Tiempo esta semana: 48 horas de chaparrones por delante

Tenemos al último ‘vagón’ del tren de borrascas a punto de tomar el Cantábrico. Ahora está al noroeste de la Península Ibérica, fondeando el Atlántico y trazando una espiral de nubes que deja precipitaciones desde hace rato en Galicia. Por cierto, algunas de ellas acompañadas de tormenta, como los núcleos que también han sobrevolado las ciudades de Gijón o Zaragoza. En esta última incluso se ha avistado una tuba. “La célula zaragozana no ha llegado a supercélula pero ha intentado rotar”, explicaba esta tarde la delegación AEMET de Aragón, esbozando por qué el vórtice no ha llegado a formar un tornado. Por poco.

Mañana, con la borrasca ya al norte de Asturias, la inestabilidad aumentará. Habrá más aire frío en las capas medias y altas de la troposfera y esto, en contraste con el calorcito que expelerá el sol, provocará el desarrollo de núcleos convectivos. Por la mañana lloverá sobre todo en el cuadrante noroeste peninsular; a partir del mediodía los cúmulos y cumulonimbos tomarán la mayor parte de la Península y descargarán chaparrones, muchos entre rayos y truenos. Solo quedarán al margen del riesgo de chubascos el sureste y el archipiélago balear. En Canarias también lloverá en la cara norte de las islas de mayor relieve. Las temperaturas descenderán en casi todo el país, salvo en el Cantábrico oriental, donde subirán. La cota de nieve rondará los 1200 metros.

Miércoles con los últimos coletazos de la borrasca

A lo largo del miércoles el centro de bajas presiones se disolverá como un azucarillo, no sin antes meter una última andanada de aire frío en altura, que volverá a dejar un día variable e inseguro. Lloverá en muchos puntos de la vertiente cantábrica, Sistema Ibérico, Central y Baleares. También de forma más puntual en otras zonas de la mitad norte y este peninsular, así como en Canarias. En el sur de Tenerife la AEMET advierte “lluvias localmente intensas”, sobre todo de madrugada. Las temperaturas no registrarán cambios.

Jueves y viernes serán días más tranquilos, con chubascos residuales en el Cantábrico oriental, Pirineos, Baleares y en puntos de montaña de la mitad norte de la Península. También caerán algunas gotas en las islas Canarias de mayor relieve. Las temperaturas mínimas descenderán pero los mediodías serán agradables, con máximas cercanas a los 20 ºC en el este, sur peninsular y los archipiélagos.

Para el fin de semana hay bastante incertidumbre. Desde el interior del continente europeo se irá acercando un envite de aire frío y por otro lado, en el Atlántico, aparecerán nuevos centros de bajas presiones con visos de poner rumbo hacia nosotros. Sábado y domingo podrían ser días tranquilos a la espera del cambio de escenario, o ya no. Veremos cómo encaja todo para Semana Santa.