Entrevista del mes: José María Sánchez-Laulhé Ollero

Director del CM de Málaga de AEMET. Director de la revista “Tiempo y Clima” (Boletín de la AME) 

¿En qué momento de su vida decidió ser meteorólogo?, ¿Fue la suya una vocación temprana por la Meteorología?

Al acabar la carrera de Físicas entré en el departamento de Termología de la Universidad de Sevilla. Mi tesis doctoral no avanzaba al ritmo que quería, aunque ya tenía muy avanzada la construcción de un calorímetro para medir propiedades ferroeléctricas de cristales, cuando en 1984 salieron convocadas las oposiciones al cuerpo de Ayudantes de Meteorología (hoy Diplomados) del entonces Instituto Nacional de Meteorología, me presenté y aprobé. Al año siguiente saqué las oposiciones de Meteorólogos del Estado. Por tanto no tuve una vocación especial por la meteorología, pero siempre me atrajo la posibilidad de aplicar los conocimientos de la física a los fenómenos que ocurren en la atmósfera. Aunque en mi estancia en la universidad aprendí bastante de algunos de mis compañeros, creo que no me equivoqué con el cambio. Disfruto con lo que hago para ganarme la vida. Todo un lujo.

Durante todos los años en que lleva ejerciendo como meteorólogo, ¿qué episodio meteorológico es el que le ha impresionado más? (por su magnitud, singularidad…).

He vivido bastantes fenómenos impresionantes.El que más me impresionó, sin duda, fue la inundación de Málaga del 14 de noviembre de 1989, año en que me incorporé al Grupo de Predicción y Vigilancia (GPV) de Málaga, que provocó dos muertes, aisló la ciudad, y ocasionó enormes daños económicos. Pero ahí no acabó todo, durante un mes la población de la ciudad vivió atemorizada y sufriendo otras inundaciones en los días 21 y el 26 de noviembre y 8 de diciembre. En el balance final de estas inundaciones aparecen ocho muertos, 1000 inmuebles afectados y daños económicos evaluados en unos 100.000 millones de pesetas. Noviembre de 1989 es el mes más lluvioso de la historia del observatorio del aeropuerto de Málaga hasta el presente.

Figura 1.- Imagen del Meteosat-4 en su canal visible que muestra la configuración nubosa en torno a la profunda borrasca causante de inundaciones catastróficas en Málaga el 14 de noviembre de 1989.

Otro fenómeno tremendo fue el tornado de Málaga del 1 de febrero de 2009, un EF2 en la escala de Fujita, el tornado más intenso que ha impactado en una capital española, recorriendo más de 3 km y produciendo enormes daños. En la inspección de los daños para evaluar la intensidad del tornado me impresionó su fuerza al ver cómo, en los talleres de la empresa municipal de autobuses de Málaga, había levantado una caja de cambio de más de 400 kg de peso de un autobús, y llevado a unos 50 metros de distancia, saltando limpiamente las vías del tren.

También fue impresionante la oscilación de la temperatura en Melilla el 23 de julio de 2001. Poco antes de las 8:30 de la mañana, subió repentinamente 17 °C, pasando de 24 °C a 41 °C, bajando luego hasta 26 ºC. Poco después se repitió subiendo bruscamente unos 15 °C para volver a bajar rápidamente a 24 ºC.

Otro enorme desastre fue el incendio de la Costa del Sol de 30 de agosto de 2012, el incendio forestal históricamente más virulento de Andalucía, por su rapidez de propagación, con gran incidencia de pavesas de largo recorrido (algunas con recorrido de más de 30 km, de Marbella a Estepona), y por la magnitud de las pérdidas económicas causadas. Causó una muerte y la evacuación de unas 4000 personas, entre ellas el pueblo completo de Ojén. Debió su virulencia y duración a la irrupción durante el incendio de una entrada brusca de viento de levante, una corriente de densidad atrapada en la costa similar a una galerna.

