El fenómeno de El Niño tan solo está calentando motores y ya es extremo

El último informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) es bastante claro. La inminente llegada de El Niño podría acentuar el calentamiento global y aumentar las probabilidades de romper récords cálidos.

El Niño puede a la vez perjudicar y favorecer la actividad ciclónica en diversas partes del mundo. Por ello, es vital monitorizarlo al detalle.

El año 2016 fue el más cálido registrado debido a la acción conjunta del calentamiento global antropogénico y El Niño. Cada episodio es diferente, pero El Niño es un forzamiento extra en la ya extensa lista de factores que están aumentando la temperatura global. Lo contrario ocurre con La Niña, que contrarresta los picos cálidos, aunque este efecto se ha notado poco. Durante los últimos tres años, las temperaturas globales han estado cerca del récord. Estos son algunos de los apuntes que recoge el informe.

¿Qué es El Niño?

El ENSO (El Niño-Southern Oscillation) es un patrón climático caracterizado por cambios en la temperatura superficial del océano pacífico tropical. Estas variaciones de la temperatura del agua generan cambios en el régimen de temperaturas y precipitaciones en muchas partes del mundo. Cuando las aguas marítimas en esta zona del planeta están más calientes de lo normal hablamos de El Niño y cuando están más frías, La Niña.

En condiciones normales, los vientos del este (alisios) soplan a través del pacífico, empujando agua caliente hacia las costas de Australia y Oceanía. Como resultado, afloran aguas frías en las costas de Sudamérica. Durante El Niño, los vientos del este se debilitan o incluso cambian de dirección por lo que el agua del mar cerca de las costas de Sudamérica se calienta.

El Niño es inminente

Las probabilidades de que se establezca el niño aumentan cada día que pasa. Hay un 60% de probabilidad de que El Niño se asiente durante mayo y julio. La probabilidad sube hasta el 80% para el mes de septiembre.

Los efectos sobre las temperaturas los podríamos notar especialmente en el último trimestre del año en curso y durante el 2024. Estos eventos a gran escala requieren un tiempo de asentamiento, sus efectos no son inmediatos.

La maquinaria se pone en marcha

Ya hay señales que indican que el guión de acontecimientos se está cumpliendo.

En los últimos días, se ha observado un rápido calentamiento de las costas de Ecuador y Perú. En estas zonas, las aguas frías profundas han dejado de aflorar.

En las costas de Perú, las mediciones indican que El Niño ya se ha instalado. Las anomalías positivas de la temperatura superficial del agua del mar (Sea Surface Temperature) ya superan localmente los 5°C. Este es un síntoma de que el régimen de vientos de ha frenado o incluso invertido por lo que el agua caliente se está acumulando en la zona.

El Niño fue descrito por primera vez por pescadores peruanos en el siglo XIX. En navidades, notaban la llegada de una corriente cálida alrededor de las costas de Perú y Ecuador que hacía desaparecer los bancos de peces de la superficie oceánica y traía aguaceros torrenciales a las costas. Estos eventos solían alcanzar el máximo sobre el mes de diciembre por lo que, con El Niño, se hace alusión al nacimiento de Jesús.

Un futuro incierto

Lo que preocupa a los científicos son las anomalías de temperatura presentes en grandes áreas del océano Pacífico y Atlántico, no únicamente en las clásicamente afectadas por El Niño. Los efectos de El Niño sobre una superficie oceánica ya de por sí más caliente de lo normal están todavía por ver. Hay muchas incógnitas por despejar en los próximos meses.