El antiguo volcán submarino con 6,2 millones de años que moldeó el paisaje de Almería
Hace millones de años se encontraba bajo el agua, pero hoy en día se pueden visitar y fotografiar los restos de este volcán que originó buena parte del paisaje de Almería.

Ubicado en la provincia de Almería, a unos tres kilómetros de la localidad de Níjar, el Hoyazo de Níjar, también denominado Volcán de la Granatilla o Cerro del Hoyazo, es un fascinante vestigio geológico de la actividad volcánica que marcó a esta zona de Andalucía hace millones de años.
Su formación se remonta a la época del Messiniense, cuando el área se encontraba sumergida bajo el mar, dando lugar a una estructura volcánica singular que hoy se presenta como un paisaje de gran valor natural y científico.
El volcán, erosionado con el paso del tiempo, exhibe un cono parcialmente colapsado, con un cráter visible desde el aire que actualmente se ha convertido en un valle. Sus flujos de lava se extendieron por buena parte del desierto de Tabernas y alcanzaron los alrededores de los Baños de Sierra Alhamilla, dejando un legado geológico inconfundible en esta parte de Almería.
Cómo llegar al Hoyazo de Níjar o Volcán de la Granatilla
Para acceder a este enclave natural, es necesario tomar la salida 481 de la Autovía del Mediterráneo en dirección a Níjar. A escasa distancia, un camino de tierra parte hacia la derecha antes de una vivienda con pequeños molinos de viento. Siguiendo esta pista y bordeando la falda de la montaña, se llega a una zona despejada donde es posible estacionar el vehículo.
Ruta del volcán de Níjar. Cráter de la Granatilla. pic.twitter.com/TUfJvVgCwv
— Jose Zuhayr (@JoseNavarro_alm) December 10, 2024
Desde este punto, un sendero bien marcado conduce hasta el interior del antiguo cráter. La caminata, de aproximadamente quince minutos, transcurre entre matorrales propios del ecosistema semiárido, permitiendo a los visitantes adentrarse en el corazón de este paisaje volcánico único. La recompensa es un entorno impresionante donde las joyas geológicas se manifiestan en cada rincón.
El regreso desde el Hoyazo de Níjar ofrece una experiencia igualmente enriquecedora. Descendiendo por la rambla, se pueden observar fósiles marinos incrustados en la roca, evidencia del antiguo arrecife de coral que una vez prosperó bajo las aguas del Mediterráneo. El trayecto de vuelta, de aproximadamente tres kilómetros, permite disfrutar de la flora autóctona y seguir explorando la riqueza mineral del lugar.
Origen e historia geológica del Volcán de la Granatilla
El Hoyazo de Níjar es el resultado de la intensa actividad volcánica asociada a la falla de Carboneras. Su formación está estrechamente vinculada a los procesos geológicos que dieron lugar a las manifestaciones volcánicas en el Rif marroquí y la zona comprendida entre Cabo de Gata y Cartagena. En su composición predominan rocas como la dacita y la andesita, junto con fragmentos dispersos de gneis.
Uno de los elementos más llamativos de su estructura es la corona rocosa que rodea el cráter, compuesta por un antiguo arrecife coralino fosilizado. Esta característica lo convierte en un yacimiento de gran interés para los expertos en geología y paleontología, ya que permite estudiar la evolución del paisaje marino que existió en esta zona hace millones de años.
La búsqueda de granates: una experiencia única
Uno de los grandes atractivos del Hoyazo de Níjar o Volcán de la Granatilla es la posibilidad de encontrar granates de variedad almandina en su suelo. Estas piedras semipreciosas emergieron a la superficie arrastradas por la lava y, con el tiempo, han ido quedando expuestas debido a la erosión. A pesar de que los ejemplares de gran tamaño son cada vez más escasos, aún es posible hallar pequeños cristales con formas geométricas de lo más llamativas.
Granates del Volcán de la Granatilla. Níjar. #Almería.
— Almeriense (@AlmerienseHarto) February 20, 2019
(Fotografía de marcirugeda) pic.twitter.com/itMHIc8oxi
Las fuertes lluvias que ocasionalmente afectan a la zona contribuyen a que estos minerales se desplacen por la ladera del volcán, acumulándose en determinadas zonas. Su recolección es una actividad que atrae tanto a geólogos como a aficionados a la mineralogía, aunque es importante respetar el entorno y evitar la extracción masiva de estos elementos naturales.
Las huellas de la minería en el Hoyazo de Níjar
El interés por los granates en esta zona no es reciente. Durante el siglo XX, se explotaron varios yacimientos en la ladera del volcán con el fin de extraer estos minerales, utilizados principalmente en la fabricación de abrasivos como el papel de lija. Entre los años 1900 y 1933, la mina del Hoyazo llegó a ser considerada el segundo mayor yacimiento mundial de granate, con una producción que alcanzó miles de toneladas.
A pesar de los intentos de reactivar la actividad minera entre 1995 y 2000, los resultados fueron insuficientes para sostener una industria rentable. Actualmente, las antiguas explotaciones permanecen como testigos del pasado minero de la zona, integrándose en el paisaje como parte de su historia geológica y económica.