El meteorólogo Sergio Escama avisa a los vecinos de Sevilla, Córdoba y Jaén: los 30 ºC se quedarán hasta este día

Nos espera un claro anticipo veraniego durante la próxima semana en España en forma de temperaturas anormalmente altas para las fechas: algunas provincias andaluzas están en la diana.
Después del paso de una vaguada en altura, que ha desencadenado fuertes tormentas en puntos del nordeste peninsular, a continuación se impondrá una situación meteorológica marcada por la presencia de una dorsal anticiclónica que irá inyectando una masa de aire muy cálido de procedencia subtropical.
Hay otro ingrediente fundamental en este repunte térmico: la presencia de una borrasca fría frente al oeste peninsular, de la cual llevamos hablando desde hace días en Meteored, que se ubicará en el flanco occidental de la dorsal e impulsará desde el martes vientos cálidos desde el Sáhara.
Tras el paso de la vaguada, se consolida una situación anticiclónica en superficie, sustentada por una potente dorsal en altura. No obstante, España quedará a merced de una borrasca estática al oeste y que va a potenciar un ascenso significativo de los mercurios.
El resultado directo va a ser un ascenso generalizado de los termómetros, afectando principalmente a las regiones del sur y centro peninsular, y muy especialmente a las provincias andaluzas.
Ascenso acusado y casi generalizado de las temperaturas
Las temperaturas irán ascendiendo progresivamente a lo largo de la semana, de tal manera que, a mediados de la misma, parece que la masa de aire cálido se habrá asentado eficientemente sobre la vertical de la península.

El repunte térmico se va a extender por toda la geografía. Según nuestro modelo de referencia, está previsto que las temperaturas máximas estén por encima de los 25 ºC en muchas regiones, e incluso el calor acabará llegando a zonas de la mitad norte peninsular. Las anomalías de temperatura podrían alcanzar hasta dos dígitos por encima de la media de la época en muchas zonas de España.
Exceptuando las zonas montañosas, se rozarán los 25ºC -30ºC en casi toda la península, Baleares, Ceuta y Melilla; y especialmente será acusado el ascenso en puntos del interior sur peninsular, donde podría superarse los 30ºC a mitad de semana.
En Andalucía pasarán de los 30 ºC
El calor se va a dejar notar los próximos días con unos termómetros se irán por encima de los 30ºC a partir del mediodía en el valle del Guadalquivir; siendo las provincias de Sevilla, Jaén y Córdoba las más afectadas por este importante ascenso térmico.
Los registros podrían dispararse a los 31-32ºC a partir del miércoles en las capitales de las provincias que acabamos de mencionar, y el ascenso podría continuar los días siguientes, si se termina de afianzar totalmente la dorsal sobre nuestra vertical. Durante el fin de semana, una masa de aire algo más fresca podría traer un descenso que se extendería de oeste a este.
Los valles encajados en estos enclaves serían las zonas donde podrían registrarse esas temperaturas más propias del mes de julio que de últimos de abril.

Será así si lo permite otro elemento meteorológico en juego, ya que algunos escenarios muestran un alejamiento de las altas presiones más evidente hacia el este, con un acercamiento más significativo de la borrasca por el oeste peninsular, lo que además daría lugar a un episodio más importante de inestabilidad.
Dos escenarios posibles para la próxima semana
La situación para las provincias andaluzas, también aplicable al resto de la Península, apunta a un ascenso generalizado de las temperaturas, pero con dos posibles escenarios.
- La BFA se aproximaría lo suficiente como para que se inestabilice la atmósfera y comiencen a desarrollarse nubes de tormenta en muchas comarcas andaluzas, por lo que las temperaturas no repuntarían tan claramente y el ambiente se tornaría mucho más primaveral, con contrastes térmicos.

- La borrasca se posiciona lejos de las cotas de la península y el ascenso de las temperaturas sería mucho más evidente en Andalucía. La atmósfera seguiría muy estable, con valores diurnos que serían elevados y habría un fuerte contraste térmico entre la noche y el día.
Estamos ante un episodio más característico de pleno verano; y de haberse producido esta situación durante los meses estivales, estaríamos hablando de una intensa ola de calor. La intrusión de la masa de aire de origen subsahariano provoca un disparo del termómetro, viéndose ahora atenuado por la fecha del año y el enfriamiento nocturno.