Día de la Tierra: emergencia sanitaria, climática y ambiental

Hoy se celebra el Día Internacional de la Tierra, y lo hace en un contexto actual de emergencia sanitaria, climática y ambiental. Se celebra desde hace muchos años con la idea de motivar la acción de cuidar el medio ambiente. Aquí te contamos cómo surge y para qué.

Día Internacional de la Tierra
Según dice la ONU 'Recordemos más que nunca en este Día Internacional de la Madre Tierra que necesitamos un cambio hacia una economía más sostenible que funcione tanto para las personas como para el Planeta'

Hoy se rinde homenaje a la Tierra, reconociéndola como nuestro hogar y madre. Este día surgió a raíz de que Morton Hilbert -cofundador- y el Servicio de Salud Pública de Estados Unidos organizaran el Simposio de Ecología Humana en 1968. Se trataba de una asamblea dedicada a los efectos del deterioro ambiental en la salud humana, un aspecto que nos preocupa hoy en día.

¿Cómo llegó a nuestros días?

El 22 de abril de 1970 tuvo lugar la primera manifestación ambiental donde participaron miles de estudiantes junto con el senador y activista Gaylord Nelson -figura clave-. Desde ese momento se quedó asignado como Día Internacional de la Tierra. La semana del 19 al 25 de abril fue la elegida por excelencia para esta celebración, ya que no coincidía ni con exámenes ni con vacaciones de primavera.

El Día Internacional de la Tierra ha tenido una importancia hasta día de hoy, un año que sin duda nos pide que actuemos. Es el momento de luchar sin titubeos contra el cambio climático, al igual que contra la crisis sanitaria del COVID-19 que es un problema muy grave y a la vez una oportunidad para reformar nuestra vida a partir de la sostenibilidad.

El 2020 apunta a ser bastante cálido

El año 2019 fue el segundo año más caluroso en la Tierra desde que se tienen registros (1880) y, si la cosa no cambia, 2020 acabará también entre los cinco más cálidos de la serie histórica. Los tres primeros meses del año 2020 han presentado temperaturas extraordinariamente altas, solo superadas por el inicio de 2016. El panorama parece ser grave, el 2020 está generando nuevos récords históricos, con registros muy por encima de la media en amplias zonas del planeta.

El coronavirus perjudica las energías renovables

En plena emergencia climática, la crisis del coronavirus está obstaculizando la apuesta por las energías renovables -candidatas a salvarnos-. La pandemia está afectando directamente a la energía solar; está bloqueando los suministros de paneles solares procedentes de China y la instalación de los mismos por el distanciamiento social.

Según la Agencia Internacional de Energía, las energías renovables ya constituyeron el 26% del total mundial en 2018 y 2019. Las previsiones apuntaban a un aumento de hasta un 50% para el 2024, pero con la actual pandemia existe la porsibilidad de que el 2020 no siga con la senda de crecimiento récord.

Masa boscosa y fauna en peligro

El cambio climático ha aumentado hasta un 30% el riesgo de incendios en el mundo. Hace unos meses, los incendios en Australia devastaron cerca de 11 millones de hectáreas. Las llamas liberaron más dióxido de carbono que el emitido por el país en un año normal. Ahora los bosques australianos, debido al creciente impacto de las sequías y los nuevos incendios, verán lastrada su capacidad de recuperación. Este problema es recurrente en muchas otras masas boscosas de la Tierra.

Por otro lado, el cambio climático ha provocado una reducción de las especies animales nativas de hasta un 20% desde 1900. Los especialistas aseguran que es probable un número mucho mayor y prevén un aumento de los casos en los próximos años. En definitiva, nos encontramos con una crisis medioambiental que podría amenazar gran parte de la fauna y flora mundial. Es momento de actuar.