Bañarse en el mar no es tan divertido cuando se tienen en cuenta todos los peligros que existen. Corrientes y oleaje son los más conocidos, pero no se puede subestimar las peligrosas mareas.
Bañarse en el mar no es tan divertido cuando se tienen en cuenta todos los peligros que existen. Corrientes y oleaje son los más conocidos, pero no se puede subestimar las peligrosas mareas.
¿Cuál es el impacto que tiene tu día a día en el cambio climático? Es momento de tomar conciencia y comprender seriamente cuánto contribuimos a la crisis climática y nuestro impacto en el planeta.
Hay veranos que destacan por su carácter extraordinario. Así ha ocurrido a lo largo de la historia. En el presente siglo están tomando relevancia las olas de calor asociadas a algunos de ellos, como el de 2003. Antiguamente, también ha habido veranos atípicos, de signo contrario, como el de 1816.
El planeta ya ha ganado 1 °C desde la era preindustrial. Si dejáramos de emitir gases de efecto invernadero de inmediato, la Tierra tardaría varias décadas en enfriarse. Esto es lo que revela un alarmante estudio noruego.
No hay nada más refrescante que bañarse en pleno verano, pero a pesar del intenso calor, la mayoría de veces acabamos cogiendo frío si nos pasamos mucho rato dentro del agua. ¿A qué es debido?
La historia que hay detrás de un refrescante gin tonic nos lleva hasta la Pequeña Edad de Hielo y las propiedades curativas de la quinina, descubiertas por misioneros españoles en el Antiguo Virreinato del Perú. Fueron los militares británicos en la India colonial los que inventaron el gin tonic.
El comportamiento de la atmósfera no se puede entender sin el de los océanos, ni viceversa. Entre ambos existe una fuerte interacción en la que hay distintos procesos involucrados. La absorción de calor y CO2 por parte de los océanos es una de las claves del comportamiento del clima futuro.
Aún con el cielo totalmente despejado, al alba o al ocaso, hay veces que surgen unas luces de la nada. ¿Qué son y cómo las representamos?
Ahora que muchos pasamos los días en la piscina o en el mar, hay algo que nos crea una gran incomodidad: no podemos ver bien bajo el agua a no ser que usemos unas gafas de buceo. ¿Por qué sucede?
Aunque una de las principales características de los vientos es su carácter cambiante, los dominantes en una zona dependen de la época del año, debido a los cambios estacionales en la circulación atmosférica y también en las condiciones locales, como ocurre con el caso particular de las brisas.
Que nos den calambrazos al tocar elementos metálicos en la oficina es mucho más habitual de lo que pensamos en verano. No solo tiene que ver el calzado y la moqueta, sino también el aire acondicionado. ¿Por qué?
No faltan en en el rico y variado refranero meteorológico los dichos que aluden al tiempo característico de la estación veraniega. Los primeros calores intensos del mes de junio, la canícula de los meses de julio y agosto y las tormentas, marcan, meteorológicamente, hablando el verano ibérico.