Los campos de lavanda de Brihuega alcanzan su esplendor en julio: cuándo verlos en flor y cómo llegar

Este mes, Brihuega despliega un tapiz violeta con la floración de la lavanda. Te contamos las mejores fechas para visitarlo, cómo llegar desde Madrid y qué otras joyas esconde este encantador pueblo de Guadalajara más allá de sus campos aromáticos.

En julio, Brihuega, en Guadalajara, es un espectáculo cromático y lleno de aroma.

Cada verano, un pequeño rincón de la provincia de Guadalajara se transforma en un fragante mar violeta que no tiene nada que envidiar a la Provenza francesa. Brihuega, conocida como “el jardín de la Alcarria”, se viste de gala en julio con la floración de sus extensos campos de lavanda, atrayendo a miles de visitantes que buscan disfrutar de este espectáculo cromático natural.

Te contamos cuál es el momento para disfrutarlos en toda su belleza, la animada agenda cultural que acompaña a la floración de la lavanda y cómo llegar a este destino imprescindible para los amantes de la fotografía.

El mejor momento para ver los campos en flor

Sin duda, la época ideal para visitar Brihuega es durante el mes de julio. A lo largo de estas semanas, la lavanda alcanza su punto álgido de floración, ofreciendo un manto morado que cubre el paisaje y que se mantiene hasta finales de mes.

Aunque todo depende de la meteorología, lo habitual es que el máximo esplendor se produzca entre la segunda y la tercera semana de julio.

Por ello, es recomendable planificar la visita para mediados del mes para asegurar que los campos se encuentren en su momento más fotogénico. Este año, además, la floración ha llegado en fechas habituales, por lo que quienes planeen acercarse en los próximos días podrán disfrutar de la lavanda en todo su apogeo.

Más que aromáticas: el Festival de la Lavanda

El atractivo de Brihuega no se limita solo a contemplar sus magníficos campos de esta aromática. Desde hace más de una década, el municipio organiza el Festival de la Lavanda, un evento que combina naturaleza, música y gastronomía.

Las calles de la localidad se engalanan para celebrar el Festival de la Lavanda.

Así, durante varios fines de semana de julio se celebran conciertos al atardecer en plena campiña, cuando la luz dorada del sol potencia aún más los tonos violetas del paisaje.

Los asistentes acuden vestidos de blanco, siguiendo una tradición que realza el contraste con el color de la lavanda y aporta un ambiente único. Además, el festival ofrece catas de productos locales elaborados con lavanda, visitas guiadas a los campos y actividades para toda la familia.

Cómo llegar a Brihuega

Situada a apenas 90 kilómetros de Madrid, la pequeña localidad de Brihuega es una escapada perfecta de un día o de fin de semana.

El trayecto en coche desde la capital de España dura aproximadamente una hora por la A-2 en dirección Zaragoza, tomando la salida 73 hacia Torija y, desde allí, continuando por la CM-2011 hasta Brihuega.

Vista aérea de Brihuega, conocida como "el jardín de la Alcarria".

Para quienes prefieran el transporte público, existe un servicio de autobuses desde la estación de Avenida de América en Madrid hasta Brihuega, aunque con menor frecuencia, por lo que conviene consultar horarios con antelación.

Una vez en el pueblo, la mayoría de los campos se encuentran a unos pocos kilómetros del casco urbano. Varias empresas locales ofrecen rutas guiadas que incluyen transporte a los campos, explicaciones sobre el cultivo de la lavanda y paradas en los mejores puntos para tomar fotografías.

Consejos para la visita

Aunque los campos son accesibles por libre, se recomienda respetar siempre las propiedades privadas y no pisar las plantas. Además, conviene llevar sombrero, agua y protector solar, ya que las temperaturas en julio pueden superar fácilmente los 30 grados.

Por otro lado, el atardecer es el momento favorito de muchos visitantes: la luz suave resalta los colores y el aroma de la lavanda se intensifica. Es también el mejor momento para los amantes de la fotografía.

Brihuega, no solo en verano

Aunque julio es el mes estrella, Brihuega merece una visita en cualquier época del año. Su casco histórico, con murallas medievales, el castillo de la Peña Bermeja, la iglesia románica de Santa María de la Peña y sus bellos jardines, tienen un encanto especial.

Otros lugares interesantes son la antigua Real Fábrica de Paños (hoy rehabilitada como espacio cultural y hostelero), el Convento de San José, donde se guardan tapices flamencos del siglo XVII y piezas sobre la historia local o la Cueva del Castillo, una impresionante cueva subterránea de época musulmana con galerías de agua.

Para recordar la magia que envuelve los campos de lavanda, siempre se pueden adquirir productos derivados de esta aromática, como aceites esenciales, jabones o mieles.