Así puedes tener un árbol de mango en tu patio o balcón, 6 trucos de experto para un éxito asegurado

Tener un árbol de mango en tu patio o balcón es posible. Con la maceta adecuada, unos cuidados básicos y un riego correcto, podrás disfrutar de esta fruta tropical en casa fácilmente

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El mango, un frutal difícil de cultivar, pero de excelente fruta

El mango (mangifera indica) es una de las frutas tropicales más apreciadas en el mundo gracias a su sabor dulce, su inconfundible e intenso aroma tropical y sus beneficios nutricionales.

Aunque muchas veces pensamos que es una planta que solo se puede cultivar en grandes superficies a nivel agrícola, lo cierto es que es posible tener un árbol de mango en un espacio reducido, como un patio, una terraza o incluso un balcón. Con los cuidados adecuados y algunas recomendaciones prácticas, es posible disfrutar de tu propio árbol frutal y, con paciencia y algo de suerte, cosechar algún mango en casa.

6 recomendaciones para cultivar con éxito una planta de mango en casa

En agricultura el éxito o fracaso de cualquier cultivo radica en el trato que se le dé a cada planta, en el caso del mango, estos cuidados se han de reforzar debido a las necesidades de esta fruta tropical. No todos los climas son idóneos para su desarrollo, por lo que el cuidado se ha de hacer con conciencia y algo de conocimiento previo.

A continuación os desvelamos seis recomendaciones de mucha importancia para que el mango se encuentre cómodo y pueda desarrollarse en maceta, ya sea en un jardín, una terraza o incluso en un patio interior.

Elegir la variedad adecuada

No todos los mangos se adaptan igual de bien a espacios pequeños. Si piensas cultivarlo en maceta, lo ideal es optar por aquellas variedades enanas o de porte reducido, que son más fáciles de manejar y requieren menos espacio para desarrollarse.

Algunas variedades recomendadas son ‘Nam Doc Mai’, ‘Irwin’ o ‘Palmer’, conocidas por su buena adaptación al cultivo en macetas y por ofrecer frutos de muy buena calidad.

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El sabor del mango es dulce y muy tropical, sin duda, un bocado exquisito.

Si no se encuentran estas variedades, también se puede plantar un mango común a partir de semilla, aunque tardará más en producir frutos y puede alcanzar un tamaño mayor. En este caso, la poda será fundamental para controlar su crecimiento.

La maceta y el sustrato ideal

Uno de los factores clave para cultivar un mango en patios o balcones es la elección de la maceta, que debe ser grande, resistente y con buen drenaje.

Lo ideal es un recipiente de al menos 50 litros de capacidad para que las raíces tengan espacio suficiente. Si el cultivo se comienza con una planta joven, se puede usar una maceta más pequeña y trasplantar a medida que crezca.

El sustrato debe ser ligero, fértil y bien aireado. Una mezcla adecuada puede estar compuesta por tierra universal, compost orgánico y arena gruesa para facilitar el drenaje. El exceso de agua es uno de los principales problemas en el cultivo en maceta, por lo que es importante evitar encharcamientos.

Ubicación y luz solar

El mango es un árbol tropical que necesita mucho sol para desarrollarse y producir frutos, pero al mismo tiempo, necesita un ambiente de humedad media, por lo que lo ideal es colocar la maceta en un lugar donde reciba al menos 6 a 8 horas de luz solar directa al día y pulverizar el riego para crear un ambiente de humedad relativa.

En climas fríos, conviene proteger la planta durante el invierno, ya que el mango es sensible a las heladas. Puedes trasladarlo a un lugar protegido o cubrirlo con una manta térmica para plantas.

Riego y fertilización

El riego debe ser moderado y regular. En primavera y verano, se ha de regar con más frecuencia, manteniendo el sustrato húmedo pero nunca encharcado. En otoño e invierno, se puede reducir la cantidad de agua, ya que la planta entra en un periodo de reposo.

En cuanto a la fertilización, el mango agradece un aporte de nutrientes cada mes durante la época de crecimiento, y para ello, se pueden usar fertilizantes líquidos para frutales o abonos orgánicos ricos en nitrógeno, fósforo y potasio. Estos elementos ayudan a fortalecer la planta, estimular la floración y mejorar la calidad de los frutos.

Poda y cuidados adicionales

La poda es esencial si el mango está en maceta, ya que además de mantener un tamaño adecuado, le ayudará a mejorar la aireación y a dar forma al árbol. Se recomienda podar a finales del invierno, retirando las ramas secas, débiles o mal orientadas fundamentalmente.

También es importante revisar la planta periódicamente para detectar plagas como pulgones, cochinillas o ácaros. Un buen truco natural es pulverizar agua con jabón potásico o aceite de neem para mantener la planta sana sin necesidad de químicos agresivos.

Paciencia

Esta recomendación es aplicable a cualquier intento de cultivo agrícola, pues la naturaleza marca los tiempos. El mango no es un árbol que dé frutos de inmediato, y más aún cuando se cultiva desde semilla, caso en el que puede tardar entre 5 y 7 años en producir. En cambio, si adquieres un plantón injertado, podrás cosechar mangos en unos 3 años aproximadamente.

Cuando llegue el momento, sabrás que el fruto está listo para cosechar cuando cambie de color y desprenda un aroma dulce.

En definitiva, cultivar un árbol de mango en tu patio o balcón es una forma diferente de entretenimiento, y en ningún caso es tan sencillo como parece, ya que es algo poco típico. Si todo se desarrolla bien, con un poco de paciencia, podrás disfrutar no solo de la belleza de un árbol tropical en casa, sino también de sus frutos tan apreciados.