Se acaba el otoño climatológico... y vuelven las altas presiones

Los últimos días del mes de noviembre se caracterizarán por una progresiva estabilización de la atmósfera. Poco a poco, las altas presiones ganarán protagonismo en el panorama meteorológico. Una situación inédita tras un otoño climatológico que será recordado por los fenómenos extremos.

El sol volverá a aquellas regiones en las que en estos momentos está lloviendo, como por ejemplo Galicia.

Arrancamos la última semana del mes de noviembre y del otoño climatológico de 2018 con una situación un tanto inestable y variable en España. Durante las próximas horas, nos seguirán afectando frentes de poniente asociados a borrascas atlánticas que circulan por el Cantábrico o la Bretaña francesa. En las últimas jornadas, las regiones del suroeste y el noroeste han sido las más afectadas por las lluvias.

¿Y por qué la borrascas atlánticas están circulando algo más al sur de lo habitual? Por el gran bloqueo anticiclónico que desde hace varios días está instalado sobre el sector de Islandia y Groenlandia, lo que obliga a las borrascas a desviarse más al sur de lo que sería habitual, por lo que la inestabilidad acaba llegando a buena parte del sur del continente europeo.

Se trata de un buen ejemplo de fase negativa de la Oscilación del Atlántico Norte (NAO por sus siglas en inglés), que para no complicarnos y entrar en tecnicismos, diremos que tiene en cuenta la diferencia de presión entre Islandia y Lisboa/Azores. Las fases negativas de la NAO están asociadas a períodos húmedos en el sur de Europa, debido a la ausencia de un anticiclón de las Azores fuerte y de borrascas muy profundas en el entorno de Islandia.

Se debilitan las altas presiones en Islandia...

Por ahora, con los mapas en mano parece que la situación cambiará en los próximos días. Las altas presiones que tenemos en Islandia y Groenlandia se irán debilitando, mientras que el anticiclón de las Azores por el contrario irá ganando protagonismo, ascendiendo y aproximándose a la Península Ibérica de cara a principios de la semana que viene, por lo que se traduce en una serie de consecuencias.

En primer lugar, las potentes borrascas que surcan el Atlántico podrán hacerlo más al norte. Como hemos comentado, durante los últimos días han llegado vía Mar Cantábrico o Bretaña, pero a partir de ahora lo harán vía Islandia, que todavía está bajo la influencia de las altas presiones. La tendencia es que la estabilidad vaya ganando terreno en nuestro país y en el suroeste de Europa y Mediterráneo Central.

...y el desaparecido anticiclón de las Azores entra en escena

De todas formas, será un cambio de tiempo progresivo, porque de acuerdo con el modelo del ECMWF el jet seguirá presentando ciertas meandrizaciones. A partir del fin de semana tendremos un tiempo estable, con vientos muy débiles, temperaturas suaves de día y fresco o frío de noche, pero sin descartar que nos pueda cruzar alguna vaguada que provocaría cambios durante algunas horas.

Sin embargo, parece que se va a revertir la situación. Todo indica que entraremos en una fase NAO neutra o positiva, con el reforzamiento de las altas subtropicales (en nuestro caso, Azores) y de las bajas presiones en la zona de Islandia, lo que se suele traducir en estabilidad en nuestro país. Las altas presiones van a ser protagonistas, y esto ya es una importante novedad tras un otoño caracterizado por los fenómenos severos y extremos.

No obstante, no descartemos que 2018 nos tenga preparada alguna sorpresa antes de despedirse. A pesar de que diciembre probablemente comenzará con una situación tranquila, en este año la tónica ha sido el gran dinamismo que ha mostrado la atmósfera, por lo que no es nada recomendable lanzarse con previsiones a muy largo plazo.