El Informe Global Cooling Watch 2025 advierte que la demanda mundial de enfriamiento podría triplicarse para el año 2050

Según los expertos, si la demanda mundial de enfriamiento se triplica, pueden duplicarse las emisiones de gases de efecto invernadero, provocando un aumento en el calentamiento global estimado

Nunca podremos resolver la crisis del calor a base de aires acondicionados

El Informe Global Cooling Watch 2025 que ha sido presentado en la COP30 que se celebra estos días en Belém (Brasil), concluye que con el actual ritmo si mantenemos los mismos hábitos, la demanda mundial de enfriamiento se triplicará para el año 2050.

Problemática actual y futuro

Según el informe, la demanda de enfriamiento seguirá creciendo si seguimos y no cambiamos los hábitos y prácticas actuales. Estos hábitos están siendo impulsados por el crecimiento continúo de la población y también por el aumento de su riqueza o poder adquisitivo.

Por supuesto, también por los eventos de calor extremos más frecuentes y por el cada vez mayor acceso de los hogares de bajos ingresos a sistemas de enfriamiento que son más contaminantes e ineficientes.

Si la demanda mundial de enfriamiento se triplica, pueden llegar a casi duplicarse las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con el enfriamiento respecto a los niveles de 2022, llegando a 7.2 millones de toneladas de CO2 o dióxido de carbono equivalente (CO2e) para 2050.

Y todo ello, a pesar de los esfuerzos de mejora en la eficiencia energética, la reducción gradual de los refrigerantes que calientan el clima, que tienen como objetivo evitar la sobrecarga de redes eléctricas durante los picos de demanda.

El calor extremo ya es la amenaza climática más letal

Las muertes anuales por calor en el mundo se estiman en aproximadamente 550.000 personas, según un informe reciente de The Lancet. La cifra total ha aumentado, con un incremento de más del 20% en términos ajustados a la población desde la década de 1990. La exposición al calor está afectando gravemente la salud humana debido al cambio climático.

Entre 2000 y 2019, se produjeron aproximadamente 489.000 muertes anuales relacionadas con el calor, de las cuales el 45% ocurrieron en Asia y el 36% en Europa, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Según el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), en 2022, las olas de calor provocaron 61.672 muertes adicionales en Europa.

El enfriamiento garantiza personas a salvo, seguridad, alimentos frescos, hospitales abiertos y economías activas. Sin embargo, muchos de los actuales métodos de enfriamiento aumentan las emisiones que están calentando el planeta todavía más.

Por ello, otro factor a tener en cuenta es que a medida que las olas de calor letales se vuelven más frecuentes y extremas, el acceso al enfriamiento debe considerarse una infraestructura esencial, al mismo nivel que lo son, el agua, la energía y el saneamiento.

El informe estima que ampliando medidas de baja energía e híbridas, se podrían reducir casi al completo las emisiones de enfriamiento mundiales para 2050, ahorrar 17 billones de dólares en costos de energía y expandir el acceso al enfriamiento a unas 3 mil millones de personas.

Se necesitan soluciones viables y sostenibles

Ante el aumento de las olas de calor y la creciente demanda de enfriamiento, se deben adoptar soluciones sostenibles que puedan reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, ahorrar y ampliar el acceso a soluciones de enfriamiento que salven las vidas de los que más lo necesitan, las personas más vulnerables.

No podremos resolver nunca la crisis del calor y el calentamiento global a golpe de aire acondicionado, y esto es algo de lo que debemos empezar a concienciarnos.

Estas soluciones sostenibles deben tener un fuerte enfoque en técnicas pasivas, sistemas de bajo consumo energético y enfriamiento híbrido que combinen ventiladores y aires acondicionados que no consuman energía o muy poca.

Concretamente, el informe propone adoptar una “Ruta de Enfriamiento Sostenible” que podría reducir las emisiones un 64% y hasta 2,6 mil millones de toneladas de CO2e (dióxido de Carbono equivalente), por debajo de los niveles previstos para el año 2050.

Esta “Ruta de Enfriamiento Sostenible” combinada con una rápida descarbonización del sector eléctrico mundial, podría ocasionar que las emisiones residuales del enfriamiento cayeran un 97% por debajo de los niveles proyectados en un escenario de continuidad de las emisiones actuales.

Los gobiernos deben empezar por integrar el enfriamiento pasivo, como árboles, sombra y edificios reflectantes en sus planes climáticos, fortalecer sus códigos de construcción y empoderar a las ciudades para ofrecer medidas de enfriamiento equitativas y sostenibles para todas las personas.

Referencias de la noticia

Global Cooling Watch 2025 (2025) UNEP

Romanello M. et al. (2024) Informe 2024 de Lancet Countdown sobre salud y cambio climático: Enfrentando amenazas sin precedentes debido al retraso en la acción. Lancet Countdown

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