Considerando escalas temporales más largas ahora estamos viviendo un evento espectacular del fenómeno climático ENOS (El Niño-Oscilación del Sur), un episodio intensísimo de El Niño que aunque sucede en el Pacífico central tropical está generando fenómenos extremos en buena parte del mundo; y sus repercusiones más importantes estén probablemente por llegar. Probablemente el anómalo comportamiento climático de los meses de diciembre y enero en la Península Ibérica e islas Canarias se deba a El Niño. El cambio climático antropogénico ha causado dos récords consecutivos en la temperatura media global en 2014 y 2015, y probablemente la suma de los efectos de El Niño y del cambio climático causen un tercer record consecutivo en 2016.

El tiempo en la Costa del Sol es con frecuencia apacible, pero a veces cambia radicalmente. ¿Qué tipo de situaciones meteorológicas son las más favorables para que llueva torrencialmente en Málaga y otros lugares de la Costa del Sol?

Sin duda la situación más favorable para las precipitaciones intensas se produce con la presencia de una DANA en el golfo de Cádiz. Las montañas de Alborán hace que se genere viento de levante en niveles bajos y por tanto un giro del viento con la altura, o sea una cizalladura vertical del viento, de E a SSW, que en situaciones de inestabilidad condicional, que provoca la presencia de la DANA, da como resultado un ambiente muy favorable a la generación de formaciones nubosas convectivas con movimientos verticales fuertes y organizados, generadoras de tiempo adverso.

Una de las particularidades meteorológicas de la ciudad de Málaga es el terral. ¿Qué nos puede comentar sobre este viento local y su incidencia en la ciudad?

El terral es un viento de componente norte, que en su descenso de las montañas hacia el mar se acelera y se calienta pudiendo alcanzar sus rachas valores muy fuertes y en verano temperaturas muy altas en el litoral, en ocasiones las más altas de España. Curiosamente en los meses cálidos, lo normal es que los terrales ocurran cuando sobre la península Ibérica incide una masa de aire relativamente fría de procedencia atlántica que hace bajar las temperaturas del interior peninsular. La explicación es que en esta época del año esa masa fría no tiene un gran espesor y está cubierta por una inversión de temperatura a poca altitud, por lo que resulta en buena parte bloqueado por las montañas béticas, y el aire que alcanza la costa desciende desde capas relativamente altas mientras se calienta a razón de 1ºC por cada 100 metros de descenso. Puede que el aire frío quede completamente bloqueado por la cordillera y en este caso es el aire cálido por encima de la inversión el que desciende laderas abajo, alcanzando temperaturas muy altas. Este terral extremadamente cálido es un viento de ladera Foehn. Los vientos terrales en verano tienen sin embargo un importante efecto positivo, pues enfrían la temperatura de la superficie del agua del mar en las proximidades de la costa por el afloramiento de agua profunda, lo que produce la moderación de las temperaturas mínimas en la zona litoral.

Un caso muy distinto de terral ocurre cuando la masa fría que incide sobre las sierras del litoral es de gran espesor y el viento que incide perpendicular a las montañas es fuerte, entonces al paso del aire sobre la cordillera los vientos pueden superar un cierto umbral crítico de intensidad (el flujo se vuelve supercrítico), por encima del cual la disminución de la presión por efecto Venturi rompe el equilibrio hidrostático, y aplasta la capa de aire frío contra la montaña, causando que se intensifiquen aún más los vientos fuertes y se peguen a la montaña en su descenso por la ladera. Las superficies de presión constante también se pegan a la montaña, por lo que el aire no experimenta la compresión ni el calentamiento en el descenso. Este terral frío, que es el que alcanza intensidades mayores, es un tipo de viento de ladera denominado Bora, ocurre en invierno con advección muy fría normalmente del NE, y causan daños particularmente intensos en la zona de Marbella, que está particularmente protegida de los terrales cálidos.

