De Alice a Wilma: la AEMET avanza la lista de nombres para las borrascas de gran impacto de la temporada 2025/2026
La AEMET ha presentado los 21 nombres de la temporada 2025-2026 para las borrascas de gran impacto. ¿Cuáles son?¿Por qué se nombran? Aquí te lo contamos.

Hoy comienza septiembre y con él, el otoño climatológico, el nuevo año agrícola y una nueva temporada de borrascas de gran impacto. Ayer, la Agencia Estatal de Meteorología presentó los 21 nombres que nos acompañarán este nuevo curso. Desde 2017, esta práctica se lleva a cabo con la finalidad de facilitar la comunicación de riesgos, acercar la meteorología a la ciudadanía, facilitar la prevención y hacer más accesibles los fenómenos meteorológicos de gran impacto.
Esta forma de nombrar y señalar fenómenos no solo mejora la comunicación y la difusión de avisos o alertas, sino que también ayuda a recordar los episodios meteorológicos de forma más sencilla y cercana.
El Grupo Suroeste presenta su listado para la nueva temporada
Como hemos comentado, las depresiones atlánticas que puedan tener gran impacto en Europa se nombran y, para ello, los servicios meteorológicos de los países europeos forman parte de 5 grupos: Grupo Suroeste (al que pertenece la AEMET), Grupo Noroeste, Grupo del Norte y Centro de Europa, grupo de Europa del este y Grupo del Mediterráneo oriental.
El Grupo Suroeste ha publicado la lista de nombres que nos acompañarán durante esta temporada. Integrado por AEMET (España), Météo-France (Francia), IPMA (Portugal), RMI (Bélgica) y MeteoLux (Luxemburgo), este año da la bienvenida al Servicio Meteorológico de Andorra, que se suma desde este curso al proceso de nombramiento.
De Alice a Wilma pasando por Leonardo, Marta, Pedro o Samuel.
— AEMET (@AEMET_Esp) August 31, 2025
Estos son los nombres para la nueva temporada de borrascas con gran impacto, que comienza el lunes, 1 de septiembre.
¿Cuándo ponemos nombre a una borrasca? Sigue el hilo pic.twitter.com/435M8vv4Ab
El listado está formado por 21 nombres, ordenados alfabéticamente y alternando denominaciones masculinas y femeninas. Esta selección busca mantener un equilibrio y una identificación clara, de modo que cada borrasca con gran impacto pueda ser reconocida fácilmente por la población.
Se utilizarán para las borrascas que puedan provocar grandes impactos en bienes y ciudadanos. Para bautizarlas, tendrán que estar activos los avisos naranjas o rojos por vientos muy fuertes o los avisos naranjas y/o rojos por lluvias o nevadas que podrían ir acompañadas de rachas de viento intensas.

Una vez nombrada, la borrasca conservará esa denominación durante todo su ciclo de vida. Además, los avisos relacionados con vientos locales o regionales (como el cierzo, la tramontana o el levante del Estrecho) no se consideran para decidir el nombramiento de una borrasca de gran impacto.
En el caso de que la borrasca se produzca por los restos de un huracán o ciclón tropical, se utilizará la misma denominación asignada por el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Miami, añadiendo el prefijo "ex-".
¿Qué es una borrasca de gran impacto?
Una borrasca es un sistema de baja presión donde los vientos giran en sentido antihorario en el hemisferio norte. Es un tipo de ciclón —un término general que abarca fenómenos como huracanes, tifones, bajas polares y medicanes— que se desarrolla entre los 30 y 60º de latitud.
El aire fluye hacia el interior de las borrascas y asciende desde allí, lo que produce formación de nubosidad y precipitaciones. Estas generan vientos intensos, que se vuelven más fuertes cuanto más baja es la presión en el centro de la depresión.
Se asignará nombre a las borrascas que se intensifiquen lo suficiente como para causar un impacto significativo en personas y bienes, aunque no es requisito que pasen por un proceso de ciclogénesis explosiva.

Respecto a esto último, hay que recordar que una ciclogénesis simplemente es el proceso de formación de una borrasca. Este fenómeno se considera explosivo cuando la presión en su centro disminuye 18-24 hPa en 24 horas, dependiendo de la zona considerada.
Sin lugar a dudas, este tipo de identificación no solo mejora la comunicación y la difusión de avisos y alertas, sino que también ayuda a que los eventos meteorológicos sean más fáciles de recordar.