Cómo impacta la actividad solar en el cambio climático

El Sol tiene ciclo de actividad de 11 años. Ahora estamos ante un mínimo importante, pero no parece afectar al calentamiento al que asiste la atmósfera. ¿Qué está pasando? ¿No debería estar enfriándose la Tierra?

Sol
La radiación que emite el Sol define la vida que conocemos.

El Sol es fuente de toda la vida que conocemos sobre la Tierra. Su energía es la que mantiene en funcionamiento a la atmósfera y es el combustible que hace posible el clima. Su interacción con la inclinación del eje terrestre da lugar a las estaciones. Según indica Global Climate Change de NASA, sabemos que cambios sutiles en la órbita de la Tierra alrededor del Sol son los responsables de las idas y venidas de las últimas glaciaciones.

Pero en las últimas décadas hemos asistido a un calentamiento a nivel global con una velocidad de desarrollo que no se puede relacionar con cambios de órbita de la Tierra, y son muy grandes como para relacionarlos con el Sol. Nuestra estrella cercana no siempre brilla al mismo nivel. Su actividad aumenta y se atenúa en ciclos de once años.

Durante cada ciclo, el Sol sufre varios cambios en su actividad y apariencia. Los niveles de radiación solar aumentan o disminuyen, al igual que la cantidad de material que el Sol expulsa al espacio, el tamaño o la cantidad de manchas solares y erupciones solares. Estos cambios tienen una variedad de efectos en el espacio, en la atmósfera de la Tierra y en la superficie de la Tierra.

En medio de un mínimo solar

El ciclo solar actual comenzó el 4 de enero de 2008, y parece dirigirse hacia el nivel más bajo de actividad de manchas solares desde que se comenzó a obtener registros precisos, allá por el año 1750. Se espera que termine en algún momento entre ahora y finales de 2020. Según el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas, el consenso científico actual es que las variaciones a corto y largo plazo en la actividad solar juegan un papel muy pequeño en el clima de la Tierra.

El calentamiento por el aumento de los niveles de gases de efecto invernadero producidos por el hombre es, en realidad, mucho más fuerte que cualquier efecto debido a las recientes variaciones en la actividad solar. Durante más de 40 años los satélites han observado la producción de energía del Sol, que ha aumentado o disminuido en menos del 0.1 por ciento durante ese período.

Desde 1750, el calentamiento provocado por los gases de efecto invernadero provenientes de la quema humana de combustibles fósiles es más de 50 veces mayor que el ligero calentamiento adicional proveniente del propio Sol, durante ese mismo intervalo de tiempo. Actualmente, el Sol está experimentando un bajo nivel de actividad de manchas solares. Algunos científicos especulan que esto puede ser el comienzo de un evento solar periódico llamado "gran mínimo", mientras que otros piensan que no hay pruebas suficientes para apoyar esa posición.

El dióxido de carbono es el principal responsable del cambio climático

El último evento reciente de un mínimo solar ocurrió durante la 'Pequeña Edad de Hielo' que comenzó en la siglo XIII, conocido como el 'Mínimo de Maunder', un periodo prolongado de tiempo entre 1645 y 1715, cuando hubo pocas manchas solares.

Graficos
La radiación solar que recibe la Tierra no ha tenido grandes cambios en las últimas décadas

En el gráfico superior podemos observar una comparación entre el comportamiento global de la temperatura (en rojo) y la energía que recibe del Sol (línea amarilla) con registros desde 1880. Ahí podemos observar claramente que no se observa una correlación entre la marcha de la temperatura, con un sostenido calentamiento desde la década de 1970, y la curva de energía proveniente del Sol, que por el contrario ha tenido una marcha levemente descendente.

Algunos estudios han indicado que un mínimo mayor solar podría enfriar temporalmente el planeta hasta -0,3°C como mucho, y solo ralentizaría el proceso actual de calentamiento global. Con tres años del crecimiento actual de la concentración de dióxido de carbono se compensaría la energía menos que llegaría a la Tierra.