La contaminación del aire podría provocar migraciones masivas

Los índices de contaminación siguen en peligroso aumento en muchas ciudades de todo el mundo. Esto potencia la migración de personas y pronto podría generar a una grave crisis humanitaria.

Madrid
Un estudio concluyó que Madrid es la ciudad con mayores índices de contaminación por dióxido de nitrógeno.

La contaminación del aire sigue creciendo en muchas ciudades de todos los continentes, y se ha transformado en una cada vez más preocupante causa asociada a muertes evitables. Sailesh Mehta, abogado especializado en casos ambientales, en una entrevista con The Guardian dijo que "el vínculo entre la migración y la degradación del medio ambiente es claro. A medida que el calentamiento global haga inhabitables partes de nuestro planeta, la migración masiva se convertirá en la norma. La contaminación del aire y del agua no respeta las fronteras nacionales. Podemos evitar que una crisis humanitaria y política se convierta en una crisis existencial. Pero nuestros líderes deben actuar ahora".

Uno de los derechos humanos más esenciales es el derecho a respirar aire limpio y sano. Lentamente los gobiernos y los tribunales están empezando a reconocerlo. El problema no es sólo de los países del tercer mundo. La contaminación del aire contribuye a unas 200.000 muertes al año en el Reino Unido. Una de cada cuatro muertes en todo el mundo puede estar relacionada con la contaminación.

Un estudio realizado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), en colaboración con investigadores del Instituto Suizo de Salud Tropical y Pública (Suiza) y de la Universidad de Utrecht (Países Bajos), indica que entre las 858 ciudades estudiadas en Europa, Madrid encabeza la lista como la ciudad con más mortalidad asociada al dióxido de nitrógeno (NO₂).

La contaminación en el punto de mira

Según indica El País, la posición de las distintas ciudades europeas en el estudio depende de factores como la población, las muertes atribuibles a la polución y la esperanza de vida en cada lugar. Este escenario europeo se repite en todos los continentes, con variantes mucho más graves en Asia. Junto a Madrid, Amberes (Bélgica) y Turín (Italia) encabezan la lista de las urbes con mayor carga de mortalidad atribuida al NO₂.

La principal causa de contaminación por NO₂ es el tráfico de automóviles, sobre todo vehículos de diésel. En cuanto a las partículas finas, otras de las formas potencialmente peligrosas de la contaminación, aunque el tráfico también las aporta, son las industrias, la calefacción doméstica y la quema de carbón y madera.

Algunos países están empezando a dar pasos para mejorar la situación. Esta semana, una decisión adoptada por un tribunal francés esta semana ha sentado un importante precedente. Se trata del caso de un hombre de Bangladesh con asma, que evitó ser deportado de Francia al argumentar su abogado que corría el riesgo de un grave deterioro de su estado de salud, y posiblemente de una muerte prematura, debido a los peligrosos niveles de contaminación que hay en su país. Es la primera vez que la justicia de un país reconoce que la contaminación puede forzar al movimiento de las personas.

Según el índice de desempeño ambiental generado por las universidades de Yale y Columbia, Bangladesh se ubica en el puesto 179 del mundo en cuanto a calidad del aire en 2020, mientras que la concentración de partículas finas en el aire es seis veces superior al máximo recomendado por la Organización Mundial de la Salud.

Contaminación
La contaminación del aire es una de las causas que aceleran las migraciones.

7 millones de muertes prematuras

Hoy sabemos que la contaminación del aire se asocia al menos 7 millones de muertes prematuras al año, por lo que muchas personas con problemas de salud, o buscando una mejor vida sin estos peligros, migran hacia lugares con mejor calidad de aire para permanecer a salvo. La contaminación atmosférica es un desastre de salud pública mundial que no recibe la atención que merece porque la mayoría de las personas que mueren son pobres o vulnerables por otros motivos.

Gran parte de la contaminación en países como Bangladesh se asocia a procesos industriales de muy baja calidad. Casos como éste, en los que la calidad del aire u otra contaminación se convierte en una razón para evitar la deportación, son pasos concretos que da la justicia para reparar parte del problema. Pueden sentar las bases para otros casos futuros en los que los impactos del cambio climático proporcionen motivos para permitir que las personas no sean deportadas.