The Beatles: Clima y tiempo en sus canciones

La meteorología y el clima han inspirado a multitud de creadores en todas las manifestaciones artísticas, desde la pintura y la literatura a la fotografía, el cine, el teatro o la música.

Ramón Pascual, Cati Padilla y Gabriel Pascual
Autor de las fotografías: Ramón Pascual
berghaenel2000(arroba)wanadoo.es

Palabras clave: música, temperie, clima, canciones, Beatles.

Artículo de junio de 2010. Recuperado en julio 2013.

Introducción

La meteorología y el clima han inspirado a multitud de creadores en todas las manifestaciones artísticas, desde la pintura y la literatura a la fotografía, el cine, el teatro o la música.

Hay momentos estelares en la historia del séptimo arte o de la música llamada culta específicamente vinculados a los fenómenos atmosféricos: Gene Kelly bailando y cantando bajo una lluvia torrencial en Cantando bajo la lluvia (G. Kelly- S. Donen, 1952) o la tormenta rugiendo en el segundo movimiento del segundo concierto (Verano) de las Cuatro Estaciones, de Antonio Vivaldi (1723), son solamente dos ejemplos ilustrativos.

La música popular y, en concreto, la música pop o rock y sus múltiples variantes, también ha encontrado en la atmósfera elementos sugerentes que ha integrado en las composiciones, bien formando parte del texto de una canción, bien en forma de motivos musicales, rítmicos, melódicos o armónicos o incluso mediante recursos sónicos más o menos sofisticados. En la miríada de canciones creadas desde aquel ya lejano Rock Around the clock, primer rock and roll en llegar al número 1 en Estados Unidos en 1954 gracias a la interpretación de Bill Haley y The Comets y punto de inicio simbólico de la música moderna tal como la conocemos hoy en día, no son raras aquellas que incluso en su título hacen una referencia explícita a elementos atmosféricos como el viento, la lluvia o las tormentas. Sin duda, una de las más populares ha sido Blowin’ in the wind (1963), canción folk por antonomasia en la cual un joven Robert Zimmerman, alias Bob Dylan, postulaba que las respuestas a muchas preguntas trascendentes flotaban en el seno de las corrientes aéreas.

En todos los géneros de la música popular los letristas, compositores e intérpretes han recurrido a los elementos atmosféricos y sus evoluciones para expresar una determinada sensibilidad. De la Bossa Nova (Aguas de marzo, 1972) al bolero (Esta tarde vi llover) y del blues (Stormy weather, 1933) a las bandas sonoras (Somewhere over the rainbow, 1939), los textos cantados y la música en si misma han desplegado un generoso catálogo de fenómenos y estados meteorológicos. Incluso Albert Hammond y Mike Hazlewood se atrevían a extraer conclusiones climáticas rotundas al afirmar que Nunca llueve al sur de California (1972).

La aproximación meteoro-musical de cuatro liverpudlians de post-guerra

En el número de abril de 2005 del Boletín de la Sociedad Meteorológica Americana Alan Robock publicaba el artículo, “Tonight as I stand inside the rain”. Bob Dylan and Weather Imagery. A partir de su lectura sentimos la curiosidad de analizar, aunque fuese desde la lejanía espacial, temporal y lingüística, el contenido meteoro-climático de las composiciones de los cuatro componentes del grupo musical The Beatles, dentro de su relativamente modesta (en cantidad) discografía oficial, publicada en el Reino Unido entre el 5 de octubre de 1962 y el 6 de marzo de 1970, y hasta el 11 de mayo de ese mismo año en los Estados Unidos.

Si bien no ha lugar la comparación entre el desarrollo literario de Dylan, eterno candidato al Premio Nobel, a lo largo de su carrera y los textos de The Beatles, el atuendo musical que los envuelve y el impacto social y cultural del grupo, durante su existencia y después de su disolución, además de un éxito comercial “estratosférico”, con más de 1000 millones de discos vendidos, parecen justificar un nuevo análisis de esas canciones, esta vez, quizás inéditamente, desde el punto de vista de un meteorólogo.

