Presión atmosférica: las 10 toneladas de aire que te oprimen

Se habla mucho de anticiclones, borrascas, altas y bajas presiones, pero ¿que es la presión atmosférica y por qué no nos ahoga? Te va a sorprender el peso que llevas sobre tus hombros...

El aire que te rodea ejerce en tu cuerpo una fuerza aproximada de 10 toneladas.

La presión debida al peso del aire se denomina presión atmosférica, y es igual al peso de una columna vertical de aire de base igual a la unidad de superficie, que se extiende desde el nivel del suelo hasta el límite superior de la atmósfera.

 Su unidad de medida es la atmósfera, definida como la “cantidad de peso que ejerce una columna de mercurio de 760 milímetros de altura a una latitud de 45º, al nivel del mar y a una temperatura de 0º centígrados”; aunque en Meteorología se usan los milibares o milímetros de mercurio. La relación entre estas medidas es la siguiente: 1 atmósfera son 1013,2 milibares (hectopascales) o 760 milímetros de mercurio

Y, ¿por qué no nos ahoga?

Este océano de aire en el que vivimos tiene un peso, por lo que ejerce una presión sobre los objetos inmersos en él. El peso total de la atmósfe­ra es de unos 6 mil millones de tone­ladas, ejerciendo sobre nuestro cuerpo una fuerza aproximada de ¡10 toneladas! Sin embargo, apenas lo nota­mos, debido a que nos encon­tramos rodeados por todos los lados; y además el aire que entra en nuestros pulmones, junto con nuestra sangre, ejercen una presión que contrarresta la ejercida por la atmósfera.

Variaciones de la presión, las isobaras

La presión atmosférica disminu­ye con la alti­tud, debido a que cuanto más alto está un punto sobre el nivel del mar menos capa de aire tiene por encima. Esta disminución no se realiza por igual en toda la atmósfera, se produce rápidamente en las capas bajas, por ejemplo, en los 5 primeros kilómetros, que es donde se concentra más de la mitad del aire existente en toda la atmósfera, el descenso es casi de 1 milibar por cada diez metros de ascensión; mientras que en las capas atmosféricas más altas, la disminución es más lenta.

Si nos movemos  horizontalmente, la variación  de  la  presión  es  mucho mas irregular pero es fundamental en la mecánica atmosférica. Esta variación está directamente relacionada con la distribu­ción de la radiación solar y el diferente calentamiento zonal de la superficie terrestre. Estos cambios horizontales se represen­tan en los mapas meteorológicos mediante las isobaras "líneas que unen los lugares que tienen igual presión".

En líneas generales, cuando observamos que las isobaras están muy juntas, la diferencia de presión entre puntos cercanos es muy grande y nos encontraremos con un tiempo turbulento y ventoso; pero si la distancia entre las isobaras es grande, la diferencia de presión es más peque­ña, con lo que el tiempo atmosférico será más tranquilo.

Elementos isobáricos

Si consideramos la presión de 1.013 milibares como la normal al nivel del mar, observamos que exis­ten presiones superiores a ésta, altas, y otras con presiones inferiores, bajas. Cuando representamos gráficamente en un mapa los valores de la presión y trazamos las isobaras obtenemos una imagen en la que se repiten una serie de figuras o elementos isobáricos

Ejemplo de mapa de presión. Grafismo de Tiempo.com


Los más importantes, como podemos ver en el mapa superior, son los anticiclones o altas presiones, como el centrado sobre el archipiélago británico, y las depresiones, borrascas o bajas presio­nes, situadas en dicha imagen en el Mediterráneo Oriental.

Los otros elementos isobáricos que acompañan a estos en los mapas de presión son: vaguada o surco, extremidad de una borrasca lejana, afectando por ejemplo a Dinamarca; dorsal o cuña, relacionada con un anticiclón, abarcando en la ilustración al norte de Italia y Austria; collado o pantano barométrico, zona sin isobaras, que corresponde a una "tierra de nadie", sin borrascas ni anticiclones, zona del centro de Europa.

Como encontrar las altas y las bajas presiones

Una regla muy sencilla, que relaciona la dirección del viento cerca de la superficie de la Tierra con la ubicación de los sistemas de presión, es pararnos de espalda al viento, a ser posible en un lugar bastante despejado de obstáculos que no impidan su normal circulación. Así tendremos a nuestra derecha a las altas presiones, mientras que a nuestra izquierda estarán las depresiones. En la conocida como regla de Buys-Ballot.