¿A dónde van los microplásticos una vez que pasan a las aguas oceánicas? ¿Se hunden o permanecen en la superficie?

Un equipo de científicos japoneses descubre que los pequeños microplásticos se hunden en las profundidades del océano de dos maneras distintas y sus concentraciones varían de forma significativa.

Imagen conceptual del hundimiento de los microplásticos. Fuente: Mao Kuroda, et al, Environmental Science & Technology, https://doi.org/10.1021/acs.est.5c08983

En un artículo publicado en la revista Environmental Science & Technology, investigadores de la Universidad de Kyushu informan que han desarrollado un nuevo método para analizar con mayor precisión la distribución de pequeños microplásticos en el océano a diversas profundidades. Sus hallazgos mostraron que las concentraciones de pequeños microplásticos suspendidos en el océano oscilan entre 1.000 y 10.000 partículas por metro cúbico. El equipo también descubrió que los pequeños microplásticos se hunden en las profundidades del océano de dos maneras distintas: algunos alcanzan una flotabilidad casi neutra y se desplazan a profundidades específicas, mientras que otros se hunden rápidamente en las profundidades marinas.

Desde la aparición del plástico a principios del siglo XX, los residuos plásticos y la contaminación han sido un problema global. A medida que los plásticos se degradan, se fragmentan en fragmentos más pequeños. Cuando alcanzan un tamaño inferior a 5 mm, se denominan microplásticos.

Cuando estos microplásticos se degradan aún más, hasta alcanzar un tamaño de 10 a 300 µm, los llamamos microplásticos pequeños. Muchos investigadores están estudiando la distribución y el movimiento de los microplásticos en el océano. Sin embargo, cuando alcanzan ese tamaño, se vuelven más difíciles de recolectar y analizar”, explica el profesor Atsuhiko Isobe, del Instituto de Investigación de Mecánica Aplicada de la Universidad de Kyushu y uno de los investigadores que dirigió el estudio. “No existía un protocolo estandarizado para evaluar la presencia de microplásticos pequeños en el océano que pudiera minimizar la contaminación, la pérdida de partículas y la posible fragmentación”.

Zonas del estudio en el Pacífico. Fuente: Mao Kuroda, et al, Environmental Science & Technology, https://doi.org/10.1021/acs.est.5c08983

La mayoría de los microplásticos oceánicos están compuestos de polietileno y polipropileno. Estos materiales son menos densos que el agua de mar, por lo que flotan cerca de la superficie. Sin embargo, con el tiempo, algas, bacterias y otros organismos marinos se adhieren a su superficie en un proceso llamado bioincrustación. Esto hace que el microplástico aumente de peso y se hunde hacia el fondo marino.

Estudios anteriores que recolectaron pequeños microplásticos del océano utilizaron redes de arrastre o agua marina bombeada desde diferentes profundidades. Sin embargo, los investigadores aún carecían de una visión detallada de la distribución de pequeños microplásticos a diferentes profundidades oceánicas.

Para lograr esta visión más clara, desarrollamos un protocolo que recolectó agua de mar de 12 capas oceánicas (de 0 a 1000 m) en 4 regiones del Océano Pacífico Norte”, explica Isobe. “Nuestro método requirió solo unos 50 litros de agua de mar, lo que representa entre uno y dos órdenes de magnitud menos que el muestreo con bomba convencional”.

Para garantizar una detección precisa y prevenir la contaminación por microplásticos en suspensión, el análisis se realizó en una cabina limpia instalada en el buque de reconocimiento. El equipo también desarrolló un protocolo para minimizar la destrucción de estos frágiles microplásticos.

Nuestros hallazgos revelaron que los microplásticos pequeños llegan a las profundidades marinas mediante dos vías distintas: la deriva y el hundimiento.

En la primera, los microplásticos alcanzan una flotabilidad neutra con el agua del mar. Posteriormente, se desplazan en una zona del océano con una densidad del agua de entre 1023 y 1025 kilogramos por metro cúbico, a profundidades de entre 100 y 300 metros aproximadamente —continúa Isobe—. Estos pequeños microplásticos se desplazarán a través de esta capa durante aproximadamente 20 a 40 años.

El muestreador de agua: El muestreador multicapa, instalado en el buque escuela Umitaka-maru, recolecta unos 50 litros de agua de mar a diferentes profundidades oceánicas y la analiza para detectar pequeños microplásticos. Universidad de Kyushu

Otra forma en que los microplásticos pequeños llegan a las profundidades marinas es aumentando su densidad mediante la bioincrustación, lo que provoca su hundimiento hasta el fondo marino. El equipo observó que la concentración de microplásticos pequeños a la deriva en el océano oscilaba entre 1000 y 10 000 partículas por metro cúbico de agua de mar.

De cara al futuro, queremos recopilar más datos para aclarar la amplia distribución de los microplásticos en el océano. También pretendemos investigar su impacto en el medio marino”, concluye Isobe. “Comprender el impacto ambiental de los microplásticos requerirá más tiempo, pero nuestros hallazgos demuestran que el medio marino se está contaminando irreversiblemente y requiere medidas urgentes para contrarrestarlo”.

Fuente: Universidad de Kyushu

Referencia

Mao Kuroda, et al, Settling and Along-Isopycnal Subduction of Small Microplastics Into Subsurface Layers of the Western North Pacific Ocean. Environmental Science & Technology, https://doi.org/10.1021/acs.est.5c08983

Esta entrada se publicó en Noticias en 03 Dic 2025 por Francisco Martín León

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