Las plantas ‘vampiro’: 5 plantas de interior que sobreviven casi sin luz y son casi inmortales
Aunque la mayoría de las plantas necesitan sol para vivir, existen especies capaces de prosperar en rincones oscuros de la casa. Estas “plantas vampiro” no temen la sombra y son perfectas para quienes buscan verde sin complicaciones ni mantenimiento constante.

En el fascinante y relajante mundo de la jardinería, hay plantas que parecen desafiar las reglas de la naturaleza y que son perfectas cuando las condiciones de nuestro hogar —o nuestra mano— no son las más adecuadas.
Sí, aunque parezca difícil de creer, algunas especies no necesitan sol directo, apenas piden agua y, aun así, lucen verdes, firmes y llenas de vida.
5 plantas "vampiro" que necesitan poca luz
Son las llamadas “plantas vampiro”, que pueden sobrevivir en rincones oscuros y prosperar donde otras apenas durarían unos días. Y estas cinco, son las reinas de la resistencia.
Zamioculca (Zamioculcas zamiifolia)
Conocida como la “planta ZZ”, es un magnífico ejemplo de fortaleza botánica. Originaria de África oriental, la zamioculca almacena agua en sus tallos gruesos, lo que le permite sobrevivir semanas sin riego.

Además, se adapta muy bien a entornos de baja luminosidad, aunque, eso sí, ten en cuenta que crecerá más lentamente en lugares donde la sombra es profunda.
Por lo demás, su follaje brillante y verde oscuro aporta un toque de sofisticación moderna, ideal para interiores minimalistas o espacios corporativos. Solo hay que evitar su único punto débil: el exceso de agua.
Poto o Potus (Epipremnum aureum)
El poto es el favorito de quienes desean una planta colgante o trepadora sin complicaciones. Crece incluso con luz artificial y puede soportar largos periodos sin sol directo.

En interiores, sus hojas en forma de corazón y sus tonos verdes y dorados aportan frescura y movimiento.
Y, lo mejor, basta con regarlo una vez a la semana y limpiar ocasionalmente sus hojas para mantenerlo saludable. Además, es una planta purificadora de aire y tiene bien merecida su fama de “todo terreno” del mundo vegetal.
Aspidistra (Aspidistra elatior)
Apodada “planta de hierro”, la aspidistra es otro sinónimo de resistencia. De hecho, fue una de las pocas especies que sobrevivió en los salones victorianos, que tenían poca ventilación y luz.

Toda una superviviente, sus hojas largas, verdes y brillantes soportan descuidos, polvo, sombra total y cambios de temperatura. Por eso, es ideal para pasillos o habitaciones con luz tenue donde pocas plantas salen adelante.
Y, aunque su crecimiento es lento, su longevidad es verdaderamente asombrosa: hay ejemplares que han conseguido pasar de generación en generación, lo que la convierte en toda una herencia sentimental.
Helecho de Boston (Nephrolepis exaltata)
Aunque los helechos suelen requerir humedad, el de Boston es una subespecie particularmente adaptable.

Puede sobrevivir en lugares con poca luz siempre que reciba algo de humedad ambiental. Además, su frondosidad lo convierte en una excelente opción decorativa para baños, cocinas u otros rincones sombríos del hogar.
Apenas necesita un mimo: pulverizar sus hojas de vez en cuando para evitar que se resequen. Ese mínimo de atención recompensará con un follaje exuberante durante años.
Sansevieria o Lengua de Suegra (Dracaena trifasciata)
Considerada una de las plantas más resistentes del mundo, la sansevieria es prácticamente inmortal. Soporta desde la falta de luz hasta el olvido más prolongado.
Otra planta de la lista de la NASA es la Sansevieria. También conocida como planta de serpiente. Es una de las plantas de interior más resistentes y poderosas que se adapta a lugares con muy poca luz o luz artificial y necesita muy poca agua. Ideal para tenerla en las escuelas pic.twitter.com/bThh9ozLau
— Siro López (@_Sirolopez_) March 29, 2021
Sus hojas verticales y puntiagudas actúan como esculturas naturales que aportan elegancia y estructura a cualquier espacio. No necesita riego frecuente (una vez cada 15 o 20 días es suficiente) y puede vivir en rincones donde la luz natural apenas llega.
Además, purifica el aire —lo que ha sido reconocido por la NASA— eliminando toxinas como el formaldehído y el benceno, lo que la convierte en una compañera perfecta para dormitorios y oficinas.
Consejos para cuidar tus plantas “vampiro”
Todas estas plantas no solo son capaces de embellecer los espacios más sombríos, sino también de mejorar la calidad del aire y transmitir belleza y calma. Y aunque es cierto que apenas necesitan cuidados, ten en cuenta estos sencillos tips para mantenerlas felices y sin estrés.
- Evita el exceso de riego. La mayoría de estas especies sufren más por agua de más que por sequía.
- Limpia las hojas. En ambientes interiores, el polvo puede impedir que respiren bien.
- Gira las macetas de vez en cuando. Aunque sobreviven con poca luz, es bueno que reciban iluminación uniforme.
- Utiliza sustratos ligeros. El drenaje es clave para garantizar su longevidad.
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