En el conjunto de las docenas de canciones creadas por los cuatro Beatles, en solitario, la mayoría, o formando diferentes combinaciones entre ellos, el acercamiento a la temática que nos ocupa va in crescendo a lo largo de los años, simultáneamente a la ganancia en riqueza de los textos, proceso que precisamente tiene un punto de inflexión en torno a las primeras fechas de encuentro en Estados Unidos de The Beatles con Bob Dylan, entre agosto de 1964 y agosto de 1965 (Heylin, 2007). La maduración personal de sus miembros, saliendo ya de su primera juventud, y el intercambio cultural con Dylan, participarían de esta progresiva sofisticación textual de igual forma a como lo haría la música del de Minnesota.

Aunque en su catálogo oficial las referencias al tiempo y al clima no tienen una presencia cuantitativamente muy significativa (en 34 canciones he encontrado al menos una referencia más o menos directa a esa temática), a diferencia, por ejemplo, de todo lo que hace alusión al amor o la amistad, la enorme popularidad de algunas de estas canciones y la fuerza expresiva del recurso atmosférico como símil, analogía, alegoría o metáfora, o simplemente como escenario, invitan a mostrarlas y comentarlas.

Sin duda, todos viven inmersos en y beben de una cultura popular, aunque, especialmente John Lennon, también recurren con frecuencia a sus lecturas para configurar las letras de sus canciones. En esa cultura popular el imaginario meteorológico impregna el día a día. La aportación del grupo no es, por tanto, crear nuevas expresiones o imágenes, aunque alguna pueda tener ciertamente un carácter muy personal, sinó inmortalizarlas gracias a un ropaje sonoro a menudo soberbio y al notorio hecho de que la canta alguno o varios de los Fab Four.

Clima y temperie

¿Cuál es realmente el clima vivido por The Beatles, en su infancia, su adolescencia y su juventud? La página web del Met Office nos proporciona abundantes pistas sobre esta cuestión. En ella se muestran promedios de distintas variables meteorológicas para dos periodos de treinta años: 1961-1990 y 1971-2000. Dado que la vida del grupo se desarrolló básicamente en los años 60, parece oportuno seleccionar los valores del periodo más antiguo, máxime teniendo en cuenta la bien detectada tendencia creciente de las temperaturas en los últimos decenios, tanto a nivel global como en el ámbito europeo. En cualquier caso, estos valores responden sólo parcialmente a la pregunta planteada al inicio de este párrafo ya que en 1961 George Harrison, el miembro más joven de la banda, tenía ya 18 años.

Para situarnos, la industrial, marítima y mercantil Liverpool, ciudad que vio nacer a los protagonistas de esta pequeña historia, se encuentra en la costa occidental de Inglaterra, en la región Noroeste, con más concreción, en el lado oriental del estuario del río Mersey, a pocos kilómetros de su desembocadura en el mar de Irlanda.

Las áreas más lluviosas de Gran Bretaña se encuentran a lo largo de la costa occidental, desde Escocia hasta Gales, y también en las montañas de Escocia e Inglaterra. Ello es así tanto en cuanto a la precipitación anual media, con valores máximos superiores a los 3000 mm, como en cuanto al número de días con precipitación superior a los 10 mm, con valores máximos que exceden los 70 días. Sin embargo, el tramo litoral comprendido entre Blackpool y Bangor, que incluye el estuario del río Mersey y la ciudad de Liverpool, disfruta de un tiempo “relativamente” seco, con unos 900 mm de precipitación media anual unos 25 días anuales de precipitación superior a los 10 mm.

El oeste y el norte de la isla, de clima marcadamente oceánico gracias a estar situados en pleno cinturón de vientos del oeste (westerlies), son mucho menos tormentosos que el sudeste, que a su vez es más cálido y continentalizado, pero nuevamente en el área de Liverpool se sitúa un máximo relativo de la temperatura media anual con valores similares (9-10 ºC) a los de los sectores más cálidos de la isla, en la costa sur. Los mapas de temperatura media anual muestran un visible ascenso de la misma entre los dos treintenos.

