El telescopio Jame Webb ofrece una nueva mirada a un campo profundo del universo: Campo Ultraprofundo del Hubble

El Campo Ultraprofundo de Hubble, una región rica en galaxias lejanas, ha sido redescubierto por el telescopio espacial James Webb revelando detalles pocas veces visto con anterioridad.

Un área del espacio profundo con miles de galaxias de diversas formas y tamaños. La mayoría son circulares u ovaladas, con algunas espirales. Las galaxias más distantes son más pequeñas, reducidas a simples puntos, mientras que las galaxias más cercanas son más grandes y algunas parecen brillar. Las galaxias rojas y naranjas contienen más polvo o mayor actividad estelar. Crédito: ESA/Webb, NASA y CSA, G. Östlin, PG Perez-Gonzalez, J. Melinder, Colaboración JADES, M. Zamani (ESA/Webb)

Esta imagen del Telescopio Espacial James Webb de la NASA/ESA/CSA revisitó una de las regiones más emblemáticas del cielo, el Campo Ultraprofundo de Hubble, a través de dos instrumentos del Webb. El resultado es una visión detallada que revela miles de galaxias distantes, algunas de las cuales datan de los primeros períodos de la historia cósmica.

El campo que se muestra aquí, conocido como la región MIRI Deep Imaging Survey (MIDIS), se observó con el filtro de longitud de onda más corta del Instrumento de Infrarrojo Medio (MIRI) del Webb durante casi 100 horas. Esta es la observación más larga del Webb de un campo extragaláctico con un solo filtro hasta la fecha, lo que produce una de las imágenes más profundas jamás obtenidas del universo. Combinada con datos de la Cámara de Infrarrojo Cercano (NIRCam) del Webb, esta imagen permite a los astrónomos explorar cómo se formaron y evolucionaron las galaxias a lo largo de miles de millones de años.

Estas observaciones profundas han revelado más de 2500 fuentes en esta diminuta porción del cielo. Entre ellas, se encuentran cientos de galaxias extremadamente rojas, algunas de las cuales probablemente sean sistemas masivos oscurecidos por el polvo o galaxias evolucionadas con estrellas maduras que se formaron en los inicios del universo. Gracias a la nítida resolución del Webb, incluso en longitudes de onda del infrarrojo medio, los investigadores pueden resolver las estructuras de muchas de estas galaxias y estudiar cómo se distribuye su luz, arrojando luz sobre su crecimiento y evolución.

En esta imagen, los colores asignados a los diferentes tipos de luz infrarroja resaltan las sutiles distinciones que los astrónomos pueden hacer con estos datos profundos. El naranja y el rojo representan las longitudes de onda más largas del infrarrojo medio. Las galaxias en estos colores presentan características adicionales, como altas concentraciones de polvo, abundante formación estelar o un núcleo galáctico activo (AGN) en su centro, que emiten más luz infrarroja lejana.

Las galaxias pequeñas, de color blanco verdoso, son particularmente distantes y presentan un alto corrimiento al rojo. Esto desplaza su espectro luminoso hacia las longitudes de onda máximas del infrarrojo medio de los datos, que se representan en blanco y verde. La mayoría de las galaxias en esta imagen carecen de estas características de aumento del infrarrojo medio, lo que las hace más brillantes en longitudes de onda más cortas del infrarrojo cercano, que se representan en azul y cian.

Al regresar a este campo heredado que se hizo famoso por primera vez gracias al telescopio espacial Hubble de la NASA/ESA, Webb continúa y expande la tradición del campo profundo, revelando nuevos detalles, descubriendo galaxias previamente ocultas y ofreciendo nuevos conocimientos sobre la formación de las primeras estructuras cósmicas.

Proporcionado por la Agencia Espacial Europea, ESA

Esta entrada se publicó en Noticias en 19 Ago 2025 por Francisco Martín León