Las 4 comunidades con los embalses por debajo del 50%: Navarra entre las que menos agua tienen

El agua escasea en parte de España: cuatro comunidades autónomas no alcanzan el 50% de capacidad en sus embalses. Navarra se suma a Murcia, Comunidad Valenciana y Andalucía en el grupo de territorios con mayor vulnerabilidad hídrica.

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Murcia, Comunidad Valenciana, Andalucía y Navarra tienen sus embalses a menos del 50% de capacidad

El estado de los embalses en España refleja en este comienzo del otoño climatológico de 2025 una gran desigualdad territorial. Mientras comunidades como Galicia o Madrid superan el 70% de su capacidad, hay otras cuatro que no alcanzan la mitad de sus reservas. Se trata de la Región de Murcia, Comunidad Valenciana, Andalucía y Navarra, todas ellas en una situación que preocupa a las autoridades hídricas.

El dato adquiere especial relevancia porque, aunque la media nacional ronda el 53,7%, en torno a 8-9 puntos puntos por encima respecto a estos últimos años, estas comunidades se encuentran muy por debajo, lo que limita la capacidad de respuesta frente a un otoño que se prevé más cálido y seco de lo habitual en la mayor parte de España, según la AEMET.

La Región de Murcia y Comunidad Valenciana, a la cola

Murcia es la región con peor situación: sus embalses apenas llegan al 28,4% de capacidad, según los registros oficiales de embalses.net. Esta cifra crítica compromete no solo el abastecimiento urbano, sino sobre todo la agricultura de regadío, que depende de forma estructural de trasvases y de un uso muy eficiente del recurso.

La Comunidad Valenciana se mantiene también en valores muy bajos, con un 40,8 % de reservas. La presión sobre los embalses valencianos es doble: por un lado, un regadío intensivo que concentra buena parte de la producción hortofrutícola del país; por otro, el incremento de la demanda turística en época estival, que multiplica las necesidades de agua.

Andalucía, un gigante hídrico con una situación muy dispar

En Andalucía la situación tampoco es halagüeña. La comunidad más poblada de España y con la mayor superficie de regadío mantiene sus embalses al 47%. Aunque la cifra mejora ligeramente a la valenciana, sigue estando por debajo de ese 50% que se considera una frontera simbólica para hablar de normalidad.

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Las olas de calor del verano han disparado la evaporación, y las precipitaciones escasas no consiguen compensar las pérdidas

La cuenca del Guadalquivir y la del Guadalete-Barbate arrastran déficits importantes. Las olas de calor del verano han disparado la evaporación, y las precipitaciones, cada vez más irregulares, no consiguen compensar estas pérdidas. El resultado es una reserva inestable que deja a muchas provincias andaluzas en situación de vulnerabilidad.

Navarra, al 47% de capacidad

El caso de Navarra sorprende a muchos, ya que tradicionalmente se asocia a una mayor disponibilidad de agua que en el sur o el levante. Sin embargo, la realidad es que sus embalses se sitúan en torno al 47,4%, lo que la coloca en la misma franja crítica que Andalucía.

Comunidad AutónomaCapacidad actualMedia en 10 años (En hm3)
Andalucía46,9%4.928
Aragón58,7%-
Asturias67,1%-
Cantabria65,9%-
Castilla y León66%-
Castilla-La Mancha53,9%-
Cataluña72,1%1.215
Comunidad de Madrid78,5%708
Comunidad Valenciana40,7%780
Extremadura65,9%6.820
Galicia67,5%-
La Rioja53,5%-
Navarra47,4%-
País Vasco73,4%-
Región de Murcia28,3%-
Fuente: Embalses.net

Embalses clave como Yesa o Itoiz muestran niveles preocupantes: Yesa apenas supera un tercio de su capacidad, e Itoiz ronda el 54%. La suma de estos déficits coloca a la Comunidad Foral en el grupo de territorios que encaran el otoño con menos margen de maniobra.

Del déficit estructural a la presión agrícola y turística

Las cuatro comunidades que se encuentran por debajo del 50% de capacidad representan realidades muy distintas: desde el déficit estructural del sureste hasta la presión agrícola y turística del litoral mediterráneo, pasando por la sorpresa de una Navarra con reservas muy ajustadas. Todas ellas, sin embargo, comparten un mismo desafío: la necesidad urgente de adaptar la gestión del agua a un escenario de cambio climático y mayor irregularidad de lluvias.

El Gobierno central ya ha propuesto un Pacto de Estado frente a la Emergencia Climática, que incluye medidas como la modernización del regadío, la reutilización de aguas depuradas y la creación de refugios climáticos urbanos. No obstante, será la coordinación entre comunidades y cuencas hidrográficas la que determine si España es capaz de afrontar con éxito un futuro en el que el agua se ha convertido en el recurso más estratégico.