Este es el impacto de las cremas solares en el ecosistema marino

El uso de cremas solares, aunque es crucial para proteger nuestra piel, plantea preocupaciones sobre su graves impactos en el ecosistema marino. ¿Cuáles son esos efectos? Aquí te contamos más.

Crema solar contaminación
Las cremas solares son imprescindibles durante buena parte del año en nuestro país, pero algunos de sus componentes causan graves impactos en el ecosistema marino.

Las cremas solares son un elemento esencial en la protección de nuestra piel contra los dañinos rayos ultravioleta del sol. Sin embargo, en los últimos años, ha surgido una creciente preocupación sobre el impacto que estos productos químicos pueden tener en el ecosistema marino.

Rayos ultravioleta: son una forma de radiación electromagnética emitida por el sol. Estos rayos se encuentran más allá del espectro de luz visible y tienen una longitud de onda más corta que la luz visible. Los rayos UV se dividen en tres categorías según su longitud de onda: los rayos UVA, los rayos UVB y los rayos UVC.

Uno de sus componentes son los filtros solares físicos/minerales, partículas que actúan como barreras físicas reflejando los rayos UV. Los filtros solares físicos más comunes son el dióxido de titanio, que refleja tanto los rayos UVA como los UVB, y el óxido de zinc, que refleja tanto los rayos UVA como los UVB

¿Cuál es el efecto real de estas cremas en los delicados ecosistemas marinos?

Para comprender mejor este efecto, es importante conocer los ingredientes comunes en las cremas solares y cómo pueden interactuar con el medio ambiente acuático. Otro de los principales componentes en las cremas solares es el oxibenzona (también conocido como benzofenona-3), que se utiliza para absorber los rayos UVB y UVA. Aunque es eficaz para proteger nuestra piel, estudios científicos han demostrado que el oxibenzona puede ser perjudicial para los organismos marinos.

Cuando las personas se bañan en el mar o nadan en piscinas, las cremas solares se liberan en el agua. Estos productos químicos pueden ser absorbidos por los corales, afectando su reproducción y crecimiento.

De hecho, se ha descubierto que el oxibenzona provoca el blanqueamiento de los corales, un fenómeno que pone en peligro la supervivencia de los arrecifes de coral en todo el mundo. Además, ciertos ingredientes de las cremas solares pueden dañar el fitoplancton, el cual es esencial para la salud del ecosistema marino, ya que proporciona oxígeno y es la base de la cadena alimentaria.

En algunos países ya han tomado medidas

El estado de Palaos, uno de los cuatro que forman Micronesia, en Oceanía, firmó en 2018 el Acta de Turismo Responsable, y prohibió diez químicos comúnmente usados en protectores solares, por sus impactos en los arrecifes de coral. En Hawái se ha prohibido la venta y el uso de cremas solares que contengan oxibenzona y octinoxato, otro ingrediente perjudicial para los corales. Esta legislación busca proteger los arrecifes de coral, que son un importante atractivo turístico y un hábitat vital para numerosas especies marinas.

Además de las medidas regulatorias, también es importante promover la conciencia y la educación sobre el uso responsable de las cremas solares. Los bañistas pueden optar por utilizar protectores con ingredientes menos dañinos para el medio ambiente, como el dióxido de titanio y el óxido de zinc, que son minerales físicos que reflejan los rayos UV en lugar de absorberlos. Estas cremas solares minerales son consideradas más seguras para los organismos marinos.

Asimismo, es fundamental fomentar prácticas de protección solar adicionales que reduzcan la necesidad de utilizar grandes cantidades de cremas solares. Buscar la sombra durante las horas pico de radiación solar, utilizar ropa protectora como sombreros y camisetas de manga larga, y evitar la exposición prolongada al sol son medidas que pueden complementar el uso de cremas solares de manera responsable.