua antes de usarse. Desde ese momento, su fecha de validez cambia y suele venir indicada en el prospecto. Si no aparece, pregunta en la farmacia. Y si no lo terminas, tíralo: no es para “la próxima vez”.
  • Colirios: la fecha de la caja es para el envase cerrado. Una vez abierto, puede contaminarse. Lo habitual es que no se usen más allá de cuatro semanas, aunque no estén caducados. No los reutilices de un tratamiento a otro. El riesgo de infección ocular es real.
colirio
Los colirios son uno de los medicamentos que no deben quedarse en tu botiquín.

¿Y si han estado al sol o en el coche?

Aquí viene el momento CSI del botiquín: muchos medicamentos son sensibles al calor y a la luz. Déjalos en el coche un par de días de verano y estarás haciendo un máster en degradación química.

  • Antibióticos líquidos.
  • Gotas oftálmicas.
  • Insulinas y biológicos.
  • Jarabes con vitaminas.
medicamentos
Los medicamentos tienen que estar en un lugar fresco y seco, nunca en el coche donde se alcanzan muy altas temperaturas

Todos ellos pueden alterarse y perder eficacia si se exponen a temperaturas elevadas o a la luz directa. Por eso las cajas no son solo un envoltorio bonito: protegen de la luz. Y no, el coche no es un lugar para guardar medicamentos.

Los que necesitan nevera: cadena de frío o nada

Algunos medicamentos exigen estar entre 2 °C y 8 °C: insulinas, vacunas, biológicos. No vale el “mi despensa es fresquita”. Y tampoco los guardes en la puerta de la nevera, donde hay más cambios de temperatura. Usa bolsas isotérmicas, nunca hielo (placas de congelación mejor) y si viajas asegúrate de que no se calientan.

¿Dónde guardarlos en casa y dónde tirarlos?

Olvídate del baño (mucha humedad) o la cocina (demasiado calor). Lo ideal: un lugar seco, fresco, sin luz directa y, por supuesto, lejos del alcance de los niños.

Sobre su retirada, llévalos al Punto SIGRE de tu farmacia. Allí puedes llevar medicamentos caducados, que no necesites y sus envases. Así evitas contaminar el medio ambiente y contribuyes al reciclaje de envases farmacéuticos.

Lo que no se puede llevar: agujas, termómetros, radiografías, pilas, mascarillas o productos químicos. Esos tienen otros sistemas de recogida.

Antes de irte de vacaciones

En resumen, antes de cerrar la maleta abre el botiquín. Tu yo del futuro (y tu farmacéutico) te agradecerán. A continuación un listado de buenas acciones:

  • Revisa tu botiquín dos veces al año.
  • Comprueba las fechas de caducidad.
  • Conserva en lugar fresco y seco.
  • Los que necesitan frío, en nevera (no en la puerta).
  • Caducado o inservible: directo al SIGRE.
  • Nada de guardar antibióticos.