Figura 2.- El entrevistado posando en su despacho del CM de Málaga de AEMET
Si tuviera tiempo, ¿qué estudio o estudios le gustaría llevar a cabo en su zona?Sin duda estudios de situaciones de precipitaciones intensas. ¿Cómo se está manifestando el cambio climático en el ámbito geográfico de Alborán (zona marítima y litoral)?, ¿se detecta algún cambio significativo en el régimen de vientos, por ejemplo?

Como en el resto de España, la subida de temperatura en superficie en los últimos años ha sido muy grande; En Málaga, la temperatura media ha subido 0.5 ºC en una década (diferencia entre los valores medios de los periodos de referencia 1971-2000 y 1981-2010), mientras en España peninsular 0.48 ºC por década en el periodo 1973-2005. Este calentamiento es muy alto si considera que según el IPCC la temperatura global en superficie ha subido 0,74°C en 100 años (1906-2005). Pero la subida de temperatura en España no es únicamente imputable al cambio climático antrópico, sino también en la variabilidad natural. Hay que considerar que en los años 60 y 70 del siglo pasado las temperaturas del agua superficial del océano Atlántico Norte sufrieron un notable enfriamiento, cuyas causas no se conocen bien, pero que originaron una ralentización de la Circulación Oceánica Meridional Atlántica (AMOC) y entonces cualquier cálculo que se haga que parta de esos años dará valores muy altos.

En general, en la costa de Alborán las temperaturas mínimas han aumentado más que las máximas, siendo este aumento más notorio en Málaga, donde las temperaturas media de las mínimas ha subido 0.6 ºC por década, mientras que la media de las temperaturas máximas ha subido 0.4 ºC.Extraer conclusiones sobre la tendencia del régimen de vientos a largo plazo es complicado pues los anemómetros han evolucionado mucho y las series de datos son poco homogéneos. Aun así, considerando los datos brutos de los primeros quince años de este siglo con los de los últimos quince años del siglo pasado, los valores medios de la intensidad del viento en los aeropuertos de Málaga y Almería han aumentado. Pero si se diferencia por intensidades, se observa que la variación de la frecuencia de vientos de fuerza 5 o mayores de la escala Beaufort, >28 km/h, no parece significativa. Sin embargo se observa un cambio en la frecuencia por direcciones de esta clase de viento, disminuyendo en particular la dirección NW en Málaga, que es la habitual del terral en la ciudad, lo que podría implicar una disminución del afloramiento de agua profunda y contribuir al aumento en la temperatura del agua del mar y, por consiguiente, de las temperaturas mínimas en los meses cálidos en la franja costera.

Por el contrario sí ha crecido bastante la frecuencia de vientos con intensidades entre 15 y 28 km/h (brisa moderada) a costa de una disminución en la frecuencia de los vientos de intensidades menores, propias de la brisa débil. Dado que en los últimos años la temperatura mínima (muy ligada a la temperatura del agua del mar en los meses cálidos) ha crecido más que la máxima, no parece que estas variaciones puedan ser achacables a una brisa más intensa, y quizá pueda imputarse a una mayor sensibilidad de los sensores de viento.

Desde otra perspectiva, en latitudes medias y altas los episodios de vientos fuertes están ligados a la presencia de la corriente en chorro en niveles altos de la troposfera, y por tanto al paso de frentes, que en nuestras latitudes ocurre cuando la NAO, Oscilación del Atlántico Norte, esté en fase negativa. Una variación en la frecuencia de NAO negativa supondría un cambio en la frecuencia de episodios de vientos fuertes que se reflejaría en la precipitación. Pero los estadísticos de la precipitación anual para Málaga para 1986-2000 son: media 539 l/m2; mediana 442 l/m2, y para 2001-2015: media 525 l/m2; mediana 457 l/m2. Como vemos, desde una perspectiva climatológica, de estos datos no podemos concluir que exista un cambio de régimen de vientos ligados a una variación en la frecuencia de NAO negativa.

