El Mediterráneo, 1,3ºC más cálido que hace 35 años

Un grupo de investigadores de la Fundación CEAM acaba de publicar un estudio que muestra un Mediterráneo muy sensible al calentamiento global. El ascenso de temperaturas podría agravar los episodios de lluvias torrenciales y las olas de calor. 

El ascenso de temperaturas en el Mediterráneo puede aumentar la intensidad de las lluvias torrenciales.


El mar Mediterráneo se está mostrando especialmente sensible al calentamiento global. Se ha convertido en un “punto caliente” que podría estar agravando las olas de calor y los episodios de lluvias torrenciales en la cuenca. Esto se dirime de un estudio recientemente publicado en la revista Pure and Applied Geophysics por un grupo de investigadores de la Fundación CEAM. La investigación, que ha cotejado datos registrados desde 1982, ha concluido que en las últimas décadas la temperatura de la superficie del mar ha aumentado en promedio 1,27ºC, aunque en algunas parcelas el incremento ha sido de hasta 2ºC.  

Los océanos -y los mares- son determinantes en el almacenamiento de la energía que emana el sistema global. Conocer su papel termorregulador es crucial para el estudio del clima del pasado y, también, para hacer las proyecciones de cara al futuro.

El estudio se ha topado con un ascenso de temperaturas constante en las series diarias captadas por los satélites, y que va acelerándose. La distribución en el calendario no es sorprendente para un mar de latitudes medias. Los valores más bajos se divisan en febrero y los más altos en verano, entre julio y agosto. A partir de estos datos mensuales, el análisis mostró otros patrones recurrentes.

Las zonas con un mayor ritmo de calentamiento son la mitad este del Mediterráneo, tanto en verano como en invierno, así como grandes zonas de la cuenca occidental. Desde los años ochenta, en las costas españolas la temperatura del mar ha aumentado de media 1ºC en la zona sur y hasta 1,5ºC en el litoral catalán.

Mapa del aumento global de la temperatura (superior) y agrupación de la tendencia (inferior) para el Mediterráneo (1982-2016).

Según el Quinto Informe de Evaluación del IPCC, que data de 2013, en las últimas décadas la temperatura global de la superficie del mar ha ido en aumento. Al igual que su nivel. Del capítulo dedicado a las proyecciones futuras, se extrae que las temperaturas superficiales irán ascendiendo en los próximos siglos, aunque haya un recorte drástico en las emisiones de gases de efecto invernadero.

A tenor del IPCC, desde 1950 los eventos de precipitación intensa sobre la tierra han aumentado en más regiones que disminuido. Los científicos participantes creen que las tormentas serán más intensas a medida que aumenten las temperaturas. La superficie del Mediterráneo no sólo influye en los chaparrones de la cuenca, también interviene en las inundaciones de Europa Central. Además, se intuye que pudo haber acrecentado los efectos de la ola de calor histórica de 2003.

El actual aumento de temperaturas de la superficie marítima podría achacarse, en parte, a un comportamiento cíclico de los valores. Sin embargo, los investigadores del CEAM creen que la acumulación de vapor de agua y contaminantes observados sobre la cuenca han contribuido a la aceleración de este proceso.