Paisajes de otro planeta: así es la ruta en coche por las Bardenas Reales que más se disfruta en otoño

En otoño, las Bardenas Reales despliegan su cara más mágica con sus contrastes de luz, formas caprichosas y silencio que hacen de esta ruta en coche una experiencia única.

Las Bardenas Reales es un territorio único lleno de curiosidades y lugares sorprendentes.

En pleno sureste de Navarra, entre los términos de Tudela, Arguedas y Valtierra, se extiende uno de los paisajes más sorprendentes de España: el Parque Natural de las Bardenas Reales.

Se trata de un espacio semidesértico de más de 42.000 hectáreas que parece sacado de otro planeta con su relieve, modelado durante millones de años por el agua y el viento, combina barrancos y planicies arcillosas con un color diferente según la hora del día.

Declaradas Reserva de la Biosfera por la UNESCO, las Bardenas Reales son un ejemplo único de cómo la erosión puede esculpir un territorio de belleza salvaje y pura.

Una ruta en coche inolvidable

La ruta más popular es el Itinerario de la Blanca Baja, un recorrido circular de unos 34 kilómetros que puede realizarse en coche o bicicleta en aproximadamente dos horas.

El punto de partida más habitual es el Centro de Información de Aguilares, donde comienza la pista principal, bien señalizada y de fácil conducción, aunque es recomendable hacerlo con vehículo tipo SUV o todoterreno por la irregularidad del terreno.

A lo largo del trayecto, se pueden admirar algunos de los paisajes más emblemáticos.

  • Castildetierra, el icono de las Bardenas. Esta formación cónica coronada por una roca parece sacada de Marte. Es el lugar más fotografiado del parque y un imprescindible.

  • El Cabezo de las Cortinillas, con una panorámica espectacular de los barrancos y colinas erosionadas.

  • La Blanca Alta, una zona más elevada que ofrece una vista general del paisaje árido.

  • El Plano, una meseta que contrasta con el terreno escarpado del resto del parque, ideal para ver la puesta de sol.

Durante el recorrido, es frecuente avistar aves rapaces como águilas reales, alimoches o buitres leonados, que encuentran refugio en los cortados y cañones del parque.

El otoño, la mejor época para visitarlas

El otoño es la temporada perfecta para recorrer las Bardenas, con unas temperaturas suaves y con una luz más dorada y un territorio, que tras las primeras lluvias, adquiere una textura viva que realza el relieve.

A diferencia del verano, cuando las temperaturas pueden superar en ocasiones los 37 ºC, en esta época se puede disfrutar del paseo con calma y detenerse sin el agobio del sol.

Además, es un momento ideal para los fotógrafos: los atardeceres sobre los cabezos y los tonos rojizos del horizonte ofrecen escenas de una belleza sobrecogedora.

Consejos prácticos para disfrutar del recorrido

Para disfrutar de esta ruta os dejo un par de consejos que os pueden servir de cara a encarar esta aventura.

  1. El parque puede visitarse gratuitamente y permanece abierto durante todo el año, aunque el acceso está restringido por lluvias intensas o maniobras militares (algunos sectores pertenecen a un campo de tiro del Ejército del Aire).
  2. Evita los días de lluvia: el terreno arcilloso se vuelve muy resbaladizo y puede ser peligroso para circular.
  3. Fotografía: las mejores horas son el amanecer y el atardecer, cuando las sombras resaltan las texturas del terreno.
  4. Respeto ambiental: no te salgas de las pistas señalizadas ni recojas piedras o vegetación. Las Bardenas son un entorno frágil y protegido.

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