Dejando a un lado los vientos asociados a la convección, en la zona de Alborán también se pueden producir vientos fuertes de levante cuando la corriente en chorro está en latitudes más altas, cuyo origen está en las irrupciones de aire polar en el Mediterráneo por el valle del Ródano. Estas irrupciones de aire frío, que ya fueron estudiadas por el maestro José María Jansà Guardiola en los años 50, empujan hacia el sur la masa de aire mediterránea, y hacia el Estrecho de Gibraltar al alcanzar Alborán, donde se muestra como un frente de poco espesor que se desplaza hacia el oeste con vientos de levante que pueden ser fuertes. Estos frentes pueden quedar varados en el Estrecho varios días, produciendo en el este del Estrecho de Gibraltar nubosidad de retención (tan abusivamente usada), y en el oeste del Estrecho un temporal de levante mesoscalar.

Figura 3.- José María Sánchez-Laulhé analizando una imagen de satélite en la pantalla de un ordenador
¿Cuáles son para Vd. los principales retos a los que se enfrenta en la actualidad la predicción meteorológica?

Sin duda el avance de la predicción meteorológica ha sido causado por el progreso asombroso de los modelos numéricos de predicción en los últimos 40 años. La revolución tranquila, “The quiet revolution of numerical weather prediction”, como se titula un artículo publicado por la revista Nature en 2015. Un progreso al que el Centro Europeo, que el pasado 1 de noviembre de 2015 cumplió oficialmente 40 años, ha contribuido enormemente. Respecto a esto os remito también al artículo que Alejandro Roa ha publicado en el número de enero de Tiempo y Clima de este año.

Pero dada la naturaleza del sistema climático hay retos en todos los alcances temporales de la predicción: diaria, semanal, mensual, estacional, anual, decenal, secular. Para AEMET y en concreto para el GPV de Málaga, tiene especial importancia los retos que plantea las escalas de tiempo más cortas, pues su principal tarea es la emisión de avisos y predicciones de fenómenos meteorológicos que puedan afectar a la seguridad de las personas y a los bienes materiales. Un fenómeno especialmente difícil de predecir son las precipitaciones intensas de origen convectivo para lo cual las guías para la predicción de la precipitación de los modelos operativos no han mejorado lo suficiente, como pudimos constatar en las inundaciones del 7 de septiembre de 2015 que afectaron a zonas de Málaga, costa de Granada y poniente de Almería, y en las últimas lluvias intensas en la Costa del Sol en la noche del 29 al 30 de enero de este año. En este último caso los modelos mostraron bastante incertidumbre en la predicción del movimiento de la DANA. Para mejorar de forma robusta la predicción de las lluvias intensas habría que contar con modelos operativos no hidrostáticos con resoluciones de 1 km, probablemente anidados en salidas de modelos de menor resolución, con los que se genere un conjunto (ensemble) de predicciones para intentar soslayar la inevitable imprecisión en el estado inicial de la atmósfera.

Para predicciones estacionales, un desafío importante para toda Europa es la predicción de la NAO. Hasta ahora los modelos climáticos estacionales operativos mostraban poca capacidad para predecir esta oscilación climática, pero parece que últimamente hay buenas noticias, pues por primera vez un modelo operativo para predicción estacional, el “GloSea5” del Met Office del Reino Unido, de unos 25 km de resolución, ha mostrado tener una alta capacidad de predicción de la NAO de invierno, lo cual constituye un hito en el caso de que los resultados de este artículo sean reproducibles, y da esperanzas de que con una mejora de la resolución de los demás modelos de ECMWF, Météo-France y NCEP, que constituyen junto al del Met Office el sistema multimodelo para la predicción estacional EUROSIP (European Seasonal to Interannual Prediction), produzca un aumento en la predicibilidad de la NAO al menos en invierno.