Entre 5 y 10 días al año la nieve cubre las calles de la ciudad aunque puede nevar entre 20 y 30 días y hiela menos de 20 días anualmente. El número de días de nevada disminuye apreciablemente del primer al segundo periodo considerado, en el que el número anual de días de nevada se queda por debajo de 20. Finalmente, el sol brilla en Liverpool unas 1400 horas al año, lejos de las escasas 900 horas de los Highlands escoceses aunque sin alcanzar las 1600 de la costa que bordea el Canal de La Mancha.

Antes de comenzar este breve camino meteoro-musical, es necesaria una pequeña nota aclaratoria. Aunque, tras un acuerdo previo, en los créditos de las canciones compuestas por John Lennon o Paul McCartney siempre aparecieron ambos apellidos, en la mayoría de ellas es uno de los dos el compositor principal, y así se ha hecho finalmente constar en este artículo, según la información contenida en http://es.wikipedia.org/wiki/Lista_de_canciones_de_The_Beatles (consultada en marzo-abril de 2010). Las fechas de grabación y/o publicación provienen de la misma página web.

Elementos del tiempo y clima en su obra

Un breve repaso de los elementos meteoro-climáticos presentes en esas composiciones muestra al Sol, como astro, y la insolación, o el brillo de la luz solar, como los más recurrentes de forma explícita o implícita. La marcha del sol, por la presencia de nubes o la puesta del astro, es símil de tristeza, o decepción y suscita de inmediato el ofrecimiento de consuelo y ayuda. Por ejemplo, en el tema Any time at all en el que se asegura un apoyo incondicional a un amigo o pareja, se afirma en una estrofa central, nada menos, que aunque el Sol se haya apagado o marchado alguien lo hará brillar nuevamente:

“If the sun has faded away,
I'll try to make it shine,
there's nothing I won't do”
(Any time at all; Lennon, 1964)

If the sun has faded away...

Nuevamente aparece la idea de recuperar el brillo del Sol, en forma de día brillante, en el tema Tell Me What You See, asegurando en esta ocasión que ha sido la nubosidad densa y desarrollada, la que ha oscurecido el día:

“Big and black the clouds may be,
time will pass away.
If you put your trust in me,
I'll make bright your day.”
(Tell Me What You See; McCartney, 1965)

En la anterior estrofa las nubes negras y enormes son símil de preocupaciones o problemas, símil que se repite en otras ocasiones, añadiendo incluso como factor agravante que esa nubosidad esté presente durante la noche:

“And when the night is cloudy,
There is still a light that shines on me,
Shine on until tomorrow, let it be.”
(Let it be; McCartney, 1969)

And when the night is cloudy there is still a light that shines on me...

En los versos de la lírica Let it be, con aires de gospel, la voz y el piano de Paul sugieren que la esperanza sigue estando presente en forma de una luz que brillará hasta el día siguiente, acompañando el nuevo amanecer.

En la primera de estas dos estrofas, ambas incluidas en temas muy melódicos, McCartney introduce una pequeña contradicción. Se afirma que “el tiempo pasará”, y que disminuirá la nubosidad observada, con lo cual no sería necesaria la participación humana para “hacer tu día brillante”. En la segunda, se recurre a la común expresión “noche nublada”, como noche especialmente oscura, aunque ciertamente la presencia de nubosidad durante el día tiene un efecto atmosférico más notable, al reducir la llegada de radiación solar a la superficie terrestre.

En una de las dos canciones de cuna publicadas por The Beatles, Lennon, en boca del bueno de Ringo, simplemente sugiere que cuando el Sol apague su luz, será hora de ir a dormir:

“Now it's time to say good night
Good night Sleep tight
Now the sun turns out his light
Good night Sleep tight
Dream sweet dreams for me
Dream sweet dreams for you.”
(Good Night; Lennon, 1968)

Now the sun turns out his light Good night Sleep tight...

