El "pulmón secreto" de la Amazonía se apagó: por primera vez en décadas, un humedal peruano dejó de capturar carbono
La inesperada neutralidad de carbono en un pantano de palmas de la Amazonía peruana desafía las certezas sobre el rol de estos ecosistemas ante el cambio climático. ¿Qué explica este fenómeno y por qué importa para el futuro planetario?

Los humedales de turba, aunque cubren una pequeña fracción del territorio global, encierran un papel descomunal como reservorios de carbono. En el caso de la Amazonía peruana, estos ecosistemas denominados localmente “aguajales” han sido históricamente sumideros de carbono, es decir, absorben más CO2 del que liberan. Sin embargo, tal como indica Live Science, uno de estos pantanos ha pasado a un estado neutro en la balanza de carbono, lo cual genera preguntas inquietantes sobre su función reguladora del clima.
Estos resultados fueron publicados en Geophysical Research Letters. En los últimos años, científicos monitorearon un humedal en la Reserva Forestal Quistococha, dominada por la palma de moriche. Sus resultados muestran que, tras años de fuerte absorción de carbono, en 2022 el ecosistema equilibró sus entradas y salidas de dióxido de carbono (CO2), quedando “neutral” sin influencia humana directa ni eventos extremos como sequía o deforestación masiva.
Esta revelación profundiza el debate sobre la resiliencia de los humedales tropicales ante condiciones cambiantes, desde variaciones en la radiación solar hasta modificaciones en los niveles de agua. Mientras algunos han interpretado este giro como un llamado de alerta, científicos como Jeffrey Wood, autor principal del estudio, instan a observar el fenómeno sin alarmismo, destacando la capacidad de recuperación que estos ambientes han mostrado históricamente.
¿Por qué dejó de absorber carbono este pantano amazónico?
Los registros indican que dos factores convergieron para modificar la dinámica del humedal. Por un lado, períodos anormalmente largos de cielos despejados y mayor intensidad solar alteraron la fotosíntesis de la vegetación, limitando la capacidad de las plantas para captar carbono atmosférico. Lejos de ser beneficiosa, la luz excesiva llevó a que las plantas cerraran sus estomas, los poros por donde respiran e incorporan CO2, sobre todo en las productivas mañanas y tardes amazónicas.
Peatlands, which cover just 3% of Earth's surface, store 550 billion tonnes of carbon or twice as much as all forests combined.
— UN Environment Programme (@UNEP) July 7, 2025
However, some 15% of them have been drained for agriculture.
Protecting these carbon sinks is vital #ForPeopleForPlanet. pic.twitter.com/UTpL07Sr7x
Por otro lado, una leve disminución en el nivel del agua expuso la capa superficial de turba al oxígeno, facilitando su descomposición y acelerando la liberación de dióxido de carbono y metano de vuelta a la atmósfera. Cabe recordar que, en condiciones óptimas, la saturación de agua impide la completa descomposición de la materia orgánica, permitiendo así el encapsulamiento de carbono por miles de años.
Estos mecanismos resaltan la sensibilidad de los humedales tropicales a pequeños cambios climáticos y ambientales. La microtopografía propia de los aguajales genera zonas con mayor estabilidad y otras proclives a liberar carbono, pero lo relevante es el balance anual: la aparición de un año neutro despierta la inquietud ante posibles tendencias más persistentes en el contexto de la crisis climática.
Impactos regionales y globales para el clima
Los humedales abarcan solo un 3% de la superficie terrestre del planeta, pero almacenan un estimado de 550 gigatoneladas de carbono, más del doble de lo que retienen todos los bosques del mundo juntos. En Perú, los pantanos de turba cubren menos del 5% del área nacional, aunque contienen casi tanto carbono bajo tierra como toda la biomasa forestal del país.
La pérdida, temporal o definitiva, de la capacidad de estas formaciones para actuar como sumideros agravaría la acumulación atmosférica de gases de efecto invernadero. Además, la interacción entre humedales, clima y actividades humanas fuera del área de estudio puede influenciar fenómenos meteorológicos y niveles freáticos, exacerbando aún más el riesgo de transiciones críticas.
A pesar de no haber detectado impactos humanos directos en el sitio estudiado, la deforestación y la expansión agrícola en zonas adyacentes sí podrían alterar los patrones de lluvias y nubosidad en el mediano plazo. Las proyecciones para la Amazonía sugieren un mayor riesgo de extremos tanto de sequía como de inundaciones, estresando los límites de resiliencia de estos sumideros naturales.
Referencia de la noticia
Wood, J. D., Roman, D. T., Griffis, T. J., Cadillo-Quiroz, H., Del Castillo, D., Fachin, L., et al. (2025). A large Amazonian peatland carbon sink was eliminated by photoinhibition of photosynthesis and amplified ecosystem respiration. Geophysical Research Letters https://doi.org/10.1029/2025GL114642