¿En qué proyectos nacionales e internacionales participa el personal de su Centro?

En los últimos años se ha producido una participación creciente en la operatividad y en proyectos a nivel nacional.
Tras la última reestructuración del Sistema Nacional de Predicción los objetivos de los GPV superan el ámbito geográfico tradicional, ocupándose el GPV de Málaga de la predicción general y de los avisos meteorológicos de toda Andalucía, Murcia, Ceuta y Melilla.

El personal del Centro Meteorológico dedicado a tareas de Estudios y Desarrollos, sin abandonar los estudios meteorológicos de la zona, tiene un papel muy activo en proyectos nacionales de AEMET. Así desde el Centro se coordina, se apoya y se participa en las campañas antárticas anuales, así como se gestiona la base de datos de las estaciones de AEMET en la Antártida; se mantiene y gestiona la aplicación SINOBAS (Sistema de NOtificación de OBservaciones Atmosféricas Singulares). Otros proyectos en los que se colabora con distintas unidades de los Servicios Centrales de AEMET son: la evaluación de modelos climáticos; y generación y mantenimiento de herramientas operativas para el diagnóstico y predicción.

En el ámbito internacional se participa en el proyecto SAF de Eumetsat, concretamente en el desarrollo de un producto para la precipitación convectiva para el SAF de Nowcasting, que lidera AEMET. El objetivo general del SAF de Nowcasting es proporcionar productos y los correspondientes servicios operacionales que optimicen el uso de datos de satélite para la Predicción Inmediata y a Muy Corto Plazo. También meteorólogos del Centro están implicados en cursos para Iberoamérica, de meteorología general para habilitación de meteorólogos, y de meteorología satelital.

Figura 4.- José Vicente Albero, observador especialista en mantenimiento y calibración, y personal de la plantilla del CM de Málaga de AEMET, en acción en una de sus diez campañas en la Antártida
La falta de personal en muchos estamentos del Estado es muy preocupante, ¿cómo vive y solventa este problema desde su puesto de trabajo?

En el Centro Meteorológico, la falta de personal es un problema ha afectado principalmente a los puestos de trabajos a turno el GPV, aunque nunca a la operatividad del mismo. Ahora se ha resuelto en parte con el nuevo diseño del Sistema Nacional de Predicción. A falta de una próxima solución definitiva, los problemas se están solventando con los medios que tiene la Administración del Estado, entre ellos las comisiones de servicio.

¿Qué tipo de labor divulgativa llevan a cabo en el Centro Meteorológico de Málaga?, ¿Hay una buena respuesta por parte de la población?

La mayor labor divulgativa se realiza a través de los medios de comunicación. Desde el Centro Meteorológico se atiende habitualmente a los medios de la parte oriental de Andalucía. Los programas de radio y televisión y los artículos en la prensa escrita con contenido meteorológico tienen una magnífica acogida por parte de la población.
En cuanto a la juventud, en el Centro Meteorológico se reciben visitas de grupos universitarios organizadas con la Universidad de Málaga, en la que se muestra nuestras instalaciones y explicamos nuestro trabajo. Este año tendremos también visitas de alumnos de la Universidad de Granada. Estas dos universidades tienen firmado con AEMET convenios educativos. También todos los años celebramos alrededor del 23 de marzo el Día Meteorológico Mundial con una asistencia creciente de universitarios.

Figura 5.- Fotografía del entrevistado en su despacho, desde donde dirige el CM de Málaga de AEMET.
En Andalucía hay una comunidad muy activa de aficionados a la Meteorología, ¿mantiene algún tipo de relación con ellos?, ¿cómo es tenido en cuenta la labor que desarrollan esos aficionado desde la institución oficial que Vd. dirige?

Ha habido algunas visitas al Centro de la organización ACAMET-Cazatormentas. Colaboramos con AMETSE en su proyecto CLIMAVÉLEZ en la localidad almeriense de Chirivel. También seguimos en las redes sociales a las asociaciones de aficionados pues valoramos su información.

