¿Por qué la masa madre se ha vuelto un fenómeno social? La ciencia revela cómo el pan se convirtió en un alimento básico
En los últimos años, el arte de convertir los cereales en pan ha adquirido una nueva importancia en la sociedad. ¡Descubre más sobre este fascinante proceso en las siguientes líneas!

En los últimos años, en las grandes ciudades han proliferado las panaderías que elaboran pan con técnicas más tradicionales. En los centros urbanos, el pan industrial ha sido sustituido por un pan de consistencia crujiente por fuera y miga aterciopelada, con un sabor que nos hace pensar en el pan de nuestras abuelas, características que atraen cada vez a más clientes.
Pero, ¿cuál es la explicación del resurgimiento del pan más laborioso en detrimento del pan que se elabora de forma más rápida y eficaz? ¿Por qué este tipo de pan más tradicional está cada vez más de moda en los entornos urbanos? La ciencia intenta explicar estas cuestiones de forma sencilla para que todo el mundo pueda comprender las particularidades de este alimento en constante innovación.
Pan tradicional vs. pan industrial
El pan es, sin duda, uno de los alimentos básicos de la dieta mediterránea. Desempeña un papel protagonista en la vida de la mayoría de los españoles, al igual que el arroz en Asia o el maíz en América Latina. Sólo los celíacos, o incluso los alérgicos o intolerantes al gluten, no ven el pan como una opción en su dieta diaria, e incluso ellos pueden encontrar (o incluso producir) alternativas muy acertadas.
En los últimos años, el consumo excesivo ha llevado casi a la "demonización" de este alimento. Se ha cuestionado su papel fundamental, debido esencialmente a los patrones de consumo, por un lado, y a la industrialización de las recetas, por otro. Podría decirse que el pan, como alimento básico, ha perdido calidad y ha quedado relegado a un segundo plano.

Sin embargo, la vuelta a los orígenes, desde el punto de vista de las recetas y del uso y manipulación de las materias primas, ha hecho que la desconfianza deje paso a la nostalgia. La posibilidad de degustar una barra de pan con el mismo sabor que la que comías de pequeño no tiene precio para algunos.
El mimo con el que se lleva a cabo el proceso de panificación por parte de una nueva generación de panaderos hace que este negocio sea mucho más gratificante que el mero aspecto económico.
El papel de la masa madre
La masa madre desempeña un papel fundamental en este nuevo paradigma de la panadería ibérica. Para los panaderos, esta levadura natural es algo más que un ingrediente. La masa madre es vista como un patrimonio cultural, algo que define la textura, la consistencia y el sabor del pan, básicamente el detalle que distingue una hogaza casera de una hogaza industrial.
Junto con el uso de levaduras naturales de primera calidad, también hemos asistido a la dignificación de ciertas harinas que hasta hace poco se consideraban los "patitos feos" de la panadería, como la de algarroba o incluso la de centeno. En definitiva, cada vez se demanda más lo nutritivo, lo sano y lo sostenible.
Cultivar una levadura natural, con todos los cuidados que ello conlleva, es acorde con un estilo de vida más tranquilo, una forma de escapar de una vida moderna que tiende a ser acelerada. De ahí que cada vez más panaderos aficionados participen en talleres de panadería y elaboren su propio pan en la comodidad de su hogar.

El principal inconveniente de esta nueva tendencia panadera es su elevado precio, justificado por la calidad superior tanto de las materias primas como del producto final. Pero, ¿hasta qué punto estas panaderías no se limitan a producir y comercializar para un pequeño segmento de la población urbana?
En cualquier caso, no dejes de experimentar, dale una nueva oportunidad al pan como alimento que, consumido en su justa medida, puede reconectarnos con nuestra historia y nuestra cultura.