¿Qué es este raro fenómeno meteorológico que se ha visto en América del Norte en plena irrupción ártica?

El fuerte contraste térmico entre la masa de aire ártico y las aguas algo menos frías de los Grandes Lagos y de algunas bahías en América del Norte ha dado lugar a un curioso fenómeno que recuerda a las mangas marinas.

Vórtices árticos
Una potente irrupción de aire ártico se extiende por buena parte de América del Norte, con temperaturas que en algunas zonas caen por debajo de los -30 ºC.

Una irrupción de aire ártico ha traído un recrudecimiento de las condiciones invernales en buena parte de América del Norte. Las temperaturas se han desplomado hasta los -51,5 ºC en Keg Creek, Alberta (Canadá). Se trata de la temperatura más baja registrada en enero desde el año 2004. Tal ha sido la magnitud de la ola de frío, que se han registrado temperaturas bajo cero en Texas y la frontera con México.

En los Grandes Lagos (Superior, Huron, Michigan, Erie y Ontario), se ha producido el clásico efecto lago, con aguas humeantes y nevadas copiosas debido al recorrido del aire frío sobre las aguas relativamente cálidas de estos grandes cuerpos de agua. Esto ha dado lugar a un curioso fenómeno meteorológico, similar a las mangas marinas que podemos en ver en el Mediterráneo en otoño.

Los “Steam Devils” o vórtices árticos

En varios lagos y bahías se ha reportado la presencia de una especie de remolino o nube tubular, emergiendo de las aguas humeantes a temperaturas de hasta -15 ºC. Son remolinos de vapor que se conocen técnicamente como vórtices árticos. Tienen tamaños variables con forma de cuerda o grandes columnas, y son de color blanco si les da la luz del sol o gris cuando la capa de nubes es densa.

Los vórtices árticos son columnas rotatorias de vapor de agua condensado. Van acompañados de vientos débiles a localmente moderados, que introducen niebla dentro del vórtice haciéndolos visibles. Los vórtices típicos tienen un par de metros de anchura, pero los más grandes pueden hacer 50 o incluso 200 metros de diámetro, elevándose hasta 500 metros sobre la superficie lacustre. No acostumbran a estar conectados con la base de una nube ni las requieren para formarse.

Una relación estrecha con el “humo ártico”

Estos fenómenos están asociados a un tipo de niebla denominada humo ártico, cuando los lagos o ríos parecen humear. El humo ártico se forma a causa del contraste de temperatura entre una masa de aire muy fría y las aguas comparativamente calientes de las superficies lacustres.

El resultado es la condensación del vapor de agua en gotitas de agua de pequeño tamaño, en una capa estrecha sobre la superficie del lago.

¿Cómo se forman?

Los vórtices de vapor, requieren de un fuerte contraste de temperatura entre el lago y el aire que discurre por encima. Esto suele ocurrir cuando una entrada de aire ártico irrumpe hacia el sur, desde Canadá. La superficie del lago no debe estar congelada, puesto que la diferencia de temperatura con el aire se reduciría drásticamente. Por ello, los vórtices de vapor son más comunes a principios del invierno o tras episodios de temperaturas más templadas.

Los vórtices se forman por convección. La masa de aire sobre el lago se vuelve inestable debido al contraste térmico y, como consecuencia, algunas parcelas de aire empiezan a ascender, debido a su menor densidad. De esta manera, se forman corrientes de aire ascendentes que pueden adquirir rotación debido a la turbulencia asociada a convergencias de viento en superficie. Los vórtices de vapor no son mangas marinas y tienen mayor semejanza con las tolvaneras o “diablos de polvo” visibles en zonas desérticas.