Esta ciudad italiana esconde una joya arqueológica romana bajo el agua y ya puede visitarse este verano

Permanecía sepultada bajo el mar desde hace casi 2.000 años, y este verano ya es posible visitarla gracias a nuevas excursiones submarinas que permiten explorar sus restos. Te contamos dónde está, su historia y cómo descubrirla.

Aenaria
Recreación de la antigua ciudad de Aenaria, oculta hasta ahora bajo el mar. Fuente: twiceout.com

Italia es, sin duda, uno de los países donde la huella del Imperio romano se respira a cada paso. Desde los restos imponentes del Coliseo en Roma hasta los templos en ruinas de Paestum o las calzadas que aún atraviesan la campiña, el legado romano forma parte del alma del país. Y sin embargo, incluso hoy, Italia continúa revelando nuevos tesoros escondidos, algunos de ellos tan sorprendentes como invisibles a simple vista.

Aenaria, la ciudad romana sumergida bajo las aguas de Isquia

A tan solo una hora en ferry desde Nápoles, en la costa occidental italiana, se encuentra la isla volcánica de Isquia, conocida por sus playas termales, sus laderas cubiertas de viñedos y su encanto mediterráneo.

Pero desde hace apenas unos años, Ischia esconde también un secreto arqueológico que comienza a salir a la luz: Aenaria, una antigua ciudad romana que quedó sumergida bajo el mar hace casi 2.000 años.

Situada en la bahía de Cartaromana, al este de la isla, Aenaria permaneció oculta durante siglos bajo las aguas, cubierta por sedimentos y lava. Según los arqueólogos, una violenta erupción volcánica en el siglo I d.C. habría provocado su colapso y desaparición, muy probablemente relacionada con la intensa actividad sísmica del golfo de Nápoles. Hoy, gracias a las excavaciones submarinas y a los avances tecnológicos, esta ciudad perdida está siendo recuperada pieza a pieza.

Un yacimiento que emerge del fondo del mar

Las investigaciones en la zona comenzaron a principios de la década de 2000, pero fue en 2023 cuando se intensificaron, al detectarse estructuras romanas bien conservadas a pocos metros de profundidad.

Entre los restos hallados destacan muros, columnas, hornos para trabajar metales y cerámicas, mosaicos e incluso partes de antiguos muelles.

Estos hallazgos han revelado que Aenaria fue una villa romana próspera, con una intensa actividad comercial marítima y una economía basada en la producción artesanal. Las evidencias de muelles, talleres y hornos indican que se trataba de un centro especializado en la transformación de materiales y el intercambio de mercancías en el mar Tirreno.

Lo más sorprendente es el extraordinario estado de conservación de muchos de estos restos, protegidos durante siglos por el barro volcánico. La visibilidad en las aguas cristalinas de Cartaromana permite una experiencia única: caminar literalmente entre las ruinas de una ciudad antigua bajo el mar.

Así puedes visitar Aenaria este verano

Desde este verano, se han habilitado excursiones organizadas para visitar Aenaria de forma segura y accesible. Las actividades incluyen paseos en barco con fondo de cristal, inmersiones guiadas para buceadores certificados, y también snorkel para quienes prefieran una experiencia más ligera.

Castello Aragonese
Las salidas a Aenaria se realizan desde el puerto de Isquia Ponte, muy cerca del famoso Castello Aragonese, uno de los símbolos de la isla de Ischia.

Estas visitas no solo permiten contemplar los restos arqueológicos bajo el agua, sino también conocer la historia y el contexto del yacimiento gracias a los guías especializados. Además, en tierra firme se ha instalado un centro de interpretación que expone parte de los objetos recuperados y recrea cómo habría sido la vida cotidiana en Aenaria.

Un destino con historia, mar y cultura

La recuperación de Aenaria convierte a Ischia en un destino aún más atractivo para los amantes de la historia y la arqueología. Aunque, todo sea dicho, esta joya no es lo único que ofrece la isla: después de la excursión submarina, se puede disfrutar de sus aguas termales, recorrer sus pueblos encalados, probar sus vinos blancos o relajarse en sus playas volcánicas.

Isquia en realidad se ve a menudo eclipsada por su vecina Capri, pero ofrece una experiencia mucho más tranquila y auténtica, con el valor añadido de este descubrimiento arqueológico único en el mundo. Este verano, sumergirse en el pasado romano es posible, literalmente, en uno de los rincones más bellos del Mediterráneo.