Una misión de naves espaciales gemelas revela que podría haber un lado "caliente" de la Luna
Los científicos encuentran que la cara visible de la Luna (es decir, la cara que mira hacia la Tierra) y la cara oculta presentan diferencias notables en sus estructuras externas e internas.

La cara visible de la Luna (es decir, la que mira hacia la Tierra) es oscura y está dominada por antiguos flujos de lava, mientras que la cara oculta es más accidentada. Investigadores de la NASA sugieren que esto se debe a un interior lunar irregular. Utilizando datos de las sondas gemelas Ebb and Flow, encontraron una diferencia del 2 al 3 % en la capacidad del manto lunar para deformarse en cada cara. Afirman que estos datos podrían explicarse por la temperatura interior del hemisferio más cercano, que es hasta 170 °C más alta que la cara oculta.
La detección de diferencias entre el interior de la Luna en los hemisferios cercano y lejano, según se informa en Nature.
Los hallazgos, basados en datos del campo gravitacional de la misión GRAIL (Laboratorio de Recuperación de Gravedad e Interior) de la NASA, indican que probablemente existan variaciones de temperatura en las profundidades de la Luna. Esta asimetría interna podría explicar el contraste en la apariencia de la superficie lunar y la variación en la actividad volcánica entre las caras visible y oculta.
Dos caras lunares muy diferentes
La cara visible de la Luna (es decir, la cara que mira hacia la Tierra) y la cara oculta presentan diferencias notables en geología, vulcanismo y espesor de la corteza. La cara visible es oscura y está dominada por lava (lo que indica una mayor concentración de vulcanismo), mientras que la cara oculta es más accidentada. Algunos investigadores han planteado la hipótesis de que estas diferencias podrían explicarse por la variación en la estructura interna de la Luna, pero la evidencia observacional ha sido insuficiente.
Ryan Park y sus colegas analizaron datos de la misión GRAIL de la NASA para cartografiar la respuesta gravitacional de la Luna a su órbita alrededor de la Tierra, lo cual puede ofrecer información sobre la estructura interna del satélite. Encontraron una diferencia del 2% al 3% en la capacidad del manto lunar para deformarse entre la cara visible y la cara oculta.
Park y sus colegas modelaron la estructura de la Luna y determinaron que estas cifras se pueden explicar por una diferencia de temperatura del manto de 100 a 200 Kelvin entre ambos hemisferios, donde el manto de la cara visible es más cálido que el de la cara oculta. Plantean la hipótesis de que esta diferencia térmica podría deberse a la desintegración radiactiva del torio y el titanio en la cara visible de la Luna, que podría ser un remanente de la actividad volcánica que formó la superficie de la cara visible hace 3000 a 4000 millones de años.
Los autores señalan que los métodos utilizados para sondear el interior de la Luna podrían emplearse para medir diferencias en la estructura de otros cuerpos planetarios como Marte, Encélado y Ganímedes, específicamente porque no dependen del aterrizaje de una nave espacial en la superficie.
Referencia
R. S. Park et al, Thermal asymmetry in the Moon's mantle inferred from monthly tidal response, Nature (2025). DOI: 10.1038/s41586-025-08949-5