El misterio de las diminutas perlas naranjas que revelan un volcán antiguo en la Luna

Descubiertas por los astronautas del Apolo, estas perlas de vidrio volcánico revelan una historia explosiva de erupciones lunares de hace más de 3 000 millones de años.

Imagen suelo Luna
Imagen de la superficie de la Luna tomadas por los astronautas de la misión Apolo 17. Esta fue la última misión lunar y se llevó adelante en diciembre de 1972.(NASA - CC)

Cuando los astronautas de la misión Apolo 17 recogieron muestras de suelo lunar, no imaginaron que entre las partículas grises se escondían miles de pequeñas esferas brillantes. Estas perlas naranjas, casi imperceptibles a simple vista, fueron catalogadas como material volcánico, pero sin comprender del todo su origen. Durante décadas, su verdadero significado quedó guardado en los laboratorios.

Formadas por antiguas erupciones y cargadas de agua atrapada por el viento solar, estas perlas microscópicas podrían convertirse en el recurso más valioso para las futuras colonias lunares.

Un nuevo estudio realizado por geocientíficos de la Universidad de Washington y publicado en Science Advances reabre el misterio con sorprendentes resultados. Gracias a tecnologías de análisis ultra preciso, los investigadores descubrieron que estas esferas se formaron en violentas erupciones que expulsaron lava a la superficie lunar, donde se enfrió al instante. Este tipo de actividad indica que el interior de la Luna fue mucho más dinámico de lo que se creía.

Las perlas, compuestas por vidrio volcánico, conservan una estructura química que actúa como un registro fósil del manto lunar. Esto permite reconstruir condiciones de temperatura y presión de hace más de 3.000 millones de años. El hallazgo sugiere que la Luna vivió una etapa de volcanismo explosivo más extensa y compleja de lo estimado.

Las cápsulas que narran una historia olvidada

Estas diminutas esferas actúan como cápsulas del tiempo que conservan información intacta sobre el interior lunar. Cada una contiene señales de la composición del magma primitivo y del tipo de erupciones que moldearon la superficie del satélite, tal como señala Live Science. Su análisis ofrece pistas sobre cómo evolucionó el manto con el paso del tiempo.

Particulas lunares
Vistas microscópicas de las partículas de vidrio volcánico lunar. Imagen: NASA

El color de las perlas, que varía del naranja brillante al rojo oscuro, refleja diferencias en los minerales y las condiciones químicas del magma. Este detalle ha permitido a los científicos identificar distintas etapas en la historia volcánica de la Luna. Es como reconstruir la biografía de un mundo muerto, usando fragmentos microscópicos como páginas de un diario geológico.

El hecho de que estas perlas hayan sido descubiertas en múltiples lugares de la superficie indica que las erupciones fueron generalizadas y potentes. No se trató de eventos aislados, sino de una fase activa del pasado lunar que redefiniría su papel como objeto astronómico "inerte".

Un recurso escondido que podría sostener la vida humana

Más allá de su valor científico, estas perlas podrían ser cruciales para el futuro de la exploración espacial. Algunos análisis han detectado la presencia de moléculas de agua atrapadas dentro del vidrio, originadas por la interacción entre el viento solar y los minerales. En otras palabras, las perlas no solo cuentan una historia, también podrían ofrecer un recurso estratégico, como resalta Futurism.

Astronautas
Desde que los astronautas de la misión Apolo 17 tomaron las muestras del suelo lunar en 1972, todas las hipótesis apuntaban a actividad volcánica. Ahora esto se ha logrado comprobar y ampliar, al detectar la presencia de agua dentro de las partículas. Imagen: NASA

Estudios previos habían calculado que la cantidad de agua retenida en estas esferas podría alcanzar los 300.000 millones de toneladas distribuidas por toda la superficie lunar. Esto abre la posibilidad de extraer agua calentando el material, lo que resultaría vital para futuras bases lunares. La Luna, entonces, no sería solo un objetivo científico, sino también un almacén potencial de recursos.

La idea de aprovechar estas perlas como fuente de agua está lejos de la ciencia ficción. Si se logra desarrollar tecnología para su recolección y tratamiento eficiente, podrían sostener misiones humanas de larga duración. De ser así, un vestigio del pasado volcánico lunar podría ser la llave para establecer vida humana más allá de la Tierra.

Referencia de la noticia:

T.A. Williams, S.W. Parman, A.E. Saal, A.J. Akey, J.A. Gardener, R.C. Ogliore. Lunar volcanic gas cloud chemistry: Constraints from glass bead surface sublimates. Icarus, 2025; 438: 116607 DOI: 10.1016/j.icarus.2025.116607