En cuatro ocasiones, la referencia al astro rey o a su luz es explícita incluso en el título de la canción: I’ll Follow the Sun, Good Day Sunshine, Here Comes the Sun y Sun King. En el primero de estos temas, publicado dentro del álbum Beatles For Sale pero compuesto varios años antes (Dowlding, 1995), seguir al Sol equivale a seguir el propio camino, si la relación de pareja se tambalea:

“One day you'll look,
to see I've gone.
For tomorrow may rain so,
I'll follow the sun”
(I’ll Follow The Sun; McCartney, 1964)
Brian Roberts – I'll Follow the Sun

I'll follow the sun...

En esta canción aparece una de las construcciones de carácter meteorológico recurrentes en las canciones de The Beatles, y de la expresión literaria en general: la contraposición lluvia-sol. En esta canción surge de nuevo una pequeña ambigüedad conceptual al relacionar la lluvia, meteoro, quizás con el Sol, astro, o con el sol equivalente a insolación o radiación solar.

Good Day Sunshine, expresión que se repite de forma insistente en la canción de este título, es un optimista canto de Paul al sol y al amor, iniciado con un acorde de piano tocado con fuerza por George Martin 16 veces. No solamente tiene importancia la salida del Sol como astro sino que el día sea soleado. La radiación solar es intensa y se calienta el suelo lo suficiente para quemar los pies y para que sea agradable estirarse bajo la sombra de un árbol.

Good Day Sunshine...

“I feel good, in a special way,
I'm in love and it's a sunny day.”
“we take a walk, the sun is shining down,
burns my feet as they touch the ground.”
“and then we lie, beneath a shady tree,
I love her and she's loving me.”
(Good Day Sunshine; McCartney, 1966)
Lou Rawls – Good Day Sunshine

and then we lie, beneath a shady tree...

En la polémica Sexy Sadie, canción que trata aparentemente sobre una seductora incorregible y con aires de superioridad pero que en realidad es una crítica al gurú Maharishi Mahesh Yogui, también “el mundo espera un amante en un día soleado”.

“One sunny day the world was waiting for a lover
She came along to turn on everyone
Sexy Sadie the greatest of them all.”
(Sexy Sadie; Lennon, 1968)

Andrés Calamaro – Sexy Sadie

Esta canción, interpretada por John, es una más del conjunto de temas heterogéneo e inconexo pero asombroso que componen el único álbum doble del grupo, llamado simplemente The Beatles, popularmente conocido como el Álbum Blanco dado el color de su portada y contraportada, llamada a ser la antítesis de la colorista portada del Sargento Pimienta.

En Sun King la simple llegada del rey Sol justifica un estado de ánimo caracterizado por la alegría y la felicidad:

Here comes the sun king
Here comes the sun king
Everybody's laughing
Everybody's happy
Here comes the sun king
(Sun King; Lennon, 1969)

Finalmente, en Here Comes the Sun la llegada del sol representa el final de un invierno frío y solitario y la lenta fusión del hielo que ha estado presente demasiado tiempo en esa etapa de la vida:

“Here comes the sun, here comes the sun,
and I say it's all right
Little darling, it's been a long cold lonely winter
Little darling, it feels like years since it's been here”
“Little darling, I feel that ice is slowly melting
Little darling, it seems like years since it's been clear
Here comes the sun, here comes the sun,
and I say it's all right
It's all right”
(Here Comes the Sun; Harrison, 1969)

Miguel Rios – Here Comes The Sun

En este popular tema, perteneciente al último álbum grabado por el grupo, Abbey Road, la palabra sun se repite una veintena de veces, acompañada de una luminosa música en la que destacan las palmadas de Paul, George y Ringo y el sintetizador Moog tocado por George. Miguel Ríos hizo una muy digna versión de este tema en 1971.

