¿El océano Atlántico es cada vez más grande o más pequeño?

Desde la desintegración de Pangea, el océano Atlántico ha seguido creciendo debido a la grieta atlántica central. Sin embargo, estudios recientes muestran que esta tendencia podría invertirse en unos pocos millones de años.

Océano Atlántico
A pesar de que la grieta del Atlántico Medio contribuye al ensanchamiento del océano, actualmente existen en él dos zonas de subducción.

La deriva de las placas tectónicas ya ha contribuido a diversos cambios a lo largo de la escala del tiempo geológico, en la que hace unos 200 millones de años, el único continente existente, conocido como "Pangea", comenzó a separarse, dando lugar gradualmente al mundo que conocemos hoy.

Sin embargo, estos cambios se debieron a una serie de actividades que tuvieron lugar en las zonas limítrofes de las placas, que pueden ser convergentes, divergentes o transformadoras.

Placas convergentes y consecuencias

Cuando dos placas convergen, ya sea oceánica o terrestre, pueden ocurrir dos procesos.

    1. Subducción: colisión entre una placa más densa y otra más ligera, en la que la placa más densa se hunde, lo que puede dar lugar a grandes cadenas montañosas, como en el caso de la Cordillera de los Andes, en América del Sur, donde la placa oceánica se hunde antes que la continental.
    2. Obducción: este proceso se produce por el choque entre dos placas de la misma densidad, que terminan apilándose y dando lugar a grandes cadenas montañosas, como la del Himalaya, que resultó del choque de la placa india con la placa euroasiática.
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Placas divergentes y transformadoras

Durante un proceso de convergencia de placas, el material que se “pierde” en la subducción se gana en las placas divergentes. ¿Como? Como se mencionó anteriormente, existe una grieta en medio del Océano Atlántico que contribuye a su crecimiento.

La divergencia de placas lo explica, ya que los rifts son zonas de fractura donde el magma asciende y, al solidificarse, contribuye a la formación del suelo oceánico (corteza oceánica). En otras palabras, a medida que se forma la nueva corteza, las placas, moviéndose lentamente en direcciones opuestas, la transportan y la alejan de la grieta, dando lugar a este ascenso. En lo que respecta a los límites de transformación, las placas se limitan a deslizarse, no hay destrucción ni construcción de corteza.

El crecimiento del océano Atlántico

Como ya se ha mencionado, el océano Atlántico ha crecido desde la ruptura de Pangea, debido a los procesos explicados anteriormente. Sin embargo, además de la grieta atlántica central, existen dos zonas de subducción. Una en las Antillas caribeñas y la otra en el Arco de Scotia, cerca de la Antártida.

placas tectónicas Atlántico
En este mapa podemos ver las dos zonas de subducción existentes, en las Antillas del Caribe y en el Arco de Scotia, y la zona en cuestión, en el Arco de Gibraltar. Fuente: João Duarte et al.

Estudios recientes muestran que puede haber una nueva zona de subducción en el Atlántico dentro de unos millones de años. Esta zona de subducción habrá contribuido al cierre de lo que hoy es el mar Mediterráneo y podría estar migrando a través del estrecho de Gibraltar hacia el océano.

¿Podría cerrarse realmente el océano?

Del mismo modo que muchos científicos creen que esta zona de subducción del Mediterráneo ya no está activa, puesto que se ha ralentizado considerablemente en el último millón de años, otras zonas pueden ralentizarse mientras que otras cobran velocidad.

Algunos estudios sugieren que el arco de Gibraltar se extenderá más hacia el Atlántico tras este periodo de inactividad. Los modelos también muestran cómo una zona de subducción que comienza en un océano cerrado (el actual Mediterráneo) puede migrar a un nuevo océano abierto (el Atlántico) a través de un estrecho corredor oceánico.

La invasión de las zonas de subducción es probablemente un mecanismo común para iniciar este proceso en los océanos de tipo atlántico y un proceso fundamental en la evolución geológica reciente de la Tierra, como se menciona en el ciclo de Wilson.

En geología, el ciclo de Wilson es una teoría según la cual un continente se desplaza, formando una cuenca oceánica, y a continuación comienza un proceso de convergencia que conduce a la colisión de las dos placas y al cierre del océano.

Algunos expertos creen que, al igual que el océano Pacífico, el Atlántico también podría empezar a formar un anillo de fuego al cerrarse.

La Tierra, un planeta en constante evolución

En resumen, el océano Atlántico sigue creciendo unos centímetros al año. Ahora queda por ver si el ciclo de Wilson se materializa y finalmente comienza a cerrarse.

Sin embargo, por suerte o por desgracia, no estaremos aquí para ver cómo resulta. Lo importante es saber que el planeta Tierra está en constante evolución y que si hubo un proceso geológico importante para llegar a la forma actual, que contribuye a la vida en la Tierra, este proceso probablemente no se detendrá aquí y debería servir para muchos cambios en el futuro.

Referencia de la noticia:
Wilson R., Houseman G., Buiter S., et al. Fifty years of the Wilson Cycle concept in plate tectonics: an overview. Research Gate (2019).
Duarte J., Riel N., Rosas F., et al. Gibraltar subduction zone is invading the Atlantic. Geology (2024).
Duarte J., Schellart W., Rosas F. The future of Earth's oceans: consequences of subduction initiation in the Atlantic and implications for supercontinent formation. Cambridge Core (2016).