Empieza la 'temporada alta' de las invasiones de polvo sahariano

Cada año cerca de 20 invasiones de aire sahariano afectan al sur y al este peninsular, también a Baleares. La mayor parte se producen entre los meses de mayo y septiembre, con efectos en nuestra salud y las actividades económicas.

Polvo Aáhara
Entre los meses de mayo y septiembre se registran la mayor parte de invasiones de aire con polvo sahariano en la vertiente mediterránea.

Ya han pasado cerca de dos meses desde que empezó la cuarentena. Esto se ha ido manifestando en nuestro armario, pasando de los jerseys a las mangas cortas, y en todo ese polvo que se está depositando sobre nuestros coches. Los vehículos están adoptando un color pardusco, más notable en los últimos días y en la mitad este peninsular, así como en Baleares. Por allí los dueños tienen poco que ver -bueno, no todos-.

En estas últimas jornadas inestables, la vertiente mediterránea se ha quedado en muchas ocasiones demasiado al este de los embolsamientos de aire frío y las borrascas. Esto ha supuesto que las nubes hayan dejado cuatro gotas y, lo peor de todo, acompañadas de barro. Con estos escenarios, el aire tropical tiene una facilidad pasmosa para saltar Alborán y aplicar a nuestro ‘skyline’ un filtro blanquecino, cortesía del polvo en suspensión.

Una parte del polvo depositado en nuestros coches estos días proviene del Sáhara. Las partículas pueden volar miles de kilómetros arrastradas por el viento.

Los lectores más observadores ya se habrán percatado, máxime en las últimas horas, con las concentraciones de partículas más elevadas. Cuando las depresiones se adentran en la Península desde el suroeste, suelen levantar una buena polvareda que se cuela hasta el mismísimo Golfo de León y a veces más allá. Las partículas pueden volar miles de kilómetros arrastradas por el viento y permanecer varios días en suspensión. En esta ocasión la inyección aquí ha sido liviana, aunque suficiente para dejar los coches con un estampado militar. La mayor parte del envite está en el Mediterráneo camino de la península itálica.

A lo largo de la segunda mitad de esta semana, una masa de aire sahariano invadirá la mitad oriental del mar Mediterráneo. En Italia, el jueves las ciudades de Roma o Palermo superarán ampliamente los 30 ºC y muchas zonas la provincia de Foggia se acercarán a los 40 ºC. Todo esto con un ambiente muy turbio, porque las altas temperaturas casi se podrán palpar debido a la presencia del polvo en suspensión, que será muy abundante.

Cada año se registran más de 20 invasiones de aire con polvo sahariano

En esta ocasión nos hemos quedado un tanto al margen, pero previsiblemente en los próximos meses tendremos otras tandas porque la ‘temporada alta’ no ha hecho más que empezar. El sur y este peninsular registran cada año más de 20 incursiones de aire cargado de arena del Sáhara, casi siempre entre mayo y septiembre según las observaciones de la AEMET. En nuestro país la región más sensible es Canarias, aunque allí ya han pasado la época de mayor riesgo, que suele estar ligada al invierno. Los canarios llevan un año aciago. Antes de la llegada del coronavirus, un episodio de intensa calima ya afectó las celebraciones de carnaval.

Las predicciones estacionales prevén un verano más cálido de lo habitual. Esto, en caso de confirmarse, conllevaría un mayor número de días con aire de origen tropical.

Tienen efectos en la salud

Las partículas en suspensión empeoran la calidad del aire, hasta el punto de tener efectos negativos en la salud, el medio ambiente y ciertas actividades económicas, especialmente la aviación y la producción de energía solar. En términos de salud, las afecciones más recurrentes son la obstrucción nasal y el picor de ojos. Sin embargo, cuando las concentraciones de polvo en el aire son muy elevadas pueden llegar a agravar, también, los problemas respiratorios. De hecho, cuando la calima permanece a lo largo de varios días se registra un aumento de los pacientes con dolor torácico y asma.