DANA en España: lluvia de 'sangre' en las tormentas previstas, ¿qué es este fenómeno y dónde se producirá?

Esta semana la calima también acabará llegando a la Península, coincidiendo además con el descuelgue de una DANA, lo que podría favorecer la aparición de las conocidas como lluvias de 'sangre' en varias regiones.

En estas últimas horas las temperaturas han ascendido de forma acusada y generalizada en España, con valores que han tocado ya los 25 ºC en puntos de la costa mediterránea o en Andalucía. Los valores diurnos también van a ser anormalmente altos en Canarias, donde además la calidad del aire será bastante desfavorable nuevamente por la presencia de polvo en suspensión.

No obstante, esta semana la calima también acabará llegando de forma evidente a la Península, debido a la aproximación de una vaguada desde el Atlántico que irá desplazando el polvo sahariano, y que llegaría al suroeste peninsular durante las últimas horas de mañana, retirándose por el Mediterráneo durante la primera parte del viernes.

Probable lluvia de 'sangre' en España durante el jueves

Según nuestro modelo de referencia, esta vaguada podría acabar desgajándose del chorro polar sobre la vertical peninsular, generándose una pequeña DANA, por lo que de cumplirse este escenario reactivaría los chubascos en varias regiones, y además no se descarta que puedan producirse tormentas.

La situación más adversa se prevé el jueves, coincidiendo con el momento culminante de la irrupción de calima. Por tanto, todo parece indicar que podríamos tener un episodio de lluvia de 'sangre'.

¿Qué es la lluvia de 'sangre'?

A pesar de su nombre tan impactante, se trata de un fenómeno relativamente habitual en España, especialmente en el litoral mediterráneo y en Canarias, y suelen producirse cuando tenemos una borrasca o un área de bajas presiones frente a las costas del oeste o suroeste peninsular, imponiéndose la circulación del sur.

En situaciones en las que coinciden precipitaciones y la presencia de polvo en suspensión, las partículas se van agregando a las gotitas de agua, hasta que finalmente acaban cayendo por su propio peso. Estas partículas suelen ser ricas en óxidos de hierro, lo que le da ese característico color a las lluvias de 'sangre' o de barro, que por otra parte suelen ser más frecuentes entre finales de primavera y principios de otoño.

Lluvia de sangre España
El jueves la calima se dejará sentir en la Península, con precipitaciones con barro en varias regiones.

El jueves los coches y otros objetos podrían acabar teñidos de naranja y rojo en Andalucía, Extremadura, centro, Meseta Sur, interior este y en puntos de la vertiente cantábrica. Con el paso de las horas, el movimiento hacia el este de la depresión en altura favorecerá que la calima se vaya desplazando hacia el Mediterráneo, renovándose la masa de aire y retirándose el polvo en suspensión.

Episodios de polvo en suspensión más frecuentes en España

Como ya hemos explicado en Meteored, en estos últimos años es un hecho indiscutible que la intensidad y frecuencia de estos episodios de polvo en suspensión han ido a más, y no sólo en los meses estivales. Desgraciadamente, es muy difícil de cuantificar debido a la escasez de series de datos sobre este fenómeno anteriores al año 2000, no existiendo prácticamente ninguna de la primera mitad del siglo XX.

El aumento de este tipo de eventos podría deberse a que el Sáhara ha aumentado su extensión hasta un 10% en menos de un siglo, según algunos estudios, lo que permite que crezca la extensión de suelo que favorece la formación de nubes de polvo. También la expansión hacia el norte de la célula de Hadley es un factor a tener muy en cuenta, favoreciendo las circulaciones subtropicales, cada vez más recurrentes, sobre nuestro territorio.

Aunque el polvo en suspensión deja su firma en las superficies y objetos al aire libre y puede provocar o empeorar algunas enfermedades respiratorias en caso de exposiciones prolongadas, conviene recordar que también es responsable de fertilizar durante miles de años los suelos de Europa o Sudamérica al traer nitratos y fosfatos que sirven de abono.