Llegan el equinoccio y el equilux, ¿son lo mismo?

Se acaba el invierno astronómico y la primavera llama a la puerta. Con ella, se producen estos dos fenómenos. Mira aquí sus principales diferencias y, ¡aprende a distinguirlos!

Equilux
El equilux se produce únicamente durante los equinoccios de primavera y de otoño / National Geographic.

Cómo es bien sabido, tenemos cuatro estaciones, y dos de ellas, la primavera y el otoño empiezan con un equinoccio. Del latín aequus -igual- y noctis -noche-, es el momento del año en el que el Sol se encuentra en uno de los puntos de intersección del Ecuador. La duración del día y la noche es prácticamente la misma, pero no exacta.

¿Qué es el equilux?

En España, la primavera llegará el próximo miércoles 20 de marzo a las 22:58 hora peninsular –una hora menos en las Islas Canarias-. Aunque, para saber cuándo el día y la noche se igualan no hay que esperar más: ¡es hoy! Bien es cierto que en Canarias se produjo ayer.

El equilux simplemente representa el momento de la perfecta dualidad de doce horas de luz solar y doce horas de oscuridad nocturna. La diferencia es tan sólo de unos minutos respecto al equinoccio pero suficiente para distinguir ambos procesos.

El efecto de la combinación del sol y la refracción atmosférica

El Sol se esconde cuando su centro está en el horizonte, pero hasta que no se pone por completo hay una diferencia de medio minuto entre orto y ocaso.

A esto hay que sumarle la desviación de los rayos solares por la refracción atmosférica. Es decir, cuando el Sol se ha puesto bajo el horizonte, el cielo parece que todavía brille durante unos minutos. La temperatura del aire, la humedad y la presión atmosférica son factores que alteran la refracción.

El equinoccio de primavera se caracteriza por su variabilidad e irregularidad / Manuel Bertrán.

Los equinoccios o primavera y otoño

Mientras que en el hemisferio norte hablamos de equinoccio de primavera, en el hemisferio sur tendrá lugar el equinoccio de otoño. La inclinación en el eje de rotación de la Tierra respecto al plano de incidencia de los rayos del sol explican el cambio de estaciones.

Así pues, esta inclinación provoca que los dos hemisferios reciban una iluminación diferente según la época del año. A parte de los mencionados equinoccios, cabe añadir los solsticios de invierno (21-22 de diciembre) y de verano (21-22 de junio).

¿Por qué las estaciones no comienzan el mismo día?

La razón que explica que el inicio de cada estación no sea cada año igual lo marca la oblicuidad (la oblicuidad de la eclíptica), es decir, nuestro planeta no es totalmente circular.

Además, la velocidad de translación de la Tierra alrededor del Sol depende de su posición en la órbita. De media, la duración de las estaciones es la siguiente: 89 días invierno, 92,7 días primavera, 93,7 días verano y 89,9 días otoño.