En The Word, canción basada en una sola nota, se sublima el Sol al máximo afirmando que el amor es un rayo de Sol, como el que trajo el amor a “nuestros” Diablos en 1970:

It's so fine,
It's sunshine,
It's the word, love.
(The Word; Lennon, 1965)

David Sanborn – The Word

Otras composiciones incluyen referencias al Sol, como astro, cuya desaparición por el horizonte es consustancial al giro del mundo sobre si mismo y al paso del tiempo:

But the fool on the hill
Sees the sun going down,
And the eyes in his head,
See the world spinning round.

(The Fool on the Hill; McCartney, 1967)
Shirley Bassey – The Fool On The Hill

But the fool on the hill sees the sun going down...

o a su luz, como metáfora de buena época, como hace Lennon en su retahíla inmersa en la composición de McCartney, I’ve Got a Feeling.

Everybody had a hard year
Everybody had a good time
Everybody had a wet dream,
Everybody saw the sunshine
Oh yeah, Oh yeah.

(I’ve Got a Feeling; Lennon /McCartney, 1970, grabada en 1969)

El “loco” o “tonto en la colina” tenía también la cabeza en una nube (“Well on the way, head in a cloud”) figurada y quizás literalmente, si consideramos que no debe ser raro que las bases nubosas en Inglaterra, Gales o Escocia estén realmente bajas.

La estancia de The Beatles en la India a principios de 1968, siguiendo las clases del Maharishi Mahesh Yogui sobre Meditación Trascendental, aunque de dudosos resultados espirituales, sí dio como fruto un buen puñado de canciones, algunas de las cuales nunca llegaron a ser grabadas. Entre ellas hay varias composiciones ambientadas en la naturaleza de tipo acústico en las que los animales, las plantas y diversos fenómenos atmosféricos, entre ellos nuevamente el sol, aparecen de forma aislada o formando collages.

En la campestre Mother Nature's Son, McCartney habla de margaritas que se bambolean (¿quizás debido al viento?) y cantan bajo el sol:

Find me in my field of grass--Mother Nature's son
Swaying daises sing a lazy song beneath the sun.

(Mother Nature's Son; McCartney, 1968)
Alex Baroni – Mother Nature'S Son

y Lennon presenta en Dear Prudence un cuadro de tiempo espléndido (Sol en lo alto, cielo azul, y viento suave) para animar a una compañera de “viaje trascendental”, Prudence Farrow, hermana de la actriz Mia Farrow, futura pareja de Woody Allen, demasiado inmersa en sus meditaciones, a juicio de John:

Dear Prudence, won't you come out to play
Dear Prudence, greet the brand new day
The sun is up, the sky is blue
It's beautiful and so are you
Dear Prudence won't you come out and play
Dear Prudence open up your eyes
Dear Prudence see the sunny skies
The wind is low the birds will sing
that you are part of everything
Dear Prudence won't you open up your eyes?

(Dear Prudence; Lennon, 1968)

Como su amigo de adolescencia en Mother Nature’s Son y como corresponde al movimiento hippie en boga, Lennon recurre también a la imagen de unas margaritas, esta vez formando una guirnalda dibujada por las nubes:

Dear Prudence let me see you smile
Dear Prudence like a little child
The clouds will be a daisy chain
So let me see you smile again
Dear Prudence won't you let me see you smile?

(Dear Prudence; Lennon, 1968)
Siouxsie And The Banshees – Dear Prudence

En Julia, una de las varias canciones que Lennon dedicó a su madre, atropellada en 1958, siendo John todavía un post-adolescente, están presentes una serie de poéticas imágenes meteorológicas: sonrisa de viento, cielo ingrávido, pelo reluciente como una luz trémula en el Sol y nube silenciosa, conformando el retrato de una madre sublimada, que llama y que toca desde algún lugar:

Julia,
seashell eyes,
windy smile,
calls me
So I sing a song of love,
Julia
Her hair of floating sky is shimmering,
glimmering,
In the sun
Julia,
sleeping sand,
silent cloud,
touch me.
So I sing a song of love,
Julia

