Consejos para conservar los alimentos esta Navidad evitando salmonellas, por la farmacéutica Gemma del Caño

Las Navidades son esa maravillosa época del año en la que la mesa se llena de comida, la familia de opiniones no solicitadas y el frigorífico de “esto me lo guardas, que mañana aún está bueno”.

Navidad
Las Navidades tienen que ser momentos de alegría sin descuidar la seguridad alimentaria.

Entre tanto brillo y villancico, hay una verdad que no suele salir en los anuncios: hay alimentos que en estas fechas se convierten en pequeñas bombas de relojería. No por malos, sino porque los manejamos regular, o porque nos venden azúcar con forma de tradición.

Aquí va la guía definitiva para identificar los alimentos navideños más peligrosos y comerlos sin pedir turno en Urgencias.

Mariscos: el “Ferrari” de la intoxicación alimentaria

Los mariscos son los reyes de la mesa navideña, pero también los reyes de los errores humanos. Se descongelan mal, se recalientan cuando no deberían y a veces vienen de cadenas de frío dudosas. Además, los alérgicos a crustáceos pueden reaccionar incluso con trazas mínimas o vapores. Todo lo que puede salir mal con un marisco, en Navidad sale peor.

Consejos para sobrevivir

  • Descongelar siempre en la nevera.
  • No recalientes marisco cocido.
  • Señaliza en la mesa qué alimentos llevan marisco.
  • No use los mismos utensilios para servir platos de alérgicos y no alérgicos.

Salmón ahumado: elegante, fino… y amigo de la Listeria

El salmón ahumado parece el canapé más cómodo, pero es un producto listo para consumir y sin tratamiento térmico posterior (salvo que indique "pasteurizado"). Si trae Listeria, ahí se queda. Y además tendemos a abrirlo, usar dos lonchas y dejar el resto atrapado en el limbo de la nevera durante días.

Tips para manejarlo bien

  • Consume el producto en 3 días máximo desde que lo abres.
  • Guárdalo bien cerrado y en la zona más fría de la nevera.
  • No lo sirvas sobre bandejas calientes.

Canelones y lasañas: tradición vs. termodinámica

Los platos gigantes de horno son deliciosos, pero un paraíso para el Clostridium perfringens. Tardan una eternidad en enfriarse y suelen recalentarse de manera desigual. Y lo peor: muchas familias los dejan reposar horas en la encimera “para que asienten”, que es la manera fina de decir “criando bacterias con cariño”.

Consejos para no convertir la comida en incubadora

  • Enfría en recipientes pequeños.
  • Recalienta hasta que salga vapor.
  • Cocina cantidades razonables para tu mesa.

Frutos secos: alergias, aflatoxinas y azúcar disfrazado

Los frutos secos navideños vuelan. Pero no son tan inocentes. Por un lado, son uno de los alérgenos más problemáticos en reuniones familiares. Por otro, si son de mala calidad o se almacenan mal, pueden contener aflatoxinas. Y además, muchas versiones navideñas vienen recubiertas de azúcar, miel, cacao o glaseados que tienen más azúcar que un roscón entero.

alergias a los frutos
Los frutos secos tienen que tener doble cuidado: los alérgicos y la conservación para evitar humedades que provocan aflatoxinas.

Tips para un consumo seguro

  • No mezcles frutos secos distintos si hay alérgicos.
  • Compra productos de calidad y evita los mustios.
  • Revise las etiquetas para controlar el azúcar añadido.

Dulces navideños: el festival del azúcar oculto

Nos encantan los turrones, polvorones y mazapanes, pero algunos superan el 50–60% de azúcar. Entre turrón duro, blando, de chocolate y mazapanes varios, acabamos sumando una montaña de glucosa que ni vemos venir. Y encima los “naturales” con miel o jarabe parecen más sanos… pero siguen siendo azúcar.

Consejos para no morir por sobredosis de dulzor

  • Sírvelos en platos pequeños.
  • Elige turrones con alta proporción de almendra.
  • Recuerda que las versiones “sin azúcar” no son de consumo libre.

Roscón de Reyes: el peligro real no es la haba… es la nata

La nata del roscón es deliciosa, pero microbiológicamente es un desmadre. Se estropea muy rápido y muchas familias lo dejan fuera toda la noche “para desayunar sin frío”. A eso se suma un detalle importante: muchos roscones no llevan nata de vaca, sino cremas vegetales montadas con aceites, estabilizantes y azúcar. Aguantan más, sí, pero también necesitan frío y también pueden dar problemas si se deja a temperatura ambiente.

Navidad
Para saber si el roscón tiene nata o grasas vegetales, mira en la etiqueta si pone "nata" o "sabor nata".

Tips para evitar disgustos

  • Si el roscón lleva nata o crema vegetal, siempre a la nevera.
  • Si no sabes cuándo se rellenó, compra el roscón sin rellenar.
  • No lo dejes en la mesa hasta que lleguen los Reyes.

Huevos y mahonesas caseras: tradición más huevo crudo, igual a peligro

La ensaladilla rusa, el relleno del pavo o las salsas caseras muchas veces llevan huevo crudo. El problema es que la Salmonella no cierra por vacaciones. Si se prepara con horas de antelación o se mantiene mal, el riesgo se multiplica. Nada arruina más una cena que una salmonelosis “de regalo”.

Consejos para preparar mahonesas seguras

  • Usa huevo pasteurizado.
  • Mantén siempre en frío hasta servir.
  • Si sobra, no se guarda.

La Navidad es segura… si las decisiones también lo son

Los alimentos navideños no son peligrosos por sí mismos: lo somos nosotros cuando nos confiamos. Las bacterias no entienden de espíritu navideño ni de sobremesas eternas.

Así que disfruta, reparte, brinda, repite plato… pero que tus invitados recuerden tu cena por el sabor, no por la intoxicación. Que los Reyes Magos traen regalos, pero las bacterias también. Y esas no aceptan devoluciones.

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