El fuego no da tregua: alarma por el incendio en Ávila mientras España supera ya las 29.000 hectáreas calcinadas

Las llamas han vuelto a encender las alarmas en Castilla y León. En solo unas horas, el fuego ha cercado viviendas y obligado confinamientos en un verano que ya ha superado las 29.000 hectáreas calcinadas en toda España.

Incendio forestal
El incendio de Cuevas del Valle se ha convertido en uno de los más preocupantes por su proximidad a zonas habitadas y por la rapidez con la que se ha propagado

Los incendios forestales han vuelto a ser protagonistas en un verano marcado por las altas temperaturas y el viento. El último gran susto lo ha dado el fuego declarado en la localidad abulense de Cuevas del Valle, que se ha convertido en uno de los más preocupantes del año por su proximidad a zonas habitadas y por la rapidez con la que se ha propagado.

El fuego obliga a activar el nivel máximo de alerta

El incendio se originó el 28 de julio por la noche en una zona boscosa próxima al núcleo urbano de Cuevas del Valle. Las llamas se han extendido con rapidez debido al viento fuerte, lo que ha obligado a activar el Índice de Gravedad Potencial 2 (IGP 2), el máximo previsto en el protocolo de la Junta de Castilla y León. Ante la cercanía del fuego y su evolución, las autoridades han ordenado el confinamiento preventivo de parte del municipio de Mombeltrán, especialmente en las zonas más expuestas.

El operativo desplegado ha sido inmediato. Se han movilizado 11 cuadrillas terrestres, 11 autobombas, maquinaria pesada, seis agentes medioambientales, dos técnicos de coordinación y efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME). Además, se han realizado cortes de tráfico y se ha pedido a la población que permanezca atenta a la evolución del incendio.

Activado el nivel 1 también en Villafranca del Bierzo

Mientras los equipos de emergencia han combatido el fuego en Ávila, otro incendio se ha declarado en Villafranca del Bierzo (León), donde la Junta ha activado el nivel 1 de emergencia.

En este caso, las rachas de viento han dificultado las labores de extinción y han obligado a reforzar el dispositivo con medios aéreos y terrestres, incluidos helicópteros, cuadrillas helitransportadas y maquinaria pesada. El objetivo principal ha sido contener el avance de las llamas y evitar que el fuego alcanzara zonas de recreo como la playa fluvial del municipio.

Los dos incendios han evidenciado la vulnerabilidad del territorio ante condiciones meteorológicas extremas y la importancia de una respuesta rápida y coordinada por parte de los servicios de emergencia.

Más de 29.000 hectáreas calcinadas en España

Más allá de estos focos concretos, el panorama general tampoco ha sido alentador. Según los datos del Ministerio para la Transición Ecológica, España ha registrado 3.928 siniestros forestales hasta el 20 de julio, de los cuales 2.705 han sido conatos (menos de una hectárea) y 11 han alcanzado la categoría de gran incendio (más de 500 hectáreas quemadas). En total, el fuego ha arrasado 29.817 hectáreas, lo que supone un 5,6% más que en 2024.

Incendio forestal
El fuego ha arrasado 29.817 hectáreas, lo que supone un 5,6% más que en 2024

Pese a este incremento, la cifra se ha mantenido un 45% por debajo de la media de la última década, que se sitúa en torno a las 54.000 hectáreas. Este dato ha sido interpretado por los expertos como una señal de que las políticas de prevención y la respuesta temprana han tenido un efecto positivo, aunque no suficiente para frenar por completo los efectos del fuego.

Las zonas más afectadas por los incendios

El análisis territorial ha mostrado que el noroeste peninsular ha concentrado el 39% de los incendios, seguido de las comunidades interiores (35,5%) y de la zona mediterránea (24,8%). Esta última, sin embargo, ha sido la que más superficie arbolada ha perdido, con más del 61% del total afectado.

En cuanto al tipo de terreno calcinado, el fuego ha consumido principalmente monte bajo y matorral (16.427 hectáreas), seguido de pastos y dehesas (9.190 hectáreas) y superficie arbolada (4.199 hectáreas).

El incendio de Cuevas del Valle, por tanto, se ha producido en un contexto de máxima alerta, donde las altas temperaturas, la baja humedad y el viento han formado el cóctel perfecto para la propagación del fuego. Aunque las cifras no han alcanzado niveles críticos como en años anteriores, la temporada ha demostrado que el riesgo sigue siendo alto y que cada nuevo foco puede desatar una emergencia de gran magnitud en cuestión de horas.