(Julia; Lennon, 1968)

En este mismo contexto y año, 1968, Lennon compone, tras una discusión con su mujer en aquel momento, Cynthia (Dowlding, 1995), otra cósmica balada (Across the Universe) en la que las referencias siderales y atmosféricas junto con guiños al Budismo arropan una reivindicación de la propia identidad. La canción fue publicada en 1970, en el último LP de la discografía oficial del grupo (Let it be), tras que fueran añadidos unos excesivos arreglos a base de música orquestal y coros. Algunos de sus versos son:

Words are flowing out like endless rain into a paper cup,
They slither while they pass, they slip away across the universe
Pools of sorrow, waves of joy are drifting through my open mind,
Possessing and caressing me.
Thoughts meander like a restless wind inside a letter box they
Tumble blindly as they make their way
Across the universe

(Across the Universe; Lennon, 1970)
David Bowie – Across The Universe

“Palabras que fluyen como una lluvia interminable” y “pensamientos serpenteantes como un viento inquieto” son versos que bien pueden reflejar el desarrollo de una pelea conyugal, poco tiempo antes del divorcio.

like endless rain...

Because es un etéreo canto coral a tres voces dedicado a tres elementos esenciales de la naturaleza: un mundo redondo, un viento fuerte y un cielo azul y sus efectos sobre la mente y el alma:

Because the wind is high it blows my mind
Because the wind is high......
Because the sky is blue, it makes me cry
Because the sky is blue.

(Because; Lennon, 1969)

Because the wind is high it blows my mind...

Como en Because, en otros dos temas de distinto corte e intención aparecen alusiones al cielo azul: en un ambiente genuinamente marinero, navegando en un submarino amarillo desde donde Ringo afirma que el “cielo azul y el verde mar” contribuyen a hacer la vida fácil:

As we live a life of easy
Every one of us has all we need
Sky of blue and sea of green
In our yellow submarine”

(Yellow submarine; McCartney, 1966)

Sky of blue and sea of green...

Y en la nostálgica Penny Lane, en la cual Paul cita unos “cielos azules suburbiales”, seguramente infrecuentes en el industrial y portuario Liverpool de la postguerra, época en la que se desarrolla su infancia y a la que se remite en la musicalmente más “barroca” canción de The Beatles:

Penny Lane is in my ears and in my eyes.
There beneath the blue suburban skies
I sit, and meanwhile back

(Penny Lane; McCartney, 1967)

La contraposición lluvia-sol es recurrente y seguramente alcanza su máxima expresividad en los dos temas siguientes: en Rain, seguramente la primera grabación experimental de The Beatles al grabar al revés el último verso de la canción, además de tener un título explicito, “Lluvia”, se relata en un tono jocoso la actitud de la gente ante la lluvia y el sol, escondiendo las cabezas o sorbiendo limonada a la sombra, para finalmente utilizar esos ambientes como símil de estados mentales:

If the rain comes they run and hide their heads.
They might as well be dead,
If the rain comes, if the rain comes.
When the sun shines they slip into the shade,
And sip their lemonade,
When the sun shines, when the sun shines.
Rain, I don't mind,
Shine, the weather's fine.
I can show you that when it starts to rain,
Everything's the same,
I can show you, I can show you.
Rain, I don't mind,
Shine, the weather's fine.
Can you hear me that when it rains and shines,
It's just a state of mind,
Can you hear me, can you hear me?

(Rain; Lennon, 1966)

A su vez, en la estrofa probablemente más inteligible de la surrealista I am the Walrus, una poética imagen se transforma en sarcasmo, al afirmar que esperando el sol (en un Jardín Inglés) te vas a poner negro de lluvia (inglesa), constatación que John hace del lluvioso clima británico:

Sitting in an English garden
Waiting for the sun
If the sun don't come, you get a tan
from standing in the English rain

(I am the Walrus; Lennon, 1967)

Ya en la temprana Please Please me, cara A del primer disco sencillo de The Beatles en alcanzar el número 1 en Gran Bretaña (Dowlding, 1995), se hace una inocente referencia a la lluvia como símil de tristeza:

I don't wanna sound complaining but you know there's always rain in my heart.
I do all the pleasig with you, it's so hard to reason with you,
oh yeah,
why do you make me blue?

