Microplásticos en el aire: un peligro invisible en nuestros pulmones
Cada día respiramos miles de diminutas partículas plásticas que llegan a lo profundo de nuestros pulmones. ¿De dónde vienen y qué significa esto para nuestra salud?

Cada vez que respiras, pequeñas partículas de plástico, más finas que un cabello humano, se cuelan en tus pulmones. No las ves, no las sientes, pero están ahí. Un estudio reciente ha revelado que cada día podríamos estar inhalando hasta 68.000 partículas diminutas de plásticos, capaces de llegar a las zonas más profundas de nuestros pulmones.
Conocidas como microplásticos, esas partículas son fragmentos de plástico de menos de 5 milímetros, siendo los más preocupantes y peligrosos los que miden entre 1 y 10 micrómetros, más pequeños que una célula de sangre. Estos últimos nos hace replantear algo tan cotidiano como respirar.
Es que los microplásticos están en todas partes: en el aire de nuestras casas, en los coches e incluso en lugares remotos como el Ártico y la Antártida. Pero, ¿cómo llegan ahí? Y más importante aún, ¿qué pueden hacerle a nuestro cuerpo? Acompáñanos a explorar este problema invisible que está cambiando lo que sabemos sobre la contaminación y la salud.
¿De dónde vienen los microplásticos?
Los microplásticos en el aire no aparecen por arte de magia. Son el resultado de la degradación de objetos plásticos que usamos a diario: desde las alfombras y cortinas de tu casa hasta los asientos y tableros de tu coche. Cuando estos materiales se desgastan por el roce, el calor o la luz solar, liberan pequeñas partículas que flotan en el aire como polvo invisible. Imagina un suéter de poliéster que suelta pelusas diminutas al lavarlo; ahora multiplica eso por todos los plásticos que te rodean.

Una estudio llevado a cabo por científicos de la Universidad de Toulouse, Francia, encontró que en los coches, donde la ventilación es limitada, la concentración de microplásticos es mucho mayor que en las casas: ¡hasta 2,238 partículas por metro cúbico frente a 528 en el hogar!
Y no solo eso: la producción global de plásticos sigue creciendo, lo que sugiere que este problema podría empeorar en el futuro si no cambiamos nuestros hábitos.
Un riesgo para nuestra salud y el futuro
¿Por qué deberíamos preocuparnos? Estas partículas son tan pequeñas que pueden colarse hasta los alvéolos pulmonares, donde ocurre el intercambio de oxígeno. Una vez ahí, podrían causar inflamación, estrés oxidativo (como un “óxido” que daña las células) o incluso afectar otros órganos si entran al torrente sanguíneo.

Si bien aún no hay pruebas definitivas de enfermedades específicas causadas por microplásticos en humanos, estudios en animales y células muestran que pueden generar problemas como inflamación o daño celular. Además, los microplásticos no viajan solos. Actúan como “esponjas” que absorben sustancias tóxicas del ambiente, como químicos industriales, que luego podrían liberar en nuestro cuerpo.
A medida que el consumo de plásticos sigue en aumento —se espera que la producción global se duplique para 2050—, la presencia de estas partículas en el aire podría dispararse, especialmente en espacios cerrados donde pasamos el 90% de nuestro tiempo.

Este es un peligro invisible, pero que está presente en cada bocanada de aire. Los microplásticos en nuestras casas y autos son una amenaza silenciosa que requiere más investigación y acción. Cambiar a materiales más sostenibles, mejorar la ventilación y reducir nuestra dependencia del plástico son pasos clave para proteger nuestra salud y la del planeta. ¡El aire que respiramos nos pide un cambio urgente!
Referencia de la noticia
Yakovenko, N., et al. (2025). Human exposure to PM10 microplastics in indoor air. PLOS One.