Desde AEMET pedimos especialmente la ayuda de las asociaciones de aficionados para la notificación de fenómenos meteorológicos singulares mediante la aplicación SINOBAS, para lo cual las animamos a que se registren en SINOBAS. Por fenómenos singulares entendemos aquellos que se caracterizan por ser: locales, poco frecuentes, de intensidad significativa, con capacidad de provocar alto impacto social y, a pesar de su intensidad, difícilmente detectados por los medios convencionales de observación meteorológica.

Cada asociación meteorológica registrada en SINOBAS, dispone de un usuario con características de administrador, tanto para introducir reportes, como para dar de alta miembros de su propia asociación (a través de invitaciones). Además los reportes introducidos por algún miembro de una asociación se visualizan en SINOBAS con los datos de la propia asociación, y el usuario de tipo administrador de ésta puede validar (establecer la fiabilidad) de los reportes introducidos por los miembros de su asociación.

¿Qué puede contar a los lectores de la RAM de la revista Tiempo y Clima, que dirige desde hace un par de años?, ¿a qué tipo de lectores va dirigida?

Pues es una revista trimestral dedicada a la meteorología y la climatología con un nivel intermedio, en formato papel y digital. En este formato están libres en la web los números de antigüedad mayor de dos años.

En la revista hay secciones informativas: Noticias, Libros, Congresos y Reuniones, y Actividades AME; secciones de opinión; secciones divulgativas dedicadas a: imágenes de satélite (“La imagen de…”), registros de estaciones meteorológicas automáticas (“Trazas de la temperie”), interpretación de mapas (“Mirando un mapa”); la sección “Fotografía”, con protagonismo preponderante de los aficionados; y además publicamos artículos libres, la mayoría de los cuales tienen un carácter divulgativo; aunque los hay más técnicos que pueden interesar a profesionales o a aficionados con alto nivel en meteorología, como por ejemplo en el último número de enero “La helicidad efectiva en el pronóstico de supercélulas y tornados”. Hay secciones para todos los interesados en meteorología en Tiempo y Clima.

Además de en la sección “Fotografía”, los aficionados tienen también protagonismo en la parte dedicada a SINOBAS dentro de la sección “Crónicas del tiempo”, y pretendemos que lo tengan en la sección “Trazas de la temperie” a la que los aficionados que lo deseen pueden enviar registros de interés de sus estaciones meteorológicas.

En la revista, ¿a qué personaje del mundo de la Meteorología le gustaría entrevistar?

Pues sin duda a Sir Brian Hoskins, meteorólogo y climatólogo del Imperial College London y de la Universidad de Reading, dedicado principalmente a la dinámica atmosférica.

No echa de menos disponer en abierto parte de los contenidos de la revista. Pues es una propuesta interesante porque la revista sería mucho más conocida

¿Hay previsto algún cambio de formato y/o contenidos en la revista a corto-medio plazo?

Yo creo que el director anterior de la revista, Fernando Aguado, hizo un magnifico trabajo y recibí una revista muy interesante cuando le relevé. Desde que estoy en la dirección se han iniciado dos nuevas secciones de carácter divulgativo. En enero aparecen la quinta entrega de “Mirando un mapa” y la segunda de “Trazas de la temperie”, ambas abiertas a cualquiera que quiera participar, y especialmente la segunda a los aficionados.

No tenemos previsto cambiar el formato. Creo que a nuestros lectores y colaboradores les gusta el formato papel, pero no se si en algún momento por las circunstancias habrá que replanteárselo.

NOTAS DE LA REDACCIÓN: Desde la RAM, agradecemos a José María su amabilidad y buena disposición al habernos concedido esta entrevista, y le deseamos el mayor de los éxitos en el ejercicio de la Meteorología.

Esta entrada se publicó en Entrevistas en 07 Mar 2016 por Francisco Martín León