(Please Please me; Lennon, 1963)

La lluvia también da lugar a situaciones sorprendentes, como, por ejemplo, el banquero de Penny Lane, otro personaje de la psico-costumbrista escena, que nunca lleva impermeable a pesar de la lluvia torrencial:

And the banker never wears a mac
In the pouring rain - very strange.

(Penny Lane; McCartney, 1967)

O, de una forma indirecta, una pareja que lleva puesta sus gabardinas un día de sol.

Two of us wearing raincoats
Standing solo in the sun.
You and me chasing paper,
Getting nowhere on our way back home.

(Two of Us; McCartney, 1970, grabada en 1969)

En el hard rock cantado a dúo Hey Bulldog un perro pastor está “parado bajo la lluvia”:

Sheepdog
Standing in the rain,
Bullfrog
Doing it again
Some think that happiness is measured out in years
What makes you think you're something special when you smile.

(Hey Bulldog; Lennon, 1969)

Alice Cooper, Steve Vai, Duff McKagan – Hey, Bulldog

y en la psicodélica Fixing a Hole, aparecida en la cara A del celebérrimo Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band, y una de las canciones de McCartney en cuya composición parece más evidente el consumo de alucinógenos, el agua de la lluvia se escurre por un agujero y produce efectos indeseables:

I'm fixing a hole where the rain gets in
And stops my mind from wandering
Where it will go

(Fixing a hole; McCartney, 1967)

Easy Star All-Stars – Fixing A Hole - Feat. Max Romeo

Algunos otros meteoros aparecen en las canciones grabadas y publicadas oficialmente por The Beatles. Un trío de canciones hablan de otros tantos meteoros cuyo principal efecto es la reducción de la visibilidad: neblina (mist), calima (haze) y niebla (fog).

En el blues rock Yer Blues, una parodia de los blues que resurgían en Gran Bretaña durante esa época (Griffith, 2007) de manos de músicos como John Mayall o Eric Clapton, Lennon usa unas “nubes negras” cruzando su mente y una “neblina azul” rodeando su alma para expresar una profunda (y simulada) depresión:

Black cloud crossed my mind
Blue mist round my soul
Feel so suicidal
Even hate my rock and roll

(Yer Blues; Lennon, 1968)

Black clouds cross my mind...

En Help!, famosa canción escrita en un periodo personal difícil, consecuencia en parte del propio éxito del grupo (Griffith, 2007), John recurre a la calima para expresar que su independencia parece desvanecerse:

And now my life has changed in oh so many ways,
my independence seems to vanish in the haze.
But every now and then I feel so insecure,
I know that I just need you like I've never done before.

(Help!; Lennon, 1965)

my independence seems to vanish in the haze...

Finalmente, la máxima reducción de la visibilidad horizontal, la niebla, es la causa de que los amigos de George Harrison se pierdan en las colinas de Holywood, conocido barrio de Los Ángeles. Este episodio queda esbozado en la notablemente extraña canción Blue Jay Way, que lleva el nombre de una calle del barrio:

There's a fog upon L.A.
And my friends have lost their way
We'll be over soon they said
Now they've lost themselves instead.

(Blue Jay Way; Harrison, 1967)

El viento aparece nuevamente, esta vez como fenómeno aislado, en Dig a pony, uno de los últimos temas publicados por The Beatles, aunque como otros de los incluidos en el álbum Let it be, grabado un año antes de la publicación, en enero de 1969, en la célebre y policialmente abortada actuación sobre la azotea de los estudios Apple, en un barrio de oficinas de Londres:

I feel the wind blow
Well you can indicate ev'rything you see
Yes you can indicate ev'rything you see
Ooh

(Dig a pony; Lennon, 1970)

I feel the wind blow...

