La borrasca inminente no será "otra Filomena"... ¡podría ser Celia!

La borrasca se formará a partir del domingo sobre el centro peninsular y se desplazará hacia el este, pudiendo dejar un fuerte temporal de lluvia y viento en el Mediterráneo y nevadas intensas en cotas medias del interior.

Nieve Celia
La borrasca invernal podría dejar grandes acumulados de nieve en el noreste peninsular.

Actualmente ya estamos bajo la influencia de una pequeña borrasca aislada al suroeste peninsular que está dejando un flujo de vientos del sureste en buena parte del interior y sur peninsular. Este sistema está dejando precipitaciones en la mitad sur e intervalos de viento fuerte, sin embargo, poco a poco irá perdiendo fuerza y acabará por disiparse. Este proceso tan sólo será una breve transición, la antesala de lo que tendremos después.

Durante el domingo, el anticiclón ya habrá ganado fuerza en el Atlántico norte y un desalojo de aire frío se extenderá por el oeste de Europa hasta llegar a la Península Ibérica. El domingo y madrugada del lunes se empezarán a producir las primeras nevadas de entidad en los Pirineos, Cordillera Cantábrica y Sistema Ibérico norte, extendiéndose el lunes a zonas montañosas del centro. Sin embargo, a partir del lunes, existirá una fuerte inestabilidad baroclina en la Península que permitirá la formación de una borrasca sobre la vertical del territorio.

Todavía existe una importante incertidumbre sobre la posición y profundidad de esta baja, pero lo más probable es que este proceso de ciclogénesis culmine el martes, cuando la borrasca ya formada empiece a desplazarse hacia el este, dejando un intenso flujo de noreste sobre el interior peninsular y fuertes nevadas en los macizos montañosos. Además empezará a bombear humedad desde el Mediterráneo favoreciendo que las precipitaciones sean persistentes.

El proceso de ciclogénesis culminará el martes dejando un intenso flujo del noroeste y fuertes nevadas en muchos macizos montañosos.

Cuando esta borrasca se ocluya, ya sobre el Mediterráneo existe una posibilidad nada despreciable de que alcance una profundidad considerable y genere un temporal marítimo significativo que poco tendrá que envidiar a conocidas borrascas anteriores. Si se mantienen las previsiones actuales podría ser bautizada como Celia.

Sus principales efectos: lluvias fuertes, nevadas y temporal de viento

El lunes las precipitaciones en forma de nieve empezarán a ganar terreno a medida que desciendan las temperaturas. La cota de nieve se situará ligeramente por debajo de los 1000 metros dejando acumulaciones significativas por encima de este nivel. El martes, con la entrada de aire húmedo del Mediterráneo, estas precipitaciones se intensificarán, pudiendo acumular casi 100 litros por metro cuadrado antes del miércoles en zonas del litoral y prelitoral del centro y norte de la Comunidad Valenciana, según algunos escenarios de los que plantea el modelo europeo.

Nevada noviembre
Nuestro modelo de cabecera ahora mismo muestra una nevada notable en media Península Ibérica. Debemos vigilar la situación, la previsión aún puede cambiar.

Con cotas de nieve entre los 600 y los 900 metros, estas precipitaciones serán en forma de nieve en el Sistema Ibérico sur y algunas sierras del prelitoral, dejando espesores considerables a partir de 1000 metros de altitud en zonas extensas. En los grandes sistemas montañosos también se pueden producir nevadas muy significativas, especialmente en el Ibérico, Pirineos, Cordillera Cantábrica y Sistema Central oriental.

El viento será otro factor a tener en cuenta, a medida que la baja se profundice en el Mediterráneo podrá alcanzar fuerza de temporal, con rachas de más de 70 km/h en prácticamente cualquier punto expuesto del litoral Mediterráneo así como en zonas montañosas del interior peninsular. Algunos escenarios contemplan rachas superiores a los 90 km/h en puntos del litoral de la Comunidad Valenciana, Cataluña y sur y este de Andalucía.