Temporal invernal: cuando octubre se transformó en enero

El primer temporal invernal ha dejado en pleno otoño importantes nevadas en zonas de la mitad norte peninsular, y temperaturas muy por debajo de lo normal para las fechas en las que nos encontramos en toda España.

La Molina
Estación de esquí de La Molina el 1 de noviembre, en los Pirineos catalanes. Fuente: @SnowLaMolina

A finales del mes pasado las temperaturas fueron extraordinariamente bajas, hasta el punto de que en 24 observatorios se batieron récords —de los últimos 30 años o desde que existen registros— de temperaturas mínimas y/o de temperaturas máximas más bajas en el mes de octubre. Las máximas del domingo 28 de octubre, con un valor medio nacional de 8,8ºC, fueron las más bajas en el conjunto del país para un día del mes de octubre al menos desde 1961.

El descenso drástico de las temperaturas en toda la Península se tradujo en precipitaciones fuertes y nevadas a partir de 300 metros en el norte y de 900 metros en los sistemas Central e Ibérico, unas cotas "inusualmente bajas" para la estación. Aunque oficialmente el invierno no empieza hasta el 21 de diciembre, la masa de aire ártico que entró el viernes 26 de octubre en la península dejó numerosas secuelas y problemas.

Las zonas más afectadas

En Asturias, la comunidad más castigada por el temporal, se vio afectada la red ferroviaria con retrasos y cancelaciones en los trenes de larga distancia con salida o llegada hasta Gijón, entre otros problemas, así como la telefonía y la red eléctrica, que sufrieron cortes en algunas localidades. En concreto, según datos del Servicio de Emergencias del Principado, el temporal provocó cortes de electricidad en unos 15.000 hogares, especialmente en concejos del suroeste. Los problemas de suministro han afectado a unos 10.000 clientes de la compañía EDP de los concejos de Quirós, Belmonte de Miranda, Degaña, Ibias, Somiedo y Cangas del Narcea, principalmente. También otros 5.000 abonados de la empresa Viesgo se han visto afectados en la zona de Vegadeo, Grandas de Salime y sur de la provincia.

En Galicia, el servicio de emergencias registró medio centenar de incidentes provocados por la acumulación de nieve, caída de árboles y en menor medida hielo en varios puntos de la red viaria principal y secundaria, siendo Lugo, con diferencia, la provincia más afectada.

En Cantabria también se registraron serios problemas: la nieve dificultó las comunicaciones con la meseta a través de la autovía A-67 y de la carretera nacional N-623, que unen a la región con Burgos y Palencia; en cuanto a la red autonómica estuvo cerrado al tráfico el puerto de Lunada (CA-643).

En Vizcaya, el drástico descenso de las temperaturas tuvo consecuencias sustanciales para los ganaderos, donde se ha registraron una veintena de ovejas muertas y unas cuantas malheridas. Tres ganaderos en el monte Gorbea rescataron a algunos miembros del rebaño que habían quedado enterrados bajo la nieve. Según los primeros datos, se formó una estampida cuando las ovejas intentaban escapar de una manada de perros domésticos.

Por último, destacar como nota positiva, que por primera vez en décadas se pudo esquiar en Cataluña en el puente de Todos los Santos. La bajada de temperaturas y las copiosas nevadas han permitieron a la estación de Masella, en el Pirineo catalán, acumular un manto de más de 40 centímetros de nieve en sus cotas más altas, y abrir siete pistas y cuatro remontes.