Una curiosidad: en la filmación del sorpresivo concierto de la azotea, incluida en la película documental Let it be, se puede ver a los cuatro músicos ataviados con abrigos o impermeables y las melenas agitadas por el viento. Los análisis de altura geopotencial en 500 hPa y 850 hPa de las 12 UTC de la ilustre fecha, provenientes del archivo ERA-40 (Uppala et al., 2005) del Centro Europeo de Predicción a Plazo Medio, muestran un flujo del oeste entre moderado y fuerte asociado a una vaguada cuyo eje se sitúa al oeste de Irlanda. Los campos de presión y de temperatura en superficie muestran igualmente un flujo del oeste-noroeste fuerte pero unas temperaturas relativamente suaves, en torno a los 9 ºC.

El temporal marítimo aparece en otra de las canciones oceánicas de The Beatles, posiblemente la composición más famosa de Richard Starkey, conocido como Ringo Starr por su afición a llevar anillos, Octopus’s garden, un canto a la felicidad de vivir en el jardín de un pulpo, bajo el mar:

We would be warm below the storm
In our little hideaway beneath the waves
Resting our head on the sea bed
In an octopus' garden near a cave.

(Octopus’s garden; Starkey, 1969)

In our little hideaway beneath the waves...

La más “adversa” de las canciones, en la que la noche, la lluvia, la tormenta (wild) y el viento configuran un dramático cuadro es la triste balada The Long and Winding Road, grabada en 1969, en la que el piano y la voz de Paul hablan del difícil camino hacia un amor no correspondido:

The wild and windy night that the rain washed away,
Has left a pool of tears crying for the day.
Why leave me standing here, let me know the way.

(The Long and Winding Road; McCartney, 1970)

Esta canción fue la cara A del último disco sencillo publicado por The Beatles, en mayo de 1970 en Estados Unidos, quedando su autor muy descontento con los suntuosos arreglos añadidos por el célebre y polémico productor Phil Spector. Las frecuentes interpretaciones que McCartney ha hecho de este tema en sus conciertos a lo largo de los pasados 40 años han mostrado nuevamente esa noche tormentosa y los “charcos de lágrimas” que ha dejado la lluvia liberados de violines y coros femeninos.

Es curioso que la imagen de los “charcos de lágrimas” (“pools of tears”) sea casi idéntica a la de los “estanques de pena” (“pools of sorrow”) presentes en Across the Universe de Lennon. Ésta canción fue grabada en febrero de 1968 mientras que una demo del tema de McCartney fue grabada en septiembre de ese mismo año (Lewisohn, 1988).

Y para concluir este rápido sobrevuelo por la imaginería atmosférica beatleniana, una referencia a lo cambiante del tiempo, como símil de lo cambiantes que pueden ser las personas, en el rítmico y poco conocido tema de Harrison Old brown shoe. Sin duda, un británico debe constatar con frecuencia rápidas variaciones en el estado del cielo y en la presencia o ausencia de meteoros:

I may appear to be imperfect,
My love is something you can't reject,
I'm changing faster than the weather,
If you and me should get together,
Who knows baby
You may comfort me.

(Old brown shoe; Harrison, 1969)

Gary Brooker – Old Brown Shoe

Nota:

Los links asociados directamente a algunos títulos de canciones llevan a vídeos de The Beatles en youtube.

Los links asociados a versiones de canciones llevan a Spotify.

Bibliografía

Dowlding, W. J., 1995. The Beatles. Guía completa de canciones. Madrid: Celeste.

Griffith, T., 2007. The Beatles. Barcelona: Océano.

Heylin, C., 2007. Vida y milagro de Sgt. Pepper’s. Un disco para una época. Barcelona: Global Rhythm.

Uppala et al., 2005. The ERA-40 re-analysis. Quart. J. R. Meteorol. Soc., 131, 2961-3012.

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Esta entrada se publicó en Reportajes en 23 Jul 2013 por Francisco Martín León