Las ciudades españolas con mejor agua del grifo, según la OCU

Es una división presente en muchos hogares de nuestro país... ¿agua embotellada o del grifo? Analizamos cuál es más recomendable y también sus diferentes calidades según la ciudad en que residas.

Por precio, cuidado del medio ambiente y también por calidad, el agua del grifo es una opción más que aconsejable.

Aunque España cuenta con regulaciones estrictas sobre la calidad del agua potable, y la del grifo suele ser segura para el consumo en la mayoría de las áreas, su calidad sí puede variar según la ciudad en la que habites.

Esa calidad depende de factores como la fuente de abastecimiento, el tratamiento del agua y otros condicionantes, principalmente su dureza. Aunque, tranquilidad, porque las autoridades locales realizan pruebas regulares para garantizar que el agua cumple con los estándares de salubridad establecidos.

¿Qué es la dureza del agua?

Cuando hablamos de la dureza del agua nos referimos a la concentración de minerales, principalmente magnesio y carbonato de calcio, disueltos en el agua. Este último es el responsable de la formación de depósitos de cal en tuberías y electrodomésticos, lo que afecta su eficiencia a lo largo del tiempo.

Además, el agua dura puede requerir una mayor cantidad de productos de limpieza y detergentes para producir espuma y limpiar eficazmente. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que el agua dura no representa un riesgo para la salud y, de hecho, puede proporcionar minerales esenciales.

¿Mejor del grifo o embotellada?

Algunas personas eligen entre las más de cien marcas de agua embotellada que existen en España por la percepción de que es más segura o más limpia que la del grifo. Ello, a pesar de que la calidad de esta última está rigurosamente controlada en nuestro país y es, por regla general, segura para el consumo.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), apuesta decididamente por el agua del grifo, y asegura que es mejor que la embotellada. Estos son sus argumentos.

Coste

El agua del grifo es más económica que el agua embotellada, cuyo precio, de media, es de 0,21 euros por litro si se compra en supermercados. Sin embargo, en hostelería el coste medio del agua embotellada es de 1,32 euros por un recipiente de 0,33 litros.

Dos datos importantes para el bolsillo: el agua embotellada puede ser hasta mil veces más cara que la del grifo; y utilizar esta última para beber supone un ahorro de más de 400 euros anuales.

Accesibilidad

El agua del grifo está disponible directamente en el hogar y en muchos lugares públicos. Es fácilmente accesible y no requiere transporte ni almacenamiento.

Sostenibilidad

Optar por agua del grifo es más sostenible desde el punto de vista ambiental, ya que reduce la necesidad de envases de plástico y el consumo de energía asociado con la producción y distribución de agua embotellada.

Calidad

El agua del grifo cumple con estrictos estándares de calidad y normalmente es segura para el consumo, aunque muchos consumidores prefieren el sabor de marcas concretas de agua embotellada, que se debe a la fuente de la que proviene y al proceso de embotellado.

¿Dónde se puede beber la mejor agua de grifo en España?

Basándose en el contenido en ventas de cal y magnesio que están presentes en el agua (a mayor dureza, peor sabor), la OCU ha realizado una clasificación de la calidad del agua del grifo en diferentes provincias del país.

Así, el agua blanda y, por tanto, la de mejor calidad para beber, se encuentra en A Coruña, Pontevedra, León, Valladolid, Burgos, Vizcaya, Guipúzcoa, Madrid, Badajoz, Alicante, Tenerife y Gran Canaria. Estas aguas contienen menos de 12 grados franceses (ºf), que es la magnitud que se utiliza para medir el carbonato cálcico en el agua.

También tienen un sabor óptimo las de Asturias, Navarra, Girona, Sevilla, Cádiz y Granada, que se consideran poco duras (entre los 12ºf y los 30ºf).

¿Cuáles son las peores?

Son aguas duras (hasta los 40ºf) las de Tarragona, Murcia, Albacete y Jaén. Cerrando la clasificación, se encuentran Zaragoza, Teruel, Valencia, Palma y Almería, cuyas aguas del grifo se consideran muy duras (superan los 40ºf).

En estos lugares, la OCU aconseja consumir agua embotellada porque el grifo necesita medidas de saneamiento. Como en Ciudad Real, donde se han detectado trihalometanos. Se trata de compuestos que se generan tras el proceso de potabilización del agua por la reacción del cloro utilizado. En estudios epidemiológicos, se han asociado con un incremento del riesgo de cáncer de vejiga urinaria.

Por su parte, la de Palma de Mallorca está muy mineralizada; y la de Zaragoza presenta un elevado número de microorganismos aerobios y coliformes. La OCU también recomienda no consumir agua del grifo en ciudades como Barcelona, Huelva o Logroño, sobre todo por escasa desinfección.