Las hectáreas de bosque afectadas por la sequía en Cataluña duplican las del incendio más grande registrado en España

En el año 2023, la sequía llegó a su punto culminante en Cataluña, afectando a grandes extensiones boscosas y llevando los embalses a una situación límite. ¿Ha mejorado el panorama tras las últimas lluvias?

Sequía árboles cataluña
La grave sequía ha causado estragos en las masas boscosas de muchas comarcas catalanas en el último año.

El verano está a la vuelta de la esquina, una de las épocas con mayor estrés hídrico en regiones mediterráneas, caracterizada por la sequía estacional, que se añadirá a la que llevan arrastrando desde hace meses en las regiones mediterráneas y que está causando estragos en la vegetación.

La AEMET ha actualizado los datos del año hidrológico hasta el pasado 16 de mayo. El año hidrológico mide las precipitaciones acumuladas en la red oficial de estaciones meteorológicas en el período del 1 de octubre hasta el 30 de septiembre.

Mientras que en puntos del oeste de Galicia se superan los 2500 l/m2 desde el 1 de octubre, en la zona limítrofe litoral entre la provincia de Almería y la Región de Murcia no llegan ni a 30 l/m2. La situación es igual de preocupante en el sur de Tenerife, Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura.

Los embalses de Cataluña siguen en números rojos

En Cataluña se han producido diversos episodios de precipitación en los últimos meses, pero la sequía sigue bien presente e incluso se está agudizando en otras regiones mediterráneas. El estado de los embalses en las cuencas internas catalanas sigue siendo insuficiente para afrontar las demandas del verano.

En conjunto, los embalses se encuentran al 27% de capacidad. A continuación se detalla la capacidad de los embalses con menor porcentaje de agua embalsada según el último informe de La Agencia Catalana del Agua.

  • Riudecanyes: 3%
  • Siurana: 3%
  • Darnius Boadella: 19%
  • Sau: 23%
  • La Llosa del Cavall: 26%
  • Susqueda: 27%
  • Sant Ponç: 33%
  • La Baells: 43%

En las últimas semanas, las precipitaciones han dado un respiro a la vegetación. En los meses de marzo y abril, llovió más de la media en Cataluña. En abril se superaron los 150 l/m2 en el Pirineo y los 90 l/m2 en las ciudades de Barcelona y Girona.

Las precipitaciones en las cabeceras de los ríos, ayudaron a llenar los embalses. El de Sau, por ejemplo, se encontraba al 7% de capacidad a principios del mes de abril y ha subido hasta un 23% actual.

Más de 65000 hectáreas afectadas por la sequía en 2023

Según datos del proyecto Deboscat, el año pasado un total de 66500 hectáreas de bosque sufrieron daños debido a la sequía en Cataluña, en forma de hojas secas, árboles dañados o muertos. Los datos empezaron a tomarse en el año 2012 con el fin de monitorizar el efecto de las sequías en las grandes masas forestales de la comunidad. La pasada campaña fue la más dramática desde que se toman registros.

Las hectáreas de bosque afectadas por la sequía en Cataluña el año pasado duplican las del incendio más grande registrado en España, que calcinó 35000 hectáreas en Zamora

Las comarcas más castigadas por la sequía son La Selva y el Baix Empordà, con 10000 hectáreas de bosque afectadas en cada caso. Incluso algunas especies mediterráneas resistentes a la sequía mostraron señales de deterioro como el Pinus halepensis. En 2023, hubo 15600 hectáreas afectadas de este árbol en Cataluña con algunos ejemplares que se secaron por completo.

Algunas de las adaptaciones de la vegetación mediterránea a la sequía incluyen un sistema radicular extenso y profundo, cuya finalidad es captar la máxima cantidad de agua cuando llueve y hojas en forma de púas para reducir la pérdida de agua por evapotranspiración. En algunos casos, ni siquiera estas adaptaciones han sido suficientes para afrontar una sequía de más de tres años de duración.