Anticiclón: ¿qué es este fenómeno y cómo funciona?

Los anticiclones son elementos atmosféricos conocidos por todos. Sin embargo, muchas personas desconocen cómo se forman, así como los fenómenos que pueden provocar más allá del tiempo soleado.

Qué es un anticiclón
Los anticiclones suelen asociarse a tiempo soleado y ausencia de viento, aunque pueden provocar diversos fenómenos.

Los anticiclones son fenómenos meteorológicos fundamentales en la atmósfera terrestre, desempeñando un papel crucial en la configuración de las condiciones climáticas regionales.

Estos centros de acción se caracterizan por una presión atmosférica significativamente superior a la de las regiones circundantes. A continuación te explicamos en detalle la dinámica de los anticiclones, incluyendo los mecanismos que los impulsan, sus efectos en el tiempo y su influencia en la circulación atmosférica.

El origen de los anticiclones

Los anticiclones se originan debido a la convergencia descendente de masas de aire en la atmósfera. Este proceso se conoce como subsidencia, y ocurre cuando las masas de aire más frías y densas de las capas superiores de la atmósfera descienden hacia la superficie terrestre.

Como resultado de esta subsidencia, la densidad del aire aumenta, lo que lleva a un aumento de la presión atmosférica en la región afectada y a su vez, un aumento de la temperatura.

La subsidencia en los anticiclones inhibe el ascenso vertical del aire, lo que a su vez limita la formación de nubes y precipitaciones. Esta característica es responsable de los patrones atmosféricos estables que a menudo se asocian con las áreas de alta presión, lo que lleva a condiciones de tiempo soleado y seco.

¿Cómo gira el viento a su alrededor?

La circulación atmosférica en los anticiclones sigue un patrón bien definido. En el hemisferio norte los vientos tienden a girar en sentido horario alrededor de un anticiclón, mientras que en el hemisferio sur este giro es opuesto, es decir, en sentido antihorario.

Un anticiclón es un fenómeno atmosférico caracterizado por una zona de alta presión atmosférica en la que el aire circula en sentido horario en el hemisferio norte y antihorario en el hemisferio sur.

Este fenómeno se debe a la influencia de la fuerza de Coriolis, una consecuencia de la rotación de la Tierra.

Estos son sus efectos en el tiempo

La presencia de un anticiclón en una región puede tener un impacto significativo en las condiciones atmosféricas.

Tiempo estable

La presencia de un anticiclón en una región puede tener un impacto significativo en las condiciones atmosféricas. La estabilidad atmosférica característica de estos fenómenos conlleva un tiempo seco y soleado, con días despejados y temperaturas agradables.

Niebla anticiclón
Las nieblas de advección costeras suelen generarse en situaciones anticiclónicas, sobre todo entre otoño y primavera.

En invierno suelen favorecer la formación de nieblas y de otros fenómenos como la cencellada o la escarcha,

Ausencia de precipitaciones y agudización de las sequías

La estabilidad atmosférica persistente puede generar sequías en zonas áridas y semiáridas, e intensificar las olas de calor en verano.

La subsidencia descendente del aire dentro del anticiclón inhibe el ascenso vertical de la humedad atmosférica, lo que reduce las posibilidades de formación de nubes y precipitación. Esto puede agravar las condiciones de sequía preexistentes y aumentar la intensidad y duración de las olas de calor.

Inversión térmica y contaminación atmosférica

La inversión térmica, común en anticiclones, genera una capa de aire caliente sobre una capa de aire frío, atrapando los contaminantes en las zonas bajas y aumentando su concentración.

Contaminantes atrapados en niveles bajos de Madrid debido a un largo período de condiciones anticiclónicas.

La falta de vientos fuertes para dispersar los contaminantes agrava esta situación, lo que puede tener efectos adversos en la calidad del aire y la salud humana, especialmente en áreas urbanas densamente pobladas.

Además, la ausencia de llluvias reduce el "lavado" natural de la atmósfera, lo que permite que los contaminantes permanezcan suspendidos por más tiempo, exacerbando la contaminación atmosférica.