Las tormentas de los próximos días bajo vigilancia en Meteored. Los mares, muy cálidos, podrían agravarlas

Las lluvias podrían ser intensas y generalizadas durante la semana que viene. Las extraordinarias anomalías de temperatura de los mares que nos rodean favorecerán el desarrollo de convección y una intensificación de las precipitaciones. Aquí te contamos más.

Aunque se trate de un episodio de lluvias otoñal, las tormentas aparecerán de nuevo de forma dispersa, especialmente en zonas próximas al mar y en los principales macizos montañosos.

Durante los próximos días un área de altas presiones se desarrollará al noroeste de Europa y establecerá un patrón de circulación completamente diferente al que hemos tenido en las últimas semanas. Tal será el cambio que la zona ocupada previamente por una imponente dorsal anticiclónica será ahora el lugar de paso de una sucesión de borrascas de procedencia atlántica y en algunos casos también subtropical.

Será precisamente esto último lo que otorgue a algunas de ellas unas características menos frecuentes de lo habitual en estas latitudes; la procedencia marítimo subtropical de las masas de aire que impulsan y las importantes anomalías positivas de temperatura que presentan los mares de alrededor. En algunos casos estas anomalías son récord para la época del año en la que nos encontramos, superándose los 4 ºC de anomalía en puntos del Cantábrico.

Hay que tener en cuenta que estos 4 ºC adicionales suponen hasta un 30% más de agua en forma de vapor en una masa de aire saturada que se forme sobre ellos y por tanto una notable cantidad de energía que puede liberarse. Obviamente para que se libere hacen falta unas condiciones de la atmósfera muy concretas, no siempre sucede, pero durante la próxima semana precisamente se plantea un escenario en el que esto puede ocurrir.

¿Tormentas de verano en octubre?

En realidad no debemos confundirnos, las tormentas pueden aparecer en otras épocas del año. En la Península hay zonas costeras, especialmente del tercio sur, en las que son relativamente habituales las tormentas en invierno. Sin embargo, sí es cierto que en el interior disminuyen hasta casi desaparecer entre los meses de octubre y marzo para reaparecer en abril.

Durante los meses más fríos las tormentas prácticamente desaparecen del interior peninsular, aunque este año hay que contar con las extraordinarias anomalías térmicas que presentan el Atlántico, el Mediterráneo y el Cantábrico.

Esto es debido a la menor energía disponible que proporcionan masas de aire más frías y con menor contenido en humedad. Además, la menor radiación solar durante estos meses disminuye el calentamiento diurno que actúa como mecanismo de disparo.

Mares muy cálidos
Los mares que bañan nuestro país muestras temperaturas extraordinariamente altas para esta fecha del año.

Sin embargo, las anomalías cálidas del océano que nos rodea y el gran recorrido por aguas subtropicales de la masa de aire que nos afectará aportarán la energía necesaria como para que algunas tormentas puedan formarse al paso de los frentes e incluso en los sectores cálido y frío de las bajas.

De forma ocasional podrían organizarse algunos sistemas convectivos en el mismo núcleo de alguna de las bajas, otorgándoles un aspecto más subtropical si bien parece poco probable que estas depresiones puedan experimentar transiciones (sub)tropicales.

Las zonas más tormentosas: el tercio oeste y el Mediterráneo

Aunque de forma aislada las tormentas pueden aparecer en cualquier punto, serán más frecuentes durante los primeros días de la semana que viene en el tercio oriental peninsular y zonas costeras. Allí la CAPE (energía potencial convectiva disponible) alcanzará valores moderados, de hasta 500 J/kg o localmente superiores, especialmente en el cuadrante suroeste.

Rayos en Andalucía
En el suroeste peninsular y junto al Mediterráneo los índices de inestabilidad serán elevados y podrían derivar en tormentas intensas.

No son valores comparables a los de episodios tormentosos de meses anteriores, pero será suficiente como para dar lugar a una convección de topes bajos que los flujos de vientos de las bajas podrían organizar localmente en estos sectores. El riesgo de granizo grande y fuertes rachas de viento será menor, pero pueden provocar chubascos muy fuertes.

Más adelante, la atención se centra en el Mediterráneo. Con una temperatura superficial rondando los 25 ºC y valores de CAPE previstos en torno a 2000 J/kg las tormentas que puedan desarrollarse sobre el mar a mediados de semana, una vez que las bajas se aproximen más a esta zona, pueden ser mucho más fuertes. En este caso el riesgo de granizo grande y fuertes vientos se suman al de las fuertes precipitaciones en zonas costeras de la Península y Baleares.