Una gran bolsa de aire frío podría permanecer en Europa hasta agosto y España quedará dentro de ella

Buena parte de Europa continuará con temperaturas anormalmente frescas para las fechas, mientras el aire cálido se mantendrá en latitudes altas y el Atlántico. Analizamos cuáles pueden ser las consecuencias en España en lo que queda de mes.

Estos últimos días ha destacado en el panorama meteorológico el descenso progresivo de las temperaturas que se ha ido produciendo hasta situarse en valores frescos, que rozan el percentil 10% de esta época del año en zonas del norte y este de la España peninsular, manteniéndose por otra parte en torno a la media en otras zonas.

El calor intenso queda restringido a las zonas habituales del sur, suroeste y Portugal, las únicas zonas donde las temperaturas continúan estando ligeramente por encima de la media.

Una situación muy peculiar en plena canícula

Este panorama se explica por la presencia de un bloqueo en el Atlántico que impide que las masas de aire frío y las bajas presiones discurran por su zona habitual, viéndose obligadas a ascender de latitud en el Atlántico arrastrando aire de origen subtropical hasta latitudes polares. Por ello, las depresiones y vaguadas se deslizan por el flanco oriental de este bloqueo descendiendo de latitud, permitiendo que el aire polar se establezca en el centro de Europa.

Con el anticiclón al oeste reforzándose y el aire frío en el interior de Europa, las temperaturas en el norte de España serán inferiores a las de los países nórdicos.

Como consecuencia, las temperaturas se están disparando en amplias zonas del Atlántico y en el norte del continente, con valores máximos que han superado repetidamente los 30 ºC en el interior y norte de Suecia y que empiezan a favorecer la aparición de importantes anomalías cálidas en todas las zonas costeras del Atlántico.

Mientras tanto, el verano da un respiro en el interior del continente con valores significativamente frescos debido a la presencia de estas masas de aire frío. La Península Ibérica, aunque no se encuentra en la región más fría, se está viendo afectada también por estas masas de aire frío.

Los efectos de la vaguada: bajón térmico y tormentas violentas

Lo más destacable de estos días, más aún que el propio descenso térmico, han sido las violentas tormentas que se han desarrollado en puntos de la vertiente mediterránea, en ocasiones altamente organizadas y acompañados de granizo muy grande.

Este episodio tormentoso ha estado desencadenado precisamente por una vaguada asociada a la extensa zona de bajas presiones y aire frío situada en el centro del continente. En cualquier caso, a diferencia de lo que sucedió en junio, esta situación no es favorable para el desarrollo de tormentas en el centro y oeste, donde el aire frío y seco impedirá el desarrollo de nubosidad.

Tras el paso de la vaguada, el aire de origen polar ha podido avanzar por nuestra geografía haciendo descender las temperaturas, con máximas apenas rozando los 25 ºC en la meseta norte y mínimas que caen por debajo de los 10ºC en zonas altas del interior, con algunas heladas incluso en sectores favorables.

Una nueva y contundente entrada de aire polar podría afectar a Europa a comienzos de la próxima semana.

Además, se han registrado rachas fuertes de viento en zonas de montaña, ocasionalmente superiores a los 60 km/h en zonas expuestas a flujos del norte, y ha regresado la tramontana, que estos días se encargará de suavizar las temperaturas del mar Mediterráneo en su extremo noroeste.

¿Llegarán nuevas masas de aire polares y más tormentas a España?

De momento no parece una situación pasajera. El bloqueo en el Atlántico tendrá una tendencia a reforzarse, con una potente dorsal cálida sustentando a un anticiclón en superficie que irá ganando presión durante la próxima semana.

Las consecuencias en la Península Ibérica no necesariamente será la llegada de aire más frío, pudiendo, incluso, subir las temperaturas en puntos del oeste, pero sí mantendrán las masas de aire más cálido contenidas sobre el continente africano, impidiendo que asciendan hasta nuestro territorio y seguirá presente la posibilidad de que lleguen nuevas vaguadas con posibles episodios de tormentas intensas a medio plazo.

El patrón dominante de circulación continuará siendo el bloqueo durante los próximos días y, probablemente, hasta principios de agosto.

Este patrón de circulación no parece que vaya a desaparecer hasta entrado el mes de agosto, cuando ya algunos escenarios sugieren un movimiento de esta dorsal de bloqueo hacia el norte permitiendo un descenso de la presión en el entorno de Azores y el ascenso de masas de aire cálido hacia Europa. No obstante, se trata de previsiones a largo plazo que por ahora presentan una considerable incertidumbre y que requerirán de un seguimiento posterior.