Los fuertes vientos en la cima del Everest “roban” el oxígeno a los escaladores

NATURE La predicción de las bajas presiones puede proteger a los escaladores de elevadas montañas. Los escaladores del Everest podrían morir debido a las caídas repentinas de la presión del aire accio...

NATURE

 La predicción de las bajas presiones puede proteger a los escaladores de elevadas montañas.Los escaladores del Everest podrían morir debido a las caídas repentinas de la presión del aire accionadas por los fuertes vientos de altura, según los científicos que han analizado patrones del tiempo alrededor de la cumbre. Un pronóstico mejor de estos acontecimientos podría salvar vidas.Los montañeros no realizan ningún intento para alcanzar la cima si hay noticias de predicciones de fuertes vientos. Pero Kent Moore, físico de la universidad de Toronto, cree que deben también analizar los sistemas de vientos intensos que roban del aire el oxigeno alrededor del pico.Moore llegó a estar interesado en este problema después de leer “Into Thin Air”, un libro que detalla la muerte de ocho escaladores del Everest durante las tormentas en mayo de 1996. Él afirma que las muertes fueron precipitadas probablemente por una carencia del oxígeno, que habría confundido y desorientado a los escaladores.El pico del Everest se sitúa en la troposfera superior, una parte de la atmósfera donde los vientos que llegan a los 110 kilómetros por hora y más. Esta región también está afectada por los máximos de la corriente en chorro, los jet estreaks, embebidos en la propia circulación intensa de los oestes de niveles altos.El libro describe cómo los montañeros esperaron hasta que se dio una calma en el tiempo, y después comenzaron a subir al pico de Everest. Pero cuando un máximo de viento pasó cerca, poco tiempo después, los escaladores se encontraron con graves problemas.Moore explica que estos máximos de viento pueden arrastrar una cantidad enorme del aire por encima y del lado de la montaña, bajando la presión. Él calcula que esto reduce típicamente la presión parcial del oxígeno del aire en cerca del 6%, que se traduce a una reducción del 14% de oxígeno disponible para los escaladores. El aire, que en esa altitud contiene ya solamente un tercio del oxígeno que el existente a del nivel del mar, disponible para los escaladores de está ya en los límites de la resistencia. La caída repentina en la presión habría producido alteraciones severas.La presión en la cimaPara verificar el acoplamiento entre estos máximos y las caídas de presión repentina, Moore usó los datos de la estación meteorológica más alta del mundo: un sensor dejado por los investigadores de Instituto de Tecnología de Massachussets para registrar la presión barométrica en South Col en 1998.Moore y su colega Juan Semple, doctor del Sunnybrook y hospital de la Universidad de Women's en Toronto, observó cómo el cambio de la presión afectaría a los escaladores. El trabajo fue presentado la semana pasada en la Joint Assembly of the American and Canadian Geophysical Unions.Los escaladores confían en la información de la velocidad del viento para decidir a sí es seguro hacer la subida final. Pero ellos no consideran los máximos de vientos, dice Moore, aunque estos serían fáciles de predecir con técnicas de pronóstico estándares de tiempo. "Cuando los vientos están intensificándose, es un peligro el ascenso, y ellos no tiene en cuenta este hecho”.Los intrépidos escaladores, generalmente, comienzan la subida de la montaña más alta del mundo desde un campo base cerca de los 5000 m, ascendiendo hasta South Col a los 8000 m. De él hay una subida completa hasta la cumbre a 8850 m.El 8 de mayo de 1978 Reinhold Messner y Peter Habeler alcanzaron el Everest sin una fuente de oxígeno. Desde entonces, más y más personas han optado ir al lugar más alto del mundo sin la ayuda de bombonas de oxígeno.La información original proviene del portal NATUREhttp://www.nature.com/nsu/040524/040524-2.html
Esta entrada se publicó en Noticias en 11 Sep 2